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Por fin era el día. Durante las semanas anteriores estuve entregando folletos de la presentación en la calle así que asistiría bastante gente.

No era muy buena mintiendo pero le dije a mis abuelos que iría a hacer un trabajo a la casa de una compañera, aunque dudaron otra vez ya que esa era mi excusa casi siempre para ir a las clases en la academia.

Estaba tan ansiosa y nerviosa, sin duda sería una experiencia increíble.

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