Extra

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Papá. Papá. Papá. Tanto que deseé escuchar esas palabras, ver de nuevo a esa pequeña con ojos verdosos y cabellos azules. Tanto que en vez de tener a una luz obtuve dos, Thomas, no lo había previsto, pero aún así lo adoro. Un pequeño de cabellos rubios y ojos azules. Dos criaturas que me dió Elizabeth. Mi amada esposa. Y ahora que mis hijos ya han crecido otra vocesita, otra criaturita es la que me mira con los mismos ojos de Isabella, aquella vez en la que volví a la mansión después de tanto tiempo, en espera de su padre, desesperada por la muerte de su madre... Esos mismos ojos verdosos me miran con la misma inocensia que su madre, Jessica, mi amada nieta, la viva imagen de mi hija, Isabella, con escepción al cabello negro.

- abuelo - nunca creí que ser abuelo sería un trabajo agotador, Jessica es de las niñas interactivas. Sus ojos se tornan carmesí al enfadarse, un temperamento idéntico al de Isabella. Hubiera preferido que hubiera heredado el temperamento de Sebastian, sería menos destructivo.

- abraza a tu abuelo Jessica - miré a Isabella. Ella mi miró con cara de "¿qué sucede?" como si no supiera.

- no soy tan viejo Isabella, te recuerdo que no envejezco - ella rió desapareciendo por la puerta de la cocina dejándome con Jessica sentado.

Si se lo preguntan, sí, le tuve que decir a Elizabeth mi verdadera naturaleza, y la de su llerno. Tampoco es como para no darse cuenta que cuando sus hijos se enfadan se les tornan los ojos rojos, ni que su bebé de un año comience a caminar. De alguna manera su proceso maternal fue diferente, pero ella lo aceptó de la mejor manera, después de todo me ama sobre todas las cosas, aún a sabiendas que al lado de su marido se va viendo más vieja. No me importa, para mí es la más hermosa, aún con arrugas.

- Ciel - hablando de la reina de mi corazón, Elizabeth salió de la cocina, arreglando su cabello en el proceso - ¿has visto a Thomas? - fruncí el ceño mientras jugaba con Jessica en el sofá.

- fue a por unas cosas con Sebastian - asintió, regresando a la cocina.

La cena de Navidad nunca me había importado en al otra vida, pero desde que comencé de nuevo es la fecha más importante para mí, mis hijos, nieta, llerno y esposa unidos en una mesa.

- ¿tú me recordarás Jessica? - la bebé me sonrió - ¿tendré el valor para desafiar a mi esposa? -

Elizabeth me había dejado claro que cuando ella muriera la dejara ir, que viviera con la familia inmortal que habíamos forjado. Pero mi corazón moriría con ella. No tendría sentido quedarme. Al fin y al cabo ya he vivido demasiado tiempo, dos vidas para ser exactos.
...

Mi vista exploró toda la mesa, toda la familia reunida, Elizabeth me tomó la mano con cuidado, su cabello ya comenzaba a tornarse blanco, su piel presentaba las hueyas de la edad, arrugas y sorprendentemente aún así, a mis ojos era la mujer más hermosa del mundo.

- un brindis - comencé alzando mi copa, seguido de los demás - por la familia ... - miré a mi hija, con su copa en mano al lado de Sebastian el cual tenía en un brazo a Jessica y con el otro levantaba su copa, sonrientes, después a Thomas, soltero, pero cuánto he batallado por ese pequeño, después de todo maduró como esperaba y por último Elizabeth, embejecida, producto de una vida a mi lado.

- por nuestras almas felices y dichosas, la familia Phantomhive - miré a Sebastian - y Michaellis - sonreí.













Ahora sí el fin, nos volveremos a ver cuando haga los dibujos o me decida a publicar los ya hechos.

Nuevamente gracias por leer.

Niki-Gi001
Gina-chan

La Hija de Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora