Parte 14

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Sofía

Paso toda la noche pensando en cómo puedo reparar mi error, la falta de sueño ha hecho que pequeñas ojeras aparezcan en mi rostro, no quiero que nadie me vea así, considero seriamente el faltar a clases pero sin una razón justificable mamá no me permitirá ausentarme, aunque si quiero puedo escaparme, sonrío ese lado rebelde en mi sale esporádicamente que me divierte, y así estoy frente a la academia apunto de ingresar, Amber feliz de la vida corre a saludar a Hugo que estaba a unos cuantos metros de nosotros. He querido dedicarle una sonrisa pero deliberadamente volteo el rostro, esto me pone realmente mal, incluso si me encuentro apenada intentare no darlo a notar, además esto es en parte culpa mía... No, siendo honesta es completamente culpa mía por ser débil, por permitir que el capricho de Amber me obliguen a decir palabras que no quería.... Aunque haciendo memoria esta vez no me dijo nada, desde que llegamos del campeonato no hemos conversado y se ha mostrado tan pendiente de todo lo que se relaciona a Hugo, incluso en casa no ha vuelto a hablar con James tal y como dijo, mientras yo tontamente me he alejado de él. Pero ya no más, le daré punto final a toda esta situación.

Agitada por la carrera y con el corazón completamente acelerado, me enfrento a lo que he estado evitando, lo que diga ahora será lo más difícil que pueda haber hecho en la vida pero no dudare más Hugo se merece a alguien completamente íntegro y aunque yo no sea del todo perfecta daré todo lo que este a mi alcance para apoyarlo, cuidarlo y quererlo, solo espero que las cosas no sean demasiado tarde.

—Oh hermanita porque la prisa.

—Debo hablarte.

—Ahora, es qué estoy un poco ocupada.

—Es urgente Amber.

—Bueno vamos— nos encaminamos al patio trasero de la academia —Muy bien que querías decirme.

—No puedo continuar con esto, no voy a ayudarte con Hugo porque él y yo somos novios, perdóname si te he fallado pero lo amo, y te guardo un gran cariño a ti aunque no me lo creas, quisiera regresar el tiempo y seguir siendo esas hermanas de antaño, viajar al punto exacto donde comenzó todo esto, talvez a esa tarde de cabalgata en la cual me perdí, o incluso mucho antes cuando partimos a esa fiesta, no haber tomado ese jugo que resulto ser otra cosa hubiera sido lo correcto pero no puedo hacerlo, quisiera que esa noche en la que toda mi vida parecía perfecta no hubieras entrado a mi alcoba para decirme el nombre del chico que te gustaba o que me lo hubieras dicho cuando estábamos preparándonos para esa fiesta, te juro que no hubiera ido y nada de esto sucedería, las cosas tomarían otro rumbo y no estuviéramos tan lastimados.

—Eres tan falsa, pero igual ya lo sospechaba, sabes no quiero que vuelvas a hablarme... no eres más mi hermana... ah antes de irme te daré un consejo, replantéate tu papel de novia porque no estás haciendo un buen trabajo.

Pensé que Amber me perdonaría de verdad una parte de mi contaba con eso, pero simplemente termino odiándome, aunque entiendo sus sentimientos solo espero que mi relación con Hugo tenga arreglo, ha pasado una semana desde que converse con Amber y ahora estoy buscando a Hugo no obstante él es quien me evita ahora, se la pasa todo el tiempo con Amber se lo ve tan feliz, me pregunto si esa era la cara que ponía cuando nos encontrábamos juntos, la gente ha comenzado a decir cosas relacionadas con la unión de los dos reinos, o de la linda pareja que forman, todos en la academia cuestionan esa lealtad que tuvo Amber para quedarse junto a Hugo cuando los demás dudaron de él, se supone que ese es mi papel pero que estoy haciendo realmente, me la paso todo el tiempo con James y he dejado que el orgullo y la falta de confianza se interpusiera en nuestra relación, sin nombrar a la falta de dialogo la última frase que escuche de sus labios fue —Tu actitud justifica la mía— pensé que si aclaraba las cosas con Amber todo volvería a la normalidad pero que equivocada estaba. Bueno no vale de nada lamentarse si hoy no quiere hablar conmigo por las buenas pues me tocara recurrir a la fuerza.

—Podemos hablar

—Te escucho.

—Aquí no, busquemos un sitio más tranquilo— caminamos fuera de la academia, y nos detenemos en una pequeña cafetería. Hugo realiza el pedido en caja y luego de unos minutos regresa con la orden, me extiende el batido de mora y él se queda con gaseosa helada, bajo la mirada cierro los ojos para ordenar las palabras temo que cualquier cosa que diga pueda empeorar las cosas.

—Te amo Hugo eso está claro pero de igual forma amo a mi familia, y si, lo confieso... por unos minutos creí los rumores y lo siento... de veras, pero si me distancie de ti no fue porque dejara de quererte sino porque me daba miedo decir algo...

—Que tanto confías en mí— me interrumpe de golpe y me quedo confundida.

—Perdón... Eso que tiene que ver

—Mucho Sofía aunque no lo creas la confianza es fundamental en una relación, pero si por el menor problema que se nos presente actuaremos de estar forma no tiene caso continuar.

—Y eso que significa.

—No sé si lo recuerdas, pero unas palabras parecidas me dijiste antes, para ti lo primordial es tu familia lo comprendo, lo he aceptado sin embargo eso no ha permitido que me cuestione y me pregunte en que sitio estoy ubicado, en que si siempre creerás en el resto sin darme la oportunidad de explicarme— no sé qué contestarle.

Hugo

Me mira, la miro, dejo que el silencio nos envuelva tenemos tantas cosas por decirnos, tenemos que aclarar varios puntos pero no estoy muy seguro de querer seguir aferrándome a algo que el destino me niega, la felicidad es algo engañosa, cuando sientes que estás en tu máximo apogeo de pronto algo resulta mal y transforma todo tu esquema, viendo que aún permanece callada se me hace muy difícil continuar la conversación, nuestras bebidas por poco se terminan, el año académico está en sus etapas finales, sobrepeso las prioridades que ambos tenemos, pienso es mejor que se centre en los estudios de igual forma yo he tomado mi decisión y considero que es lo mejor para todos.

—Aunque no quieras admitirlo sigues confundida con tus emociones, en cambio yo tengo las cosas bien claras y muy a mi pesar un papel que cumplir con mi reino— me marcho, cabalgo hasta dejar de pensar no puedo permitir que la razón se me nuble, no ahora que debo tomar decisiones, una vez calmado me dirijo a los establos acaricio la nariz de mi caballo

—Ya te decidiste.

—Si padre... estoy de acuerdo organiza la boda.

Sofía

Los gritos de júbilo de Amber y un gran alboroto por los pasillos del reino me obligan a levantarme de la cama, al ser sábado pensé que podría quedarme en mi alcoba pero no hay quien pueda con este escándalo, con paso adormilado me dirijo al comedor, encuentro a todos reunidos llenos de dicha mientras leen una carta.

—Oh por Dios lo conseguí no puedo creerlo.

—Que sucede.

—Mira hermana a que no es genial— Amber me extiende la hoja de papel que inmediatamente suelto al termina de leer.

—Sofía a dónde vas— el llamado de mi madre no evita que tome un abrigo y corra a los establos pero no encuentro ningún caballo disponible incluso Minimus está en su hora de aseo, sin pensarlo dos veces corro con todas las fuerzas hacia la salida del castillo necesito una explicación... NO, necesito escuchar que es una mentira, me quedo sin aliento y antes de continuar lo veo, sentado bajo la sombra de un árbol, en el mismo camino donde me perdí en antaño, no creí volver a ver ese camino ni mucho menos encontrarlo ahí, su rostro melancólico y esa mirada vacía apuñalan lentamente mi corazón, siento el escozor en mis ojos y las lágrimas me cosquillean con fuerza que resulta doloroso retenerlas haciendo acopio de la poca fuerza de voluntad que me queda me acerco con cautela e inhalo una gran bocanada de aire, la voz apenas se formula.

—Es cierto lo que escuche en mi casa—...pregunto con mucho pesar él todavía no había notado aun mi presencia —Mírame Hugo—... ordeno y rompo en llanto —De verdad te casaras con Amber.

Es más que un cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora