Alone

Por @DrawForLove

Un chico de ojos esmeralda se encontraba sentado en la banca de un parque. Sólo y pensativo. Sus párpados enrojecidos eran señal inequívoca de haber pasado por una situación que le había rebasado. Su labio inferior igualmente tenía señales de maltrato consecuencia de la ansiedad que había sufrido su dueño. Sencillamente se encontraba intentando hallar las fuerzas para continuar con su vida.

Pero, ¿cómo hacerlo? Cuando aquel a quien le consideró su todo había decidido dejarle después de unos meses de estar juntos. ÉL era su vida.

Dicen que es peor la caída cuando te elevas demasiado y justo eso le ocurrió al moreno. Saber lo que había sido probar esos labios, tomar esa cintura tan diminuta que creía que se rompería si no tenía cuidado al tocarle, haberse visto reflejado en esos ojos del color del fuego...

Sólo atinó a tomar su cabeza entre las manos y llorar con todas sus fuerzas.

El cielo parecía compartir su tristeza al comenzar una pequeña llovizna.

Su inseparable guitarra afortunadamente estaba resguardada en su estuche, sin embargo para su dueño, parecía importarle poco el destino de esta.

Recapituló tratando de encontrar el fallo en esa historia.

Pensó en la primera vez que se encontraron. Que tocaron juntos como rivales. La ruptura de su orgullo al comprender por fin que lo que sentía por el chico de los cabellos violetas y su consecuente temor por confesarle sus sentimientos, para finalmente armarse de valor y esperar con el corazón totalmente expuesto.

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-Bien Maestro, hemos terminado la práctica. Creo que debo irme a casa.

-Bonnie, espera. – El chico tomó la mano del aludido. Su rostro oculto en su flequillo no hacía sino causar curiosidad en el mayor. Pese a esto era notorio el sonrojo del chico de cabellos turquesa.

-¿Qué pasa? ¿Te sientes bien, necesitas agua? –

-No- Interrumpió el de ojos verdes. Estaba visiblemente nervioso y sus labios temblaban.- Estoy bien. Debo... debo hablar contigo, no puede esperar. –Bonnie lo miró con preocupación.

-Maestro, perdón. Si hice algo que no estaba bien y estás molesto yo...- Bon por fin le miró a la cara, un par de esmeraldas le miraban con decisión.

-No es nada de eso Bonnie. Yo... te quiero. – El mayor se quedó en silencio abriendo sus ojos ante la impresión de lo que estaba escuchando. – Antes de que digas cualquier otra cosa – Le dedicó una media sonrisa. – No es... querer de amigos, ni de hermanos Bonnie. –El más bajo sólo se limitó a abrir los labios, pero su mente no podía formular una sola palabra.

De alguna manera... a Bonnie no le eran del todo desconocidos los sentimientos de su Maestro por él. Era demasiado suspicaz, podía notar eso fácilmente entre sus amigos, por lo que se sorprendió a sí mismo de estar reaccionando de esa manera.

Hizo un recuento de todas las veces que le había demostrado su cariño de forma indirecta. Las ocasiones en las que actuaba raro y perdía la compostura al hablar con él. De la ocasión en la que lloró al disculparse por el asunto de las partituras*. Sólo atinó a sonreír.

-¿Es querer de maestro y alumno? He, he, he.- Se burló mientras veía ensombrecerse el rostro de Bon.

–S-sí...- Afirmó decepcionado.

-Entonces... creo que podemos intentarlo.- Levantó la mirada rápidamente. –Yo también te quiero Maestro.

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Ese punto fue el inicio de muchas cosas dulces y amargas. Mensajes nocturnos, prácticas cuya cercanía cada vez era más palpable. Su primer beso...

Las discusiones entre bandas, el reproche por ser derrotados en el evento de primavera ante los Animatrónicos. Los problemas con Toddy y su padre.

No lo habían hecho público, pero los Nightmare en seguida averiguaron cómo llegar hasta Bon, por lo que sometían al de ojos rojos a cada vez mayor castigo y con mayor frecuencia. Cosa que no siempre lograba evitar el moreno.

Más nada de eso opacaba completamente el afecto que se tenían. Por ello... lo que ocurrió esa tarde fue algo inesperado y devastador.

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-¡Conejito! Je, je. Aún me da vergüenza llamarte así – Saludó entusiasmado el Toy al encontrarse con el mayor.

-Hola... Bon- Dijo fríamente.

-¿Pasa algo?- Sonrió nerviosamente – Sé que mañana cumplimos meses así que quería saber si querías hacer algo especial. – Las palabras salían a borbotones en un intento desesperado por ver alguna reacción en el chico, el cual evitaba a toda costa su mirada.

-Ehm...- carraspeó – Bon, olvídate de eso-

-¿Eh? Bueno... si no quieres hacer algo especial pues... podemos practicar como todos los días. Prepararé una canción que sé que te va a gustar...-

-...Basta- Interrumpió el de cabello morado-

-¿Q-qué pasa? ¿T-te duele algo? ¿no te sientes bien?- Se podía percibir un leve dejo de desesperación en su voz.

-No quiero seguir con esto. Se acabó Maes... Bon. – Cada palabra se clavaba en el corazón del Toy. Luchó por evitar el llanto inútilmente. Sólo se limitó a sonreír.

-Bonnie, ¿hice algo que te molestara?

-N-no. Es sólo que debemos ser realistas. Esto... fue divertido pero pronto tendré qué pensar en la Universidad. No quiero una relación a distancia. Esto se terminó.

-¿Es eso? – Bon reía con el rostro inundado en lágrimas.

-Sí.- Bonnie tenía una mueca de visible incomodidad. Parecía que se rompería en cualquier momento.

-Yo... está bien. Entiendo. Gracias por todo lo que hiciste por mí este tiempo.

-Adiós, Bon.

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Y ahí estaba él, en esa fría banca del parque con el corazón completamente desgarrado. Intentando unir las piezas que quedaron de lo que alguna vez fue un chico seguro y lleno de energía.

Tomó su guitarra y empezó a andar camino a casa.

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-Hice lo que me dijiste. Sólo prométeme que él estará bien.- El chico que nunca lloraba, que era inmune a los golpes estaba visiblemente afectado. Sus ojos se encontraban completamente inundados mientras su interlocutor reía.

-Veo que después de todo eres listo. Bon no podría triunfar contigo como lastre. Si de verdad lo quieres como dices... déjalo en mis manos. – Sonrió- ¿Cómo siquiera podría triunfar como músico si la gente se entera de que tiene una pareja como tú?

-Ya... lo entendí.

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Un chico de ojos esmeralda se encontraba caminando bajo la lluvia. Dejando que las lágrimas se confundieran entre las gotas heladas.

Ese mismo chico se juraba en silencio olvidar y cerrar para siempre su corazón. Había aprendido su lección.

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Bueno, este es mi primer fic. No es mi terreno chicas y chicos. Ando con la tragedia a todo lo que da. No me maten. Ya tenía ganas de ver algo trágico en el fandom y... pues no se me da tanto la escritura. Como podrán ver lo improvisé porque la portada fue un dibujo que hice el viernes. Si quieren pueden pensar que es el duelo de Bon una vez que llegó a su casa.

En todo caso espero les guste.

Draw for Love. (TW/ @DrawForLove)