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La primera vez que me topé con un enemigo de mi padre fue en navidad. Al parecer se enteraron que él tenía una hija, que vivía sola, con tan sólo 17 años de edad.

La batalla fue tal que terminé ganando otra sicatriz, mal herida, enojada, con el odio más vivo que nunca, aquel demonio terminó muriendo por mis manos. Mis manos están manchadas con sangre de demonio, definitivamente decepcioné a mi madre. Pero debo seguir, si me debilito será peor, eso es lo que siempre he pensado, la sobrevivencia del más nato, listo y fuerte.

Me convirtió en asesina, pero él es peor.

Ahora que estoy tomándome un tiempo, aprovecharé para confesarles.

Mi mente es corrompida, sí, experimenté traumas, heridas tanto mentales como físicas, heridas que nunca sanarán por más que trate de borrarlas. Sus huellas me seguirán por toda la existencia, y ahora que moriré no le veo el caso de guardármelo, quemaré este libro, maldecido por mis palabras, creado con rabia, a sabiendas que después de cerrar mis ojos para siempre no podré ver a mi madre, no puedo llegar hasta ella, no puedo, con mis manos manchadas de sangre y mucho menos con mi alma corrompida por el mal.

Confieso que, yo Isabella Phantomhive, eh sido la asesina de varios demonios, entre ellos, Sebastian Michaellis.

Les puedo jurar por el paraíso que se me fue negado desde mi nacimiento que he hecho todo esto no con mala intención, ellos me han obligado a .......acabar con sus vidas, Alois, Claude... Sólo por tí mamá no eh matado a Ciel Phantomhive, por tí. Simplemente no pude asesinarlo. Y ahora, por fin han podido dar con migo, no durarán en matarme, antes de que recupere todas mis fuerzas, saben que si lo hago los mataré en un abrir y cerrar de ojos.

Perdóname madre, estarás sumergida en una profunda soledad, y espera, de tu hija que nunca te alcanzará en la paz.

Perdóname Sebastian, no pude perdonarte, ni los sentimientos dentro de mí evitaron que lo hiciera.

Perdón, no importa las veces que lo haga, ya no vale la pena.

Al fin y al cabo termino en el principio. Atrapada en una celda, encadenada, débil, tal y como años atrás, es como si la niña de siete volviera. 

Por mi alma, corrompida y sucia.

Isabella Phantomhive.

•••

Sabía que me estaba apuntando justo en el corazón, aún si les doy la espalda sé que me atacarán justo ahí.

Pero antes de poder centrarme en mi muerte próxima, un pequeño recuerdo se apareció en mi mente.

En mi último cumpleaños con mamá, Sebastian había comido tarta con nosotras.

- mamá no fue la única con la que comí tarta de cumpleaños....- susurré.


















La Hija de Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora