Confundido //Sterek//

Capítulo 23

P.D.V de Stiles.

Lydia me subió rápidamente a su auto y arrancó dejando a Derek solo. Esto no estaba pasando, no debería de estar pasando, ¡él estuvo a punto de golpearla!

¿Qué le habrá pasado para que cometería eso?. No, definitivamente no, Derek no es así.

— Derek es un idiota— soltó Lydia mientras se dirigía a mi casa. Sus palabras me hicieron sentir una pequeña incomodidad en mi interior por insultarlo.

— Tranquila cariño, el enojo los cegó por unos momentos— argumenté tratando de defenderlo sin que se notara mucho.

— ¿Pero a que costó?, estuvo a punto de golpearme Stiles ¡y tú no hiciste nada para impedirlo!—

— ¿Ya lo viste?, él es el triple de músculos que yo, me hubiera derribado con solo mover un dedo—

— Pudiste usar tus poderes de zorro—

— Aún no sé cómo funcionan Lyd, y además, ya sabes cómo es Derek, tampoco es para tanto—

— ¿Ó sea que hubieras dejado que me golpeara?—

— ¡No dije eso!— ella suspiró y se detuvo al frente de mi casa.

— Nos vemos en la fiesta, Stiles— me dijo mientras me bajaba del auto.

— No creo ir, estoy cansado—

— Oh, está bien, nos vemos mañana entonces— se despidió con una sonrisa y arrancó el auto mientras yo entraba a mi casa y subía directo a mi habitación. Me dejé caer en la cama mientras cubría mi rostro, escuché que trataban de abrir la ventana.

— ¿Derek?...— pregunté confundido mientras me sentaba en la cama.

— Quisieras— reprochó una voz femenina, no pude distinguir su rostro por la oscuridad de la noche. Empezó a caminar por la habitación y encendió la luz — Hola Stiles—

— ¿Qué haces aquí?—

— Vine a ver qué estuvieras listo para la fiesta—

— Ah, sí, sobre eso... no tengo muchas ganas de ir—

— Oh vamos, es la primer fiesta que tenemos como amigos, no puedes decirme que no— me animó mientras se dirigía a mi armario.

— No lo sé, estoy cansado— mentí.

— Ajá, vamos, te probaras esto—

— ¿No puedo ir como estoy ahorita?—

— No—

— ¿Qué tiene de malo mi atuendo?—

— Pues....— hizo una pausa y me observó detalladamente, haciendo una mueca — Estás sudado, tienes tierra y no es para la ocasión, mira, ponte esto, hazme caso— me lanzó unas prendas de ropa. La examiné por unos cuantos segundos, una playera totalmente blanca un poco apretada, con unos pantalones de mezclilla azules, y unos converse blancos, junto con una chaqueta del mismo color de los pantalones, entré al baño mientras me daba una ducha rápida y después me vestía, saliendo enseguida para que Gaby me pudiera ver, ésta vez me miró sorprendida mientras asentía.