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Capítulo 27

Brad's POV

Sabía que no estaba bien.

No quiero herirla, no quería verla mal y la mejor manera de evitarlo es hacerme a un lado.

¿Si la amo? La amo de pies a cabeza, no podría vivir sin su sonrisa... Y es por esto que no soportaría verla mal.

Es lo único que puedo hacer... Alejarme ahora y dejar que con el tiempo me olvide y se vaya sana y salva.

Odio dejarle el camino libre a cualquiera con tan bonita chica, y voy a odiar el momento en el que vea que esta con otro chico. Sé que no lo voy a soportar, pero tampoco soportaría ver caer lágrimas de aquellos ojos.

No puedo ser el chico que ella necesita, y no voy a serlo nunca.

Voltee y ahí estaba ella, dormida con su cabello revuelto pero llena de paz.

Sé que probablemente me arrepienta de esto luego.

Me levanté tratando de no despertarla.

Hoy comenzaría mi largo proceso, ya no estaré cerca.

Me vestí y salí silenciosamente de mi habitación.

Baje cada escalón con aquel sentimiento de dejar algo muy importante detrás, por primera vez me iba de mi casa sintiéndome un completo extraño.

Tome mi chaqueta y me fui de aquel lugar.

Comencé a caminar, ni siquiera tome el auto de mi hermana.

Las calles parecían ser más frías, el sol ya no calentaba tanto... O era yo que sentía aquello.

Un nudo en mi pecho se interponía en mí respirar... Ahora sé que siente una fan al dejar el m&g.

Respirar ondo ya no servía, esto se hace difícil a cada paso.

Las nubes se interponían en el cielo, ni siquiera el día me ayudaba.

Llegue a la boca del subte, entre y con mi cabeza gacha comencé a perderme entre la gente.

Ya ni siquiera sentía duros los empujones de la hora pico. Dolía más el sentimiento de pesadez.

Yo nunca voy a ser ese chico que la pueda abrazar siempre que lo necesite, jamás voy a estar en su cumpleaños, nunca voy a conocer a su padre y ver la cara de aceptación en su cara.

Pero si seré el cobarde que no puede decirle adiós.

Al ver a Nat con Conor anoche me di cuenta de que jamás podré ser el novio que Julie necesita en su vida, nunca seremos esa pareja perfecta en especial cuando ya no nos queda tiempo juntos.

El tren se detuvo enfrente de mí, subí y ni siquiera me senté.

Para colmo, el destino se puso en mi contra y un montón de parejas abrazadas se encontraban allí.

A mis costados parejas besándose y enfrente mío un joven militar con su bolso a los pies y su novia, ambos estaban besándose.

Me sentía muy mal, cada pedazo de mi se estaba cayendo... Pero prefiero que sean mis pedazos y no los de Julie.

(...)

—Brad ¿Te sientes bien? —Preguntó James—Te veo decaído.

—No, nada.

—Viejo, sabes que puedes hablar conmigo... Yo lo hice cuando lo necesité y evitaste que me salga.

—James, lo juro estoy perfecto.

—Si tú dices—Dijo dándose por vencido.

Hice un par de acordes en la guitarra.

—¿Cómo van las cosas con Julie?

—De todas las cosas ¿Tenías que preguntar eso? —Dije.

—¿Que sucedió?

—Las cosas están perfectas—Dije.

—Bueno comunícaselo a tu rostro y tono de voz.

—Planeo alejarme de ella este tiempo.

—¿Por?

—Creo que es la mejor forma de apartarla y no destrozarla tanto para cuando se vaya.

James se quedó en silencio tratando de analizar mis palabras.

—Entonces tu idea es alejarte y hacerla pedazos, hacerla sentir que hizo algo mal para no destrozarla luego—Dijo irónico—Como si antes o después hiciese la diferencia.

—James no sé si la hace pero jamás seré el chico que ella quiere que sea.

—¿Y quién puede serlo? ¿Crees que si tu no lo eres alguien más lo será?

—Ella se merece a alguien mejor, alguien que puede darle el mundo.

—Créeme tu eres su mundo.

(...)

Un día, dos, ya van tres.

Tres días en los que no he siquiera hablado con ella.

Me levanto antes que ella, vuelvo tarde... Lo suficiente como para ni siquiera decirle buenas noches...

Hace tres días ya no la beso.

Hace tres días ya no la abrazo.

Hace tres días ya no le digo te amo.

Me hace trizas... Pero es lo mejor que puedo hacer.

Tal vez algún día la podré volver a ver y todo esto será un borroso recuerdo.

Algunas cosas no están destinadas y yo no estoy destinado para ella.

Me conozco lo suficiente como para decir que me dolerá más la distancia que esto.

Y una vez más, llegué a mi casa, aquel lugar lleno de recuerdos que me traen a Julie a mis brazos.

Aquella noche en la que volvimos algo ebrios y nos besamos en la cocina.

Esa cena de año nuevo en la que bailamos juntos.

Aquella primera charla que tuvimos luego de prepararle un desayuno y fingir que se lavar los platos... Solo para impresionarla.

Y por último debajo de la escalera en el corredor, aquel beso que trajo nuestro amor a la luz.

Ese beso aún me da cosquillas en mis labios cuando lo traigo a la memoria.

Me senté en el último escalón y como u niño apreté mis rodillas contra el pecho.

Escondí mi cabeza en entre mis rodillas y lágrimas brotaban.

Simplemente dolía demasiado, pero prefiero que me duela a mí.

—Bradley ¿Amor que pasa? —Y su voz hizo que mi corazón pegue un saltó.

Ese latido hizo que supiera que aún seguía vivo mi corazón.