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✧ *̥ೄೖ Con ropa;

.°⑅ʚɞ⑅°.

El sol ya se había ido; la noche comenzaba a aparecer entre las nubes de lo fresco que se encontraba el momento, se puede decir que no se podía ver aquella redonda luna que brillaba como un reflejo que sientes al abrir los ojos después de una necesitada siesta; Eak se encontraba en su habitación preparando sus cosas para dormir: su pijama, sus pantuflas de <inserte algún animal aquí> y una linterna, por si había algún ruido molesto que arruinara su soñar tan precioso. Acomodó su cabeza en la almohada blanca cómo la nieve recién caída del cielo, y se tapó con aquellas sabanas limpias que había puesto hace un par de horas.

Sus ojos ya se cerraron completamente, haciendo que el joven de cabellos blancos se quedara profundamente dormido. Se encontraba muy cansado, ya que había trabajado mucho haciendo los deberes en su casa, más el viaje en ese caliente auto que hacia que sudara de una gran manera. Sin duda, que quería llegar a su casa a dormir tranquilo.

Estaba en su mundo de maravillas hasta que sintió un cuerpo pesado encima de él, era un peso que se había puesto de repente, sin algún aviso previo, agarrándolo completamente de sorpresa. Al abrir los ojos, pudo ver a su pareja encima de él, haciendo que quedara completamente confundido por aquella situación tan extraña.

— No tengo sueño.— Dijo el chico de los cabellos naranjas mientras que daba una sonrisa perversa que se podía notar a distancia.

— Pues yo sí, cabrón— exclamó enojado, mientras que lo observaba fijamente.—. ¿Podrías irte ya? Estoy intentando dormir.

— Entonces sólo duerme, yo puedo hacer esto solo. Solamente tienes que prestarme tu cuerpo por unos minutos o horas.— Comenzaba a besar sin pudor alguno el cuello del contrario. Mientras que sus manos acariciaban lo que serían la espalda y el trasero del mexicano; su lengua recorría sin parar ese cuello que tanto le gustaba, mientras que oía unos pequeños quejidos por parte de su novio.

— Towntrap— gimió el nombre de su contrario, con sus manos intentaba alejarlo de su cuerpo para que parara lo que estaba haciendo.—, por favor. Quiero dormir, juro que dejaremos esto para mañana.

— Uno rápido no hace daño, ¿verdad?— se acercaba a continuar con aquellos toqueteos que eran indebidos, pero que le encantaban tanto al joven de ojos ámbar.

Entre un pequeño quejido, sin tener tantas ganas, el de cabello blanco dio un suspiro, mientras que miraba a su pareja para decirle:

— De acuerdo, solo unos veinte minutos y después te vas de mi casa— da un bostezo.—. En serio que necesito dormir un poco.

— Okey— respondió con alegría, mientras que daba una pequeña risa.—. Prometo que no tardare mucho.

Las manos del español comenzaban a bajar a la cintura del contrario, y con su lengua pasaba por aquel cuello. Podía oír cerca suyo los gemidos ahogados que daba Eak por sentir ese tacto tan excitante para él. No sé quería molestar en quitarse la ropa en su totalidad, admitía que estaba un poco cansado para hacer eso. Así que solamente le bajó un poco la parte de abajo del aquel pijama, después, desabrochó su pantalón para dejar por lo menos su bulto visible.

Se apegó al contrario, haciendo que su paquete y la entrada de su pareja rozaran entre sí, mientras que con la mano que tenia libre comenzaba a acariciar a través de la tela el miembro de su novio.

Unieron sus labios en un tierno beso; los bóxer del pasivo fueron bajados sin que este se diera cuenta, para luego sentir como el pene húmedo y caliente de su pareja entraba descaradamente en su interior. Aunque el dolor ya era costumbre y el de cabellos blancos ya no se quejara de las penetraciones, admitía que lo sentía un poco incómodo cuando entraba.

Las embestidas comenzaron. Los brazos del mexicano se encontraba rodeando la espalda del español, los gemidos se podían oír si se acercarse un poco a aquella casa. Podían sentir cómo ambos cuerpos estaban cálidos por aquel acto. Sus manos se encontraban entrelazadas, mientras que sus bocas aun continuaban chocando entre sí, y sus cuerpos moviéndose para continuar haciendo aquella acción que les encantaba.

[…]

Ya era de día, y ambos jóvenes se encontraban dormidos; agotados por todo lo que habían hecho la noche anterior. Pudieron sentir la luz del sol entrar en su ventana haciendo que iluminará sus caras.

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Me tardé un culo pero es que edite este capitulo treinta y mil veces, y lo reescribí como dos, idk. Para que al final me saliera una wea tan corta.

30DOTP❜;; Towneak ft. #fhsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora