Parte 19

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Sofía

Sigo en el hospital y llevo a Amber a la cafetería para tranquilizarla o esa es la intención porque más bien soy yo quien de verdad quiere salir huyendo de todo esto, su hija se ha quedado en una habitación dormida, una vez instaladas nos miramos en silencio.

—Que curiosa manera de reencontrarnos— menciona, yo afirmo con un gesto, no formulo palabra alguna solo tengo una cosa atrapada en mi mente <<el estado de Hugo>> la escucho o mejor dicho intento hacerlo... —Papá y mamá están en camino, vendrán con James y—... no puedo más, suelto en llanto incapaz de seguir conteniendo mis emociones, odio al destino que se empeña por jugar con mi felicidad Amber me abraza, me consuela con pequeñas palmaditas —Sofía que pasa— ¿qué pasa?... de verdad me pregunta algo así, no tiene ni idea que puedo perder al amor de mi vida, puede que para ella Hugo solo sea su esposo, a lo mucho el padre de su hija pero para mí lo es todo, me siento loca con el corazón desgarrándose a cada segundo porque miles de agujas que simulan cada situación vivida se adhieren profundamente a él y no lo sueltan, es más con su peso hacen el dolor intenso, incluso el respirar se convierte en una tortura —Vamos tranquilízate... te dará un síncope... el doctor me dijo que todo saldrá bien— ¿Puedo creer lo que me dice?... necesito del bálsamo que me otorga su voz para crear una esperanza, para aliviar mi sufrimiento y no terminar rompiéndome por completo, la calidez de sus manos es temblorosa, lo comprendo al igual que yo lo hacia ella cohíbe sus miedos... —Axel se pondrá bien— afirma y de inmediato pienso << ¿Axel? >>... la miro sorprendida, confusa, me pongo de pie y voy directo a archivo Amber se queda un tanto atónita.

Con rapidez reviso las carpetas y efectivamente Axel es quien está en quirófano... pero y Hugo, se supone que también estaba en el lugar de los hechos, se suponía que él era el esposo de mi hermana y el padre de esa pequeña... pregunto a mis compañeros de su paradero y Matthew me da la respuesta, está en la habitación 502 sin esperar más detalles camino, tengo tantas dudas en la cabeza, Amber me encuentra en el pasillo que conduce al elevador y se coloca a mi lado siguiendo mis pasos o al menos intenta hacerlo, sé de sobra la prohibición de correr en los hospitales pero me veo tentada a hacerlo cuando el ascensor no me permite ingresar, recapacito subiendo por las escaleras el tiempo apremia aligero mi marcha, un corredor, dos cruces y cuatro habitaciones me separan de la verdad, cuando finalmente llego abro la puerta con prisa, la luz blanca impacta directo a mis ojos una vez acostumbrados todo el dolor se convierte en duda, ironía, pero sobre todo en alivio... un profundo e inmenso alivio.


Hugo

Parpadeo sorprendido al sentir su abrazo apasionado lleno de afecto, cariño, amor y lo que más me sorprende... desesperación, como si temiese que todo fuese irreal y en cualquier momento pudiera desaparecer, mi hombro se humedece... está llorando.

—Me alegro que estés bien— su voz aterciopelada denota dicha y a la vez temor —Tenia tanto miedo de que estuvieras en quirófano...que no pudiera verte.

—Tranquila... estoy bien, hierba mala nunca muere, solo se pierde y nuevamente renace— intento bromear y parece dar resultados ya que suelta una pequeña risa.

—Tonto, como si quisiese que te fueras a algún lado— me da un pequeño y suave golpecito en el pecho antes de que un carraspeo nos alarme.

—Lamento interrumpir, pero estaba preocupada por Sofía— Amber nos mira desde el umbral de la puerta, al cabo de unos segundos se adentra a la habitación —Al parecer ya estabas al tanto de su regreso— me dedica una mirada de reproche mientras toma asiento en una butaca cerca a la camilla —Y aun no le has contado la verdad— sentencia con voz firme... es verdad con todo el alboroto del accidente me olvide por completo que Sofía podría malinterpretar las cosas, ahora comprendo mejor su reacción al verme, llego el momento idóneo para esclarecer todo...

Es más que un cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora