Sangre Sobre El Hielo [JIHAN]

8

Joshua sabia mentir, se estaba volviendo un maestro en eso. Jeonghan parecía haberse calmado un poco escuchando sus palabras, su llanto al menos había cesado. Pero entonces nuevamente el gesto de dolor y las pequeñas perlas líquidas volvieron a aparecer brillando sobre sus bellas pestañas.

-Mi cuerpo no me responde... no veo... no puedo... ni pensar con claridad.

-Nada de eso es permanente -Se apresuró a responder el rubio -. Todo eso pasará, me lo han dicho los médicos.

-...mentira...

-Créeme, así será -continuó mintiendo -. No estás tan mal, esto es normal, todo es muy normal... Jeonghan... ¿tienes una idea de lo que has superado, de lo que tu cuerpo ha soportado? ¿Recuerdas... recuerdas lo que te sucedió?.

Un gesto de concentración y dolor se apoderó de Jeonghan. Parecía estar poniendo todas sus fuerzas en recordar lo que se le preguntaba.

-Discutimos. Te insulté, te golpeé -recordó con culpa, entrelazando sus dedos en el cabello de Joshua -. Te fuiste, me quedó solo... sí, me quede solo... Todo es muy confuso ...pensé que habías regresado, pero no... no puedo... no, no recuerdo...

-Está bien, no es necesario que lo hagas ahora. Es mejor que no pienses en eso, debes descansar.

-Pasos... -Con mucho esfuerzo, como si pesara toneladas, Jeonghan se llevó la mano a la frente, como si aquella presión pudiera hacerle recordar mejor -...pasos, alguien vino... yo te había insultado, te había golpeado...

-Olvídate de eso -Insistió Joshua, ocultando sus ojos llenos de lágrimas-. Ahora ya no importa.

-Pasos, pero no recuerdo nada -Maldijo apretando el puño contra su frente, pero de pronto abrió sus ojos, como si hubiera recordado algo importante. -.Una luz, una luz breve y brillante... ¡El brillo de la hoja del patín! -Exclamó y todo su cuerpo se estremeció de miedo, cual si estuviera viendo nuevamente a su atacante -. Dios santo, Joshua -gimió angustiado -, me golpeó con un patín...

-Lo sé... lo sé -asintió el otro, consolandolo entre sus brazos.

-Pero no puedo recordar quién fue.

-No importa, cálmate.

-El brillo... no me dejó ver su rostro -continuó Jeonghan aún tembloroso, asustado -. Todo fue tan rápido, tan confuso, tan... no recuerdo... no puedo...

-Nadie pretenderia que lo hicieras ahora. Tienes fiebre, estás débil. En este momento sólo debes descansar.

-Algo mojó mi boca... algo mojado me corría por el rostro -Lentamente se acarició la frente y palpó el vendaje -. Era sangre, mi sangre... -concluyó dolorido y acojonado -. Me salpicó los ojos, no pude ver... Estaba mojado, mi cuerpo mojado de sangre... No habló, maldito, ¿por qué no habló? Sí hubiera hablado yo podría reconocerlo, lo sé, pero no dijo nada... O no recuerdo... Sí, la sangre estaba en mi boca y en todos lados, pero yo... no pude verlo...no lo recuerdo... Todo fue rojo al principio... y luego negro... y... No, no puedo, no puedo recordar nada más, no hay nada más aquí - aseguró atañandose el rostro desepcionado.

-Mejor... mejor así, mi amor, deja de torturarte.

-Pero ¿quién puede odiarme tanto? ¿Qué hice para que quisieran matarme? -lloró desconsolado-. Oh, Dios...me siento tan odiado...

Joshua hundió más su rostro. No quería que Jeonghan viera sus lágrimas, quería ser fuerte para él, ser su valuarte, el escudo en donde pudiera buscar refugio, pero el dolor de su niño le partía el alma.

-Yo te amo -Murmuró, apretando los ojos para que las lágrimas cesaran-. Mucho más que el odio que puedan tenerte. Seré tu protector, tu amparo, te daré lo que necesites, no permitiré que jamás nadie vuelva a lastimarte.