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❜Masturbación al pasivo;❛

— A ver, pendejo, deja de andar jugando así porque ya dejó de ser gracioso.— Con un seño fruncido, el menor estaba regañando a su novio, quién le estaba tirando bolas de lodo hace apenas unos minutos.

— Ja, ja.— Este se encontraba riendo con bastante fuerza, mientras que miraba al menor que estaba completamente sucio y con su cara de enojo. Que para él, era demasiado tierna.— Te ves tan lindo cuando te enfureces.

— ¡Qué no soy tierno! el mexicano lo vio fijamente a los ojos.— Si sigues así, juro que te voy a dar unos buenos putazos.

El mayor continuaba riendo mientras que veía que el de ojos color ámbar se estaba poniendo completamente rojo; por la vergüenza y la furia. Así que el español lo calló para después cargarlo de ambos brazos para poder entrar a su casa.

— ¡Yo no te he dado permiso para que me cargues!— este golpeaba la espalda del contrario con mucha fuerza, aunque el español se aguantaba los golpes sin ninguna clase de queja.

Cuando llegaron al baño, el de cabellos anaranjados bajó delicadamente al mexicano.

— Desnúdate.— dijo de una manera seria.

— ¿Pero qué carajo?— el oji-ámbar se quedó completamente confundido, mas que su rostro se había teñido totalmente de rojo por lo que le había dicho.

— Te voy a bañar, así que desnúdate, ¿o acaso te metes a la tina con ropa? Porque si la respuesta es sí, eres un chico muy raro.— el mayor le sonrió.

El menor miró hacia otro lado mientras que decía palabras malsonantes a voz baja; comenzó a quitarse su ropa con un poco de pudor, ya que era la primera vez que se desvestía en frente de alguien. Y más si ese alguien era su pareja.

Después de un par de minutos, quedó totalmente expuesto. El español también se sentía un poco avergonzado a mirarlo, pero no podía negar que ha deseado verlo de esa manera durante un largo tiempo e imaginar que hacia bastantes cosas indebidas con el cuerpo de su adorado novio.

— Por favor, metete a la bañera antes de que me descontrole.— esta vez no lo estaba diciendo en broma, había cien porciento de sinceridad en sus palabras.

El menor hizo lo que le habían pedido; se metió a la tina. Mientras que el de cabellos anaranjados abrió el agua tibia y llenó con jabón, así poder tener el un baño con burbujas. Sabía que eso era lo que a su novio le gustaba.

Agarró un poco se la espuma que había para poder limpiar todas las partes sucias del mexicano. Pasando por su brazos, espalda, piernas, pecho, abdomen...

— Towntrap— el menor se encontraba un poco avergonzado, mientras que temblaba un poco por aquella situación—, esto es un poco vergonzoso; puedo asearme solo, ¿sabes? No es necesario que hagas esto.

— Je, tranquilo, cariño— este comenzó con sus bromas de siempre, no podía ser serio en esta ocasión.—. No haré nada malo.- se acercó un poco a la oreja de su pareja para poder susurrarle:— Al menos que tu quieras, claro.

Su mano "disimuladamente" bajaba hacia la pierna del de ojos ambarinos, haciendo que a este el rostro se le tiñera totalmente de color rojo; pero él le había dicho que no iba a hacer nada indebido, pues le mintió.
Tenía ganas de gemir, pero no quería hacerlo; cualquier paso en falso y haría que su pareja lo partiera en dos. Terminó tapando su boca con sus manos para que no le oyese.

— ¿Sucede algo?— el español se puso a mirar al menor con extrañeza; no tenía idea del por qué estaba actuando de esa manera.— No te pongas así, sabes que tengo que lavarte en todas partes, amor.

— P-Pero es que ahí soy sensible.— el de cabellera plateada dijo mientras que se ponía más nervioso que antes; tenía miedo de que le hiciese algo.

— Relájate, porque si sigues así voy a hacerte varias cosas; muchas que ni imaginarás— él siempre tenia sus palabras de una manera chistosa, pero para el mexicano sus palabras eran en serio.

Por el momento, las cosas estaban tranquilas. Hasta que el de cabellera anaranjada decidió por pasar su mano al sexo del contrario; no se podría decir que por perversión, ya que en su cabeza solamente andaba la idea de dejar a su amado completamente limpio.

El menor no se pudo mostrar fuerte en esa situación; sus ganas de gemir querían vencerlo. La excitación quería apoderarse de él; aunque quería mostrarse fuerte, o al menos de que se podría controlar un poco. Fue una cosa que no pudo, al sentir la mano del español, provocó que tuviese una pequeña erección. Deseaba ocultarlo para que el contrario no lo notase, pero ya era muy tarde; el mayor ya lo sintió.

— Vaya— comenzó a reír un poco, mientras que su mano seguía acariciando esa zona.—, parece que alguien no pudo aguantar mucho tiempo.

— Hijo de p-puta, ngh...— este comenzaba a gemir de una manera silenciosa, sus ganas ya habían ganado. Era completamente vulnerable.

— ¿Deseas que continúe?— dijo mientras que apretaba el pene del oji-ámbar, haciendo que este se desesperara.

Hubo un pequeño silencio.

— Más te vale, pendejo— el menor lo agarró del cuello de su camisa.—. Comenzaste esto, ahora tienes que terminarlo.— Dijo mientras que lo observaba fijamente, como si quisiese fulminarlo.

El mayor había comenzado con un vaivén lento; mientras que pasaba su mano por toda la base, y a veces apretando un poco la punta. El mexicano ya gemía fuertemente, ya que no tenía necesidad de ocultar su voz frente a él; mientras que el español continuaba estimulando el miembro ajeno, besaba delicadamente el cuello del mexicano, produciendo que a este se le erizarán los pelos.

Cada vez, el movimiento que tenia su mano se volvía cada vez más rápido, haciendo que sus gemidos se entrecortaran; el menor sentía un enorme placer a ser tocado por la persona que más amaba. Este se decidió a acercarse al español, para poder darle un beso en los labios. El que tuvo bastante violencia, las lenguas de ambos estaban en una batalla para saber quien de los dos podría ganar, para que finalmente el mayor tuviese la victoria.

— Joder, sí que eres muy bueno en esto.— musitó Eak mientras que sentía unos cosquilleos debajo de su abdomen; aunque los ignoró. Volvió a besar al mayor, aunque está vez los besos eran más cortos, pero aún así no quitaba la excitación del momento.

La masturbación comenzó a ser más rápida; el menor hasta clavaba sus uñas en el hombro del mayor con bastante fuerza. Sentía que iba a venirse en cualquier momento. Suplicaba por más, necesitaba que su novio le diese placer.

— M-Me vengo, ah.— después de decir esas palabras, el de cabellos plateado terminó corriéndose en la mano del contrario. Para después poder soltar un suspiro de alivió, sintió que una gran presión salía de su cuerpo.

El mayor agarró una toalla y se la puso al menor para poder secarlo; vio que estaba temblando un poco así que decidió volverlo a cargar, esta vez para llevarlo a la cama.

Le dio un abrazo, en el cual el menor le siguió rápidamente. Se sentía un poco raro por lo que acabó de pasar, más no se arrepentía. En realidad, le había gustado.

『 °*• ❀ •*°』

Empieza lo bueno¿

No c.

30DOTP❜;; Towneak ft. #fhsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora