VI

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— eres lo más bello que he visto en mi vida — suspiró.

— si supieras cuantas veces me mintieron con eso...

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— vuelvo en un segundo — el castaño se levantó de la silla tomando su mochila gris y salió del restaurante. Brian suspiró.

No estaba celoso, ¿o sí?, bueno, él había tenido novias, una, probablemente dos. Pero nunca así, ellas eran muy frías con él, tampoco es como que se queje, esas eran "su tipo", no le gustaba la gente que hacía mucho ruido, volviendo al tema, a veces ni siquiera se dejan besar; ¿y si con un chico era diferente?

¡No!, ¿qué estaba pensando?, él era igual de heterosexual que Ricky Martin, vale, esa no fue muy buena referencia, pero si era todo un macho pecho peludo derrama testosterona domador de Leones bebé que podría tener a cualquier mujer que quisiese, pero no tenía por elección (elección de ellas, claramente). Pero, jamás se imaginó a el mismo con otro hombre.

Necesitaba despejar su mente.

Sacó de su mochila el cuaderno, se había planteado el leerlo como a un libro, una nota por vez. Lo abrió y busco la hoja en la cual se había quedado.

Me duele...
No quiero sentirte aquí,
Verte todos los días,
Me lastima
¿Lo has considerado al menos?
¿Sentir algo por mí?
Me hace darme una ilusión el hecho de que me sonrias
Fuí un idiota al creer que podrías quererme.

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Jae rebuscó enojado entre la basura de su mochila y bufó.

— ¿porqué tan enojado ahora? — Wonpil comenzó a quitar su camisa.

— no encuentro mi cuaderno — sacudió su mochila y toda la basura cayó sobre la banca donde estaba.

— ¿el gay? — el castaño rió entrando a una de las duchas con una toalla en la cintura.

— callate si no quieres que te recuerde quien es gay — se sentó sobre una banca.

— tu también lo eres — dijo el menor bajo el chorro.

¿Cómo llegó ese momento?. El  turno de los tres jóvenes meseros había terminado. El restaurante contaba con duchas, pues no tenía un aire acondicionado y todos los días terminaban sudados. Jae comenzó bañarse cuando de la nada recordó su cuaderno, corrió semi desnudo hasta su mochila con la esperanza de encontrarlo entre su desorden.

No había escrito en dos días, no lo veía necesario, había tenido los mejores días de su vida, así que no lo había visto.
Pero ese mismo día, un niño derramó una malteada sobre su camisa blanca, un anciano le gritó en el oído y para rematar, cuando un guapo y castaño chico sentado junto a otro peliazul apareció, deseo acercarsele, pero el joven y entrometido Wonpil lo interrumpió diciendo que era su descanso, el primer día solo fue una ilusión.

Necesitaba describir al precioso chico en sus propias (y exageradas) palabras. Necesitaba plasmar en letras su día de mierda. De la nada sintió miedo, ¿qué haría si alguien lo encontraba? ¿y si creían que era gay como Wonpil lo hacía?

Bien, era bisexual, esa no era una ofensa en sí para él, pero lo que si le preocupaba era que leyeran lo que tanto guardaba.

°.•RED NOTE BOOK•.° [Parkian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora