Capítulo 8: Mundo Real

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Los pequeños rayos del amanecer se asomaban por el horizonte de la barrera, la pareja caminaba en dirección a la montaña que el enorme reptil les había indicado, debido a la enorme devastación que crearon durante la pelea, la motocicleta de Collin en la que se habían transportado había sido destruida por completo, de igual forma no era tan larga la distancia a la que se encontraban de la montaña.

Después de unos cuantos minutos de camino llegaron a las faldas de la montaña, de nueva cuenta el clima comenzó a cambiar tornándose cada vez más frío confirmándoles la presencia de Sheikand en la cima de la montaña. Esta vez debido de igual manera a la pelea anterior, la ropa de Collin estaba casi destruida y la de Lieselotte apenas se mantuvo intacta, debido a esto el frío cobro factura en ellos atacándolos con más fuerza que la vez anterior. Lieselotte a duras penas podía mantener el paso de Collin, y él por más que lo escondiera para no verse débil frente a Lis, también era atacado por el frío, la chica con cautela se fue acercando cada vez más al cuerpo del chico para compartir calor, la idea también paso por la cabeza del pelinegro, el cual observo lo que aún les faltaba por subir y se detuvo en seco.

"Sube." Dijo Collin poniéndose en cuclillas para que la chica subiera en su espalda y así poder compartir el calor corporal, y al mismo tiempo aumentar la velocidad a la que llevaban, Lieselotte lo miró sonrojada pero acepto el trato, realmente estaba cansada y congelándose, así que se subió sobre el chico y esté tomo las piernas de ella con sus manos para sostenerla. Y de esta manera Collin comenzó a subir la montaña con sumo cuidado, pues cargaba la vida de su compañera.

Después de algunos minutos que casi se convirtieron en horas la pareja llegó a la cima de la montaña donde se encontraba el dragón descansando, la pareja se sentó en el suelo sumamente pegados para así compartir el poco calor que les quedaba, el enorme reptil abrió los ojos lentamente al sentir la presencia de ellos, notó como temblaban del frío y sonrió cruelmente, su cuerpo comenzó a brillar tenuemente, Collin quien ya tenía abrazado a Lieselotte observó todo esto y notó como lentamente la temperatura aumentaba.

"Al fin llegaron, Collin, Lieselotte." Habló el enorme reptil observando el amanecer que se levantaba en el horizonte de la barrera, la pareja se acercó más a él al sentir que la temperatura aumentaba y ya no se sentían congelar.

"¿Quién diría que ustedes dos volverían a estar juntos?" Habló, Lieselotte se ruborizo un poco mientras el chico no entendía a lo que se refería el dragón, esté los observó con detalles y sonrió levemente.

"Collin, por el momento no puedo explicarte completamente la situación, necesitas recuperar tus recuerdos sobre tu antigua vida." Hizo una pausa para observar la reacción de la pareja, la cual se sentía un poco perturbada pues no le habían hablado para nada sobre ese tema, más correctamente, esta era la primera vez que hablaban.

"Primero te explicaré que es este lugar. La barrera en la que estamos realmente es un circulo que hace que un trozo de la ciudad en la que vivías se mantenga en el aire, esto es una isla flotante básicamente." Collin abrió los ojos de golpe al escuchar esa declaración, observó a Lieselotte la cual solo bajó la mirada declarando que ella ya sabía dicha información.

"Lis, ¿Tu sabias sobre eso?" La voz de Collin sonaba un poco dura, tenía consiente que no podían decirle todo de golpe, pero, ¿ocultarle algo así solo porque sí? La chica movió la cabeza en señal afirmativa y después habló.

"Si lo sabía, llegue desde fuera de la barrera, no sabes lo que me costó encontrarla en medio de todo el continente, aunque la ciudad se vea grande realmente es un pequeño trozo de todo, Collin." La respuesta fue un poco fuerte para el chico, el dragón se dio cuenta de esto y enseguida rompió el ambiente que se estaba formando en dicho lugar.

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