Luto de Plumas.

Párrafo Cinco: Zack.

Después de dejar a Sid en el baño, Crystal quiso tomar una caminata para despejarse y recomponerse un poco, luego de tanta emotividad que al parecer nunca acabaría. Terminó por sentarse en una banca lo suficientemente lejos como para no escuchar a nadie pidiendo condolencias, aunque en menos de cinco minutos ya veía que Zack se dirigía a su dirección.

Observó sus lentes oscuros y los quitó suavemente. Mientras analizaba su expresión ella notó las bolsas debajo de sus ojos, junto a la misma sensación de dolor que vio en sus demás amigos. Él la observó expectante, a sabiendas de lo impredecible que la chica era y esperando su siguiente movimiento.

—No es necesario que hagas como si no te afectara nada —soltó finalmente, mirando hacia el frente. Zack bajó la mirada y suspiró fuertemente.

—Bueno, alguien debe hacerlo.

—Explícame una cosa —pidió—, ¿Has dado algún abrazo en donde seas el consolado?

—¿Crees que necesito un abrazo? —bufó, incrédulo.

—¡Claro que no! —exclamó, volviendo su mirada hacia él.—Lo que necesitas es dejar ese papel de "hombro para llorar" y hacerte cargo de tus sentimientos, porque es evidente con tan solo mirar tus ojos el hecho de que estás cansado de pretender.

—No estoy pretendiendo nada, lo único que he hecho es apoyar a la chica que amo junto a mis otros amigos y también pretendía hacer contigo —explicó, con una voz suave. —Y si no he expresado nada, es porque simplemente no he tenido la oportunidad.

—Bueno... —señaló lo privado que era el lugar. —Creo que ahora la tienes.

El silencio perduró un lapso de segundos, en los que Zack permanecía mirando hacia el suelo y Chris notaba cómo sus ojos se cristalizaban suavemente. Finalmente le dedicó una mirada y se relamió los labios mientras negaba, tratando de buscar las palabras indicadas que describieran lo que sentía.

—Si te molesta un poco, puedo comenzar primero —insinuó. Ahora la que miraba hacia una dirección distinta era ella. —Yo... siento como si hubieran arrancado la mitad de mi ser, y ahora debo hacer el arduo trabajo de regenerar ese espacio. Sé que tardaré una eternidad, porque en estos instantes solo quiero irme de aquí y borrarme del mundo un tiempo —a esas alturas las lágrimas caían en las mejillas de ambos como gotas de lluvia. Lo volvió a mirar y sonrió débilmente, dándole a entender que era su turno.

—Me niego rotundamente a seguir viviendo en un lugar sin un Noah entre nosotros —soltó, decidido. —Encuentro que vivir esta mierda es tan injusto, para ti y para nosotros. Odio que su muerte tenga responsables que siguen en este mundo, haciendo como si nada estuviera pasando. Mi postura se inclina firmemente a la impotencia, pero sé que él está en un lugar mejor donde sea que haya ido, pero demonios, ¿Por qué tiene que ser tan difícil? —se quebró al final, ocultando su rostro con las manos.

Crystal no lo pensó dos veces antes de abrazarlo, dando la sensación de que nunca lo soltaría. Él aceptó el tacto de forma recíproca y dejó de ser el "hombro para llorar", soltando su tristeza en sollozos llenos de furia y frustración. A medida que ambos se calmaban sus cuerpos se separaban lentamente, y finalizaron mirándose frente a frente.

—Creo que... —sorbió su nariz— sí necesitaba un abrazo tuyo, Crystal —ella asintió suavemente, y puso su mano en la cabeza para hacerle cariño.

En el fondo, a ella le ayudaba mucho soportar ese día cuando veía a sus amigos intentar hacerlo. Le daba más fuerzas, y de todas formas se sentía comprendida y apoyada. Era como si su relación siguiera siendo unida por Noah, pero desde una distinta perspectiva.