Bon estaba revisando sus correos electrónicos. Se sentía decidido a comenzar ese nuevo periodo de su vida con el pie derecho. Desde que ocurrió... Lo que pasó... Había bloqueado a esa persona de sus redes sociales, mensajería y cualquier cosa que lo hiciera recordarle, incluso su móvil estaba limpio de fotografías.
Pero después de tanto tiempo los ojos se le cristalizaron al leer los mensajes que una de las redes sociales había almacenado y enviado a su bandeja de entrada.
Bonnie Williams escribió: "Eres lo mejor del mundo, Bon".
Sabía que sería un día dificil.
No tenía demasiadas posesiones materiales que le recordaran la relación. Sólo una sudadera, un par de CD's y algunas partituras. Lo pondría todo en una caja y le pediría a Joy que se la hiciera llegar a Freddy. Confiaba en que llegarían a su destino.
Suspiró. Tendría qué lavar esa sudadera. Había llorado tanto sobre ella que ahora le daba vergüenza. ¡Qué estaba pensado! Se reflejó en el estuche de uno de los discos y sonrió: Estaba completamente sonrojado.
Guardó cuidadosamente los objetos en una caja pequeña y echó la prenda a la lavadora.
No importaba lo que había pasado. Se había decidido a no sufrir más de lo necesario*. Sonrió satisfecho ante su determinación y se puso a ordenar su habitación.
Corrió las pesadas cortinas dejando entrar la luz que buena falta le hacía a esa alcoba.
Sacudió y limpió los muebles. Ordenó los cajones. Incluso canturreaba al hacerlo. Estaba feliz.
De repente su expresión cambió de golpe. Su gesto se descompuso y no pudo evitar sentir que su corazón se estrujara. Los ojos se le cristalizaron mientras tomaba entre sus manos el objeto que le rompió el ánimo: un par de gafas con el cristal quebrado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejó de limpiar ese día. De repente se sintió cansado.
-----------
La rubia miraba el cielo despejado. Era un bonito día y todo pintaba para ser una ocasión divertida. Entonces ¿Por qué estaba nerviosa? La respuesta llegó a ella en forma de un cono de helado con chispas.
-Aquí está su helado, señorita- el chico hizo un gesto galante, pero en realidad se moría de los nervios, incluso sentía su cara arder. Esperaba que ella no se burlara pues de verdad lo estaba intentando.
-Muchas gracias caballero~- contestó la chica de ojos violetas levantando el meñique con fingida elegancia. Ambos estallaron en risas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
