Capitulo15: Un deseo para Jack

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Narra Astrid:

- Me siento avergonzada por causarte muchos problemas- baje mi cabeza

-Oye tranquila- me toco el hombro- recuerda que cuando eramos niñas era yo la que siempre metía en problemas a ambas.- solté una carcajada

-Oh claro, recuerdas esa vez que llenamos la casa de mi tío con muchas arañas.

-luego salio gritando como nena y toco llamar a los  “exterminadores”-como no recordar ese día- y recuerdas ese en que por intentar robar pastelillos robamos las gemas de su majestad que estaba en esa misma pastelería y había dejado en la mesa las gemas que nos la terminamos comiendo

-luego terminamos en el hospital con regaños por parte de nuestra niñera- las dos estábamos riendo  fuerte- y nos decía les he dicho un centenar de veces genia Astrid y Merci que no tienen que robar.

-si, pero luego iba por pastel- recordaba ese día- hasta que ella falleció- Merci se callo abruptamente

-oye al menos sabemos que ella fue al cielo- le dije

-claro que ella se iría directito arriba era un ángel- luego de eso seguimos charlando por horas.

-Astrid y dime que exactamente estas haciendo aquí- y esa era la pregunta que quería evitar

-bueno...- pase mi manos por mi cuello a modo de frustración

-¿Astrid?- maldita sea no quería responder

-bien-solté el aire- quiero averiguar sobre mi caso- saque de mi bolso el libro

-Ajá y ¿que más?- logré sacar el libro y lo puse en la mesa

-¿a qué te refieres?- la mire

-no lo se- empezó a caminar alrededor mio- tal vez un ¿amo?

-Agh, sabes que odio que le digan a los humanos de esa manera- se encogió de hombros

-es la ley- me miro fijamente hasta sentí que me veía el alma- ¿entonces?

-entonces que- me di la vuelta y seguí ojeando el libro

-No te hagas la tonta, niña- escuche que se acercaba- me vas a decir que paso entre ese “humano” y tu.

-Nada-respondí simple

-¿cómo que nada?- me giro- pues ¿sabes? tus ojos dicen lo contrario

-No se de que hablas- gire y me fui a la cocina

-tu sabes muy bien de lo que hablo- abrí el refrigerador y pase una ojeada para ver que voy a comer- tu no puedes mentirme

-No lo estoy haciendo- saque una cartón de un jugo y me lo tome así, sin poner en ningún vaso

-claro que si- sentí sus manos en mis hombros y luego me vi sentada en una silla del comedor-y te lo voy a demostrar- se separó mientras yo me encogí de hombros y seguí tomando el jugo- estoy 50% segura que estas enamorada de ese “humano”- escupí todo el jugo que tenia en mi boca, logrando que empapara a Merci

-lo siento- me levante y fui a ver una toalla

-no importa-seguí caminando y ella seguía detrás- pero dime ¿estoy o no en lo correcto?- entre al baño y le pase unas toallas mientras ella se secaba respondí

-no se que te andas tomando pero hipo y yo no tenemos nada- le dije segura

-así que así se llama- asenti- entonces ya se como shipearles que tal ¿Histrid? - rodé los ojos y salí del baño- no no que tal ¿Astripo? O ¿Aspo? No suena tonto

Me enamoré de mi genia de la lampara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora