III

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III
Tras el velo de la noche se aglomeran sentimientos,
esos que de día me callo
pero en la noche yo pienso.
Es ahí mientras medito en todo lo que siento,
pero más, más, en lo que de ti me pierdo.

Son en tus ojos, esos luceros que yo amo
tu boca que tanto beso, beso, y beso,
tus manos que sostengo
y en la calidez de tu piel, en donde me pierdo.

Es en esas noches, donde te veo dormir,
sentado en la silla y la cabeza cerca de mis rodillas,
mientras paso mis manos por tu pelo,
y se me escapa en un suspiro, el sentimiento.

Es ella la testigo de lo que siento,
ese amor y también eterno agradecimiento
pues mi amado, desde que yo te vi caminando
me volví tuya y tras tus miradas,
tú fuiste mío.

La noche se va empañando pero aún te pienso.
Siento tus manos en mi frente
y yo ahí tras tu beso en mi frente me pierdo.
No me importan los testigos,
sean enfermeras, médicos o enfermizos.
Que sepan que también te amo
y que me valen las miradas mientras me besas,
pues mi vida ya solo depende
de nuestros tiernos suspiros.

Cartas al infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora