Mundos Diferentes

~Capítulo 1~

En la habitación muy lujosa resonaban los gemidos y gritos de dos mujeres muy sensuales. El olor a sexo se esparcía por todo el lugar.

La pelirroja estaba tumbada en la cama boca abajo.

–Ahhh... ¡Siiii! ¡Siiiii!... Sigue así... ya casi – fuertes gemidos y mucho sudor recorren el esbelto cuerpo de una joven blanca pelirroja –. Ahhhh... Ahhhh... Más fuerte y más rápido por favor! –Su tono de voz en forma de súplica se dirigía a una joven ojiverde que gemía fuertemente en el oído de su compañera.

Mientras que la provocarte de esos deliciosos gemidos penetraba con dos dedos a la joven de cabello corto, se apoyaba sobre ella rozando sus perfectos y bien formados pechos níveos en la espalda de la emitidora de los sonidos excitantes. Jadeaba cada que escuchaba esos gritos provocados por ella.

– Asamii... Ya me ven... – No terminó la frase ya que el delicioso orgasmo se lo impidió, descargando su esencia en la joven de cabello negro que al sentir como el sexo de su acompañante le apretaban sus dedos viniéndose al mismo tiempo.

Ya no podía más estaba exhausta y se dejó caer sobre la joven que se encontraba bajo ella.

Ambas respiraban escandalosamente. Ya no podían más. Habían pasado las últimas 3 horas teniendo sexo casual.

Cuando sus respiraciones se normalizaron se colocaron una al lado de la otra.

– Asami eres una diosa en la cama – Le decía Ginger a la joven Ojiverde. Esta sonreía grandemente, le encantaba el sexo con esa amiga con derecho. Ya cumplían un año y medio desde que se declararon en ese tipo de relación.

– Ya sabes cariño, teníamos un mes de no vernos tenía que recompensarte muuuy bien – Dijo Asami en un tono muy pícaro besando suavemente los labios de su acompañante.

– ¿Quieres más de vino? – Se levantó la de cabello rojo para tomar las copas que habían dejado a un lado de la cama llenando hasta el tope las mismas con el líquido de Henri Jayer Cros Parantoux.

Y es que no estaba de más decir que la joven Sato le gustaba lucirse con lo más fino que el dinero podía pagar.

Una vez terminando el vino ambas jóvenes se fueron a bañar por separado por supuesto y Asami ya con su pijama puesta se despedía de la hermosa actriz.

– A sido un placer volver a verte Asami – La joven de ojos café le abrazó y besó despidiéndose.

– El placer es todo mío Ginger cuídate – Respondió sensualmente guiñándole el ojo y tocando el culo de la joven actriz.

Una vez ya Ginger fuera de su apartamento lujoso. Esta se dirijo hasta la gran ventana donde podía apreciar gran parte de Ciudad República.

Tomó otro poco del vino y se dijo así misma –. Creo que nuevamente me encuentro sola –Sonrió tristemente y un gran nudo en su garganta había empezado a emerger. Cerrando fuertemente los ojos vidriosos tomó de un solo el vino que quedaba en su copa.

Se dirigió lentamente a su habitación. Arregló un poco las sabanas levantándolas se acomodó dentro de ellas, tomó su celular le dio un último vistazo a su Instagram –. Ya tengo 50 millones de seguidores – Dijo dando una sonrisa de fingida felicidad. Cerró la app colocó nuevamente el celular en la mesa de noche y cayó en un profundo sueño.