Capítulo 3: Ricky (4)

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Es necesario aclarar que yo no terminaba de entender del todo si Ricky era gay o no.
Pero yo suponía que si porque..., al fin y al cabo, conocía a Jeff y, por la forma de comportarse de Jeff, sabía que había una posibilidad muy grande de que Ricky hubiese estado con él...

Ricky no me caía mal, al contrario, me parecía un chico bastante extrovertido. Pero, tenía que calmarme a mi mismo, puesto que no quería apurar nada y ni siquiera sabía si tenía la mínima posibilidad de poder tan siquiera estar con él.

Por ello, cuando me llegó el mensaje de Ricky, por supuesto que me alegre, pero, también, estaba pensando en que tampoco quería, en unos días, estar dependiendo de si me escribía o no y que eso me afectase en mi estado de ánimo.

- ¿Quieres verme mañana, a que debo el honor, jovencito?
- Me apetece que nos veamos mañana, me has caído muy bien y quiero que me acompañes a la peluquería, si no te parece aburrido.
- No, para nada, sin problema. Tú me avisas a que hora quieres que vayamos y me alisto para ello.
- Me parece perfecto, entonces mañana vemos que hacemos con ello.

Y fue así como, ya había vuelto a hacer un plan Ricky, aquel chico que conocí gracias a que Jeff me lo había presentado... Era bastante irónico que un chico que me había jodido bastante con su actitud y la forma de comportarse conmigo, quisiera ahora "arreglarlo" presentándome a un amigo, pero bueno, supongo que eras la mejor forma que este tenía de pedir perdón sin llegar a decirlo...

Llegue a mi casa y toda mi familia ya estaba durmiendo, ya que eran aproximadamente las 23:45 y al día siguiente había clase. OH DIOS, AL DÍA SIGUIENTE HABÍA CLASE Y LO HABÍA OLVIDADO...

Por lo menos, al ser viernes, iba a ser un día en el Laboratorio bastante tranquilo y sin ningún tipo de estrés, que era justamente lo que yo no necesitaba en esos momentos.

Miguel y Esther habían hecho que el día se me pasase bastante rápido. Me había dedicado a contarle a Esther lo increíble que había sido el día y lo increíble que se sentía de hecho de haber podido escuchar a mi artista favorita a 10 metros. Era una sensación indescriptible. Por otro lado, con Miguel me había dedicado a hablarle de lo que había osado dentro del concierto, concretamente lo que había pasado con Ricky y lo que yo pensaba al respecto para que el me dijese que era lo que estaba pasando y por que, quizás me sentía algo raro con esta sensación de conocer a Ricky.

- Verás, lo que pasa es que Jeff te ha dejado tan tocado, que ahora tienes miedo a que una persona que conozcas de la noche a la mañana, te pueda hacer tanto daño, así como te han hecho hace poco, y no te digo que esté mal, si no que es una reacción natural, pero no puedes dejar que una persona condicione en si la forma en la que vas a ver a los demás. No todas las personas son así de malintencionadas; yo solo te dijo que lo dejes fluir, que vayas sin preocupaciones hoy en la tarde cuando salgas con Ricky y que ante todo te muestres como un amigo, porque ni el va a ir a saco ni tú tampoco porque aún estás cicatrizando el daño que te ha hecho Jeff - eso fue lo que me dijo Miguel en un ataque de sinceridad ya que, me veo un poco perdido y sabía que yo necesitaba un empujón con respecto a lo que había pasado... y tenía toda la razón.

Me despedí de Miguel en la estación de bus, ya que hacía poco habíamos salido, y tomé mi bus hacia casa, que tenía que ducharme, cambiarme y alistarme para esa tarde ir a ver Ricky.

Ricky me escribió de vuelta a casa, a eso de las 14:30 más o menos diciéndome que quería quedar conmigo a las 17 en el centro comercial viejo que teníamos en el barrio, ya que allí había una peluquería de un amigo suyo que le dejaba el pelo muy bien. Sin pensarlo dos veces acerté y habíamos quedado en una de las bocas de metro (accesos al subterráneo) para vernos y de allí irnos juntos al centro comercial.

Ricky vivía, al otro lado de la calle principal a la que daba mi calle. Es decir, si la calle de Ricky estaba en la zona de la derecha, la mía estaba en la zona de la derecha. Prácticamente tardábamos lo mismo en ir él a su casa que en ir yo a la mía, por lo que llegamos a tiempo.

- Hola Saúl, estás muy guapo hoy, me gusta como te queda esa camiseta, ayer vestido con una camisa parecía todo un hombre mayor serio y hoy ya pareces un joven como yo, eso me gusta - Me dijo haciéndome burla.

- No sé si sentirme halagado porque me ha dicho guapo o si sentirme ofendido porque me has llamado viejo en toda la cara, que no soy tan viejo, que apenas tengo 18, y cumpliré 19 ahora en Agosto; ve con calma - le dije mirándole sonriente

- Lo decía de broma tonto, quería ver como te ponías según te lo decía, ya verás que yo soy bastante pesado con las bromas, pero si te las hago créeme que es porque me caes bien y porque me ha inspirado confianza, que si no, eh, de lejos, créeme. - me decía intentando excusarse.

Fuimos de camino hacia el centro comercial del barrio, y nos dirigimos hacia la parte de atrás de las tiendas, en la primera planta, que es donde están colocados algunos negocios propios.

Ricky entro saludando y pidiendo turno para cortarse el pelo y le atendieron al momento, mientras yo,  sentado, estaba observando el panorama y las caras que me ponía Ricky desde el espejo, que era una más divertida que la anterior.

Mientras Ricky hablaba con el peluquero, yo me envolví con mis pensamientos y, fue en ese momento en el que me di cuenta de que Miguel tenía razón, no podía dejar que una persona influyese tanto en la imagen que yo llegase a tener de las demás... Y, allí, aseguré que jamás lo volvería a hacer, por mucho daño que alguien me hiciera...

Salí de mis pensamientos, y le devolví una sonrisa a Ricky que me estaba mirando desde el espejo desde hacía más de 10 segundos.

- ¿Te gusto? ¿Te firmo una foto? Si quieres lo hago, le pido un boli al peluquero y lo hago. Mira, de hecho aquí tengo una foto mía, ahora te la firmo - le dije a Ricky riéndome mientras cogía un boli y la revista donde en primera plana salía un famoso.

- Pero que tonto que eres hombre, yo no quiero una que tenga todo el mundo, yo quiero una propia, así que ya estas tardando - me dijo mientras me miraba desafiante y con una sonrisa en el rostro.

Nos empezamos a reír como tontos y en cuanto me di cuenta, Ricky se había levantado de la silla del peluquero y ya estaba listo para que nos fuésemos.

- Bueno, como has sido tan paciente conmigo, vamos a tomar algo, venga, que te invito, de hecho unos amigos míos están en un bar por aquí cerca, y así te los presento para que también les caigas bien a ellos, ya verás que no te vas a arrepentir - me dino insistente.

- Está bien, te acepto la invitación, vamos para allá - le dije a Ricky mientras le miraba la boca. Me volvía loco.

Me encantó haber estado con Ricky en la peluquería, pero me empezó a agobiar el hecho de que me dijese así de buenas a primeras que iríamos con unos amigos suyos. Yo en esa época era bastante tímido y me preocupaba no poder relacionarme con sus amigos, porque a fin de cuentas, me estaría introduciendo más en su vida. No tenía que dejar que estar vez mi inseguridad me ganase, porque no me lo merecía.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2018 ⏰

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