Traje perfecto, confío en que los datos de mi mayordomo esté en lo correcto. Sin no recuerdo mal, el sueño de Elizabeth era ir vestida a la par con su pareja de baile. Espero que eso no haiga cambiado. Con Sebastian cuidándome las espaldas nos adentramos al interior del salón, mis ojos ansiosos por verla vagan por todo el lugar. Hasta que por fin doy con su rubia cabellera, mi corazón se aceleró, extrañamente, lo más seguro es que cada vez logro más acercarme y recuperarlas, a ella y a Isabella.
Hasta que, veo que está bailando con Alois, su sonrisa que me perteneció alguna vez, ambos bailamos, ella está confundida, sí, Ángelo lo dijo, no sabe del amor que ha perdido. Así que me acerco desidido, con el corazón estrujado por la escena.
- ¡Ciel! - me hizo tremendamente feliz ver que ella se separaba de él para abrazarme, esa era la Elizabeth que alguna vez esposé - que bueno que veniste -
- ¿Elizabeth? - para mi desgracia Alois apareció a su lado, pero lo siguiente sí que me rompió.
- él es Ciel Phantomhive, un amigo - le sonrió, me miró - Ciel, él es Alois Tranci - ambos nos miramos, oh creeme que lo conozco - mi prometido - ¿¡QUÉ?!
- veo que se reconciliaron - sonreí lo mejor que pude, el desgraciado la abrazó frente a mí. Qué bien que Isabella te mató.
_ hey con esos pensamientos no lograrás nada chaval_
_ callate_
Mientras Elizabeth cerraba los ojos en sus brazos Alois y yo chocamos miradas, el odio no ha cambiado y eso me agrada.
- me retiro - le hice una reverencia a Elizabeth y me alejé, derrotado, por segunda vez.
...- y yo le dije que... - bla bla bla, no sé cómo terminé siendo el mejor amigo de Elizabeth, me contaba de su relación con Alois, emocionada, pero en sus ojos no percibía esa chispa de amor verdadero - ¿me estás escuchando Ciel? - parpadé muchas veces, reincorporándome en mi silla. Ambos habíamos tomado la costumbre de tomar té en el jardín de la reina, me agradaba, y cuando estaba ocupado en asuntos de la empresa, le ordenaba a Sebastian cuidarla.
- lo lamento, ¿en qué estábamos? -
Apretó los labios.
- perdóname Lissi - le supliqué, ha y un buen avance es que me ha permitido llamarla Lissi, sólo el estúpido de su prometido y yo le decimos así. Ya es algo.
- que no se vuelva a repetir - asentí. Ella sonrió - y tú qué me cuentas -
- de qué....-
- una chica, ¿nada? - recargó su peso sobre la mesa, logrando ponerme nervioso.
Carraspee, no puedo hacerme un capullo ahora, vamos Ciel.
- tal vez sí -
- ¿en serio? ¿Quién es? - maldición, maldición. ¿Ahora qué? No puedo reponderle con... Eres tú, siempre lo has sido durante estos dos años Elizabeth. No.
- pues... Digamos que ella no me hace caso - frunció el ceño.
- debe estar siega -
- no lo sé - sonreí, ella misma se estaba diciendo siega. Que graciosa situación.
- dime si te puedo ayudar en algo -
( sólo hazme caso, amame, casate conmigo y dame a una hija, por favor Elizabeth )
- señor, es hora de irse -
- hasta luego Elizabeth - besé su mano por pura cortesía después, desaparecí con mi mayordomo siguiéndome.
...Me rehuso a aceptarlo, simplemente no, ya no puedo quedarme aquí parado sin hacer nada. En dos días se casará con Alois, no conseguí ganarme su amor, sólo su amistad incondicional.
_ ¿y qué planeas hacer Romeo?_
_ no tengo tiempo para tus comentarios Ángelo_
_ sólo déjame decirte una cosa.....lucha por lo correcto, sabes lo que pasará si ella se casa con Alois_
_ sufrirá como lo hizo conmigo_
_ exacto, no es que me caigas del todo bien, pero piénsalo, se casarán frente a mi señor, y él no quiere que pase eso, no quiere ver a su hija sufrir y no quiere que Isabella se quede perdida en los confines de la eternidad_
_ tranquilo, puedes decirle a tu Dios que las pienso salvar, definitivamente las tendrá en su reino_
_ excelente_
- Elizabeth - caminé a ella, vestida de novia, se veía tan hermosa así. Ella me miró sonriendo - ¿podemos hablar a solas? -
Frunció el ceño.
- por favor - le supliqué.
- claro - accedió dudosa, tras sus palabras las damas se retiraron - ¿qué sucede Ciel? - siguió viéndose en el espejo. Sucede que me estoy muriendo por dentro, maldición Elizabeth, me has enamorado.
- Elizabeth... - la tomé de su muñeca obligándola a verme a los ojos, sus ojos verdosos vivos contra mi ojo moribundo. Apreté los labios, sin creer lo que diría.
(sé que lo que voy a hacer dolerá, pero me lastimará más a mí Lissi )
- Ciel, ¿qué sucede? - su mano tocó mi mejilla, tal y como lo hizo aquella noche, que consebimos a Isabella.
- te....- ¿vale la pena confesárselo, tomando el riesgo de perderla? - te .. -
- yo también te quiero Ciel -
Dió unos pasos atrás separándose de mi lado, pero no puedo estar dispuesto a perderla, sólo un último intento.
- no, Elizabeth, yo ... ¡Te amo! -
- Ciel, yo no... -
- me duele verte así, te ves hermosa pero, desearía creerme que estás vestida así para mí, odio ver que él te besa, abraza, te roba sonrisas y eso me mata -
- Ciel, yo amo a Alois, y si verdaderamente eres mi amigo deberías dejarme ser feliz - me miró con sus ojos cristalizados.
- en ese caso, me considero como un extraño Elizabeth - dí dos pasos firmes a ella.
Ya no es la misma niña de algunos años, es una joven de 19 años, y yo, un conde de 21 años.
Con cuidado y lentitud le rodee la cintura acercándola más a mí, rosando nuestras narices, volviéndome loco por un beso suyo. Ella no respondió, pero tampoco se alejó.
- Ciel ya vasta - con sus dos manos en mi pecho me separó de ella.
- Elizabeth, te amo demasiado como para dejarte sufrir con él -
- no sufriré -
- no entiendes, por favor creeme Elizabeth, ven conmigo y te juro que nunca te soltaré mientras vivas, trataré de hacerte feliz - le ofrecí mi mano desesperado, con la esperanza de sentir la piel de sus delgadas manos, llevármela lejos. Nunca la toqué, en vez de eso, una bofetada se plantó en mi mejilla.
- aléjate de mí -
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La Hija de Ciel Phantomhive
FanfictionNo puedes evitar tu presente.....a menos que cambies tu pasado pero destruyendo tu futuro. ATENCIÓN : este fanfic probablemente no tendrá nada que ver con el anime pero tal vez coincidan puntos clave .