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❜Masturbación al activo;❛

En una tarde nublada en donde caían de vez en cuando un par de gotas de lluvia, la joven pareja se encontraba en la casa del español; acostados en una cama mientras que miraban una película de romance antiguo. Aunque para decir la verdad, ellos estaban aburridos de estar viéndola, pero el momento de tranquilidad entre ellos dos era algo sumamente perfecto.

El mayor lo estaba abrazando, mientras que el menor estaba jugando con su pelo; al final decidieron apagar la televisión, para estar un momento sin interrupciones entre ellos.

— ¿Y qué cosas quieres hacer, mi amor?— preguntó el mayor mientras que le daba unos pequeños besos en el cuello, haciendo que este se riese por las cosquillas que estos le causaban.

— Ah— suspiró—, no lo sé; podríamos hacer muchas cosas.— este se acomodó para poder estar encima de las piernas de su novio, mirándolo cara a cara, mientras que acomodaba sus brazos alrededor de su cuello mientras que lo besaba dulcemente en los labios.

Las manos del español bajaban lentamente hasta poder llegar a las caderas del contrario, acariciándolas y tocándolas suavemente; haciendo que el menor diera un gemido bastante agudo, momento en donde el mayor aprovechó para meter su lengua dentro de su cavidad bucal, comenzando una batalla.

Después de un par de minutos ellos tuvieron que separarse; fue obviamente por la falta de oxigeno.

— Joder, besas de una manera increíble.— Dijo el de ojos naranjas mientras que miraba al de ojos ámbar, el cual estaba con sus mejillas teñidas de carmín.

El mexicano procedió a darle unos besos en su cuello, haciendo que el español de unos cuantos gemidos ahogados; y este aprovecho para bajar sus manos hasta los muslos del peli-blanco, haciendo que dé más gemidos placenteros.

— T-Towntrap, y-ya no q-quiero— tartamudeaba el menor mientras que sentía esas caricias recorrer por su cuerpo.—, por favor.

— Dale, amor— insistió mientras que lamía el cuello del contrario.—. No seas cruel, no me dejes con las ganas...

— No jodas, dije que no.— este lo separo; en realidad tenía ganas de seguir, pero quería hacer que el joven de cabellos anaranjados sufriera un poco. Como una pequeña venganza por lo que le había hecho el otro día.

— Por favor— comenzó a darle más besos en la mejilla, y no iba a parar hasta que el de ojos ámbar le hiciese caso.—, te prometo que no te arrepentirás; juro que seré gentil, bebé.

— No me siento listo para esto— dio de escusa mientras que veía que el chico que tanto amaba ponía rostro de cachorrito, algo que siempre hacía que el menor cambiase de opinión.—, y no me hagas esa cara de perrito faldero, ah.

Para no verlo, le puso una sabana en el rostro para cubrirlo totalmente y no tener que ver su adorable gesto.

El mayor vio entre sus pantalones, observando que tenía un enorme bulto en su entrepierna; quería calmar al menos un poco su excitación con el mexicano, ya que después de todo fue él la persona que lo provocó. Y no tenía ganas de hacerse una paja con sus propias manos, en realidad quería sentir el interior de su amado, pero no se puede hacer todo.

— E-Eak- le susurró; cuando vio que el menor estaba prestándole atención, bajo sus pantalones junto a su bóxers, haciendo que su pene estuviese al aire.—, si no te sientes listo para hacerlo, al menos mastúrbame. Quiero que calmes esto, aparte tú lo iniciaste.

Se sonrojó más de lo que ya estaba; nunca había visto el miembro de su novio, y es raro que le estuviese pidiendo que calmase su erección. Al final se acercó al mayor, poniéndose a su lado, mientras que su mano izquierda comenzaba a acariciar un poco el glande del contrario.

— Ngh~— el mayor dio un pequeño gemido insonoro al sentir esa caricia, cosa que hizo que el de cabellos platinados se sintiera bien.

Su mano comenzaba a pasar por toda la longitud del falo, y así comenzar a hacer un vaivén lento; torturando poco a poco al mayor, haciendo que este de un pequeño quejido por eso. Estaba comenzando a desesperarse.

— ¿Puedes hacerlo un poco más rápido?— miró a su novio, quien estaba más concentrado en su "trabajo" que en otra cosa.— Joder, me duele.

— Pero las cosas hay que hacerlas lentas, así son más placenteras.— apretó su glande después de decir eso, haciendo que al mayor le de un pequeño escalofrío.

— Amor, te lo suplico— estaba cansado de el vaivén tan torturante que le hacia, comenzaba a temblar un poco las piernas.—, por favor.

El menor dio una pequeña sonrisa al oír eso, ver que su novio le suplicaba para que hiciese algo le fascinaba demasiado; para él era como ser el que mandaba en la pareja.

Su mano comenzó moverse más rápido, haciendo que el español pudiese disfrutar también de eso. Solamente podía sentir placer. Unas cuantas gotas de liquido pre seminal salían del glande, haciendo que su miembro pudiese lubricarse y poder hacer que el menor hiciese un poco mejor su trabajo.

El de cabellos anaranjados comenzó a besar y morder el cuello del contrario, mientras que sus manos hacían que se pusiese encima de él. Luego su mano la puso en el trasero del menor apretándolo un poco, haciéndolo gemir, aunque este no quería desconcentrarse en darle placer a su amado.

Un beso apasionado hubo, sus lenguas jugueteaban entre sí mientras que el oji-ámbar continuaba con lo suyo, el mayor ponía su cabeza hacia atrás y suspiraba un poco más fuerte de lo habitual.

Después de unos cuantos minutos, el de ojos naranjas sintió un cosquilleo abajo avisándole que iba a llegar al orgasmo dentro de poco; así que dio un gemido corto antes de correrse, sin darse cuenta de que había manchado la cara del menor con su semen.

— Ah, lo siento— se levantó rápidamente para poder buscar en sus cajones algún pañuelo, cuando lo encontró, comenzó a limpiar su rostro.—. No quería manchar tu rostro de esta manera.

— Je, no importa.— Rió un poco mientras que se limpiaba—. Estoy bien, estas cosas pueden pasar.

El mayor se subió los pantalones y después se acercó al de cabellos grises para darle un beso en la frente.

❥๑ו°

Me tardé, aaaAAAA.