Capítulo 14

10K 558 16
  • Dedicado a Jessika M VM
                                    

T

Todo era un caos. La puerta del apartamento de Aidan estaba medio abierta, confirmando que algo no andaba bien.

El lugar en general tenía todo lo básico, sin ser ni muy grande, ni muy pequeño. La primera habitación con la que te encontrabas era la sala, con sus paredes color rojo, sus sillones blancos, algunos cuadros... Pero en estos momentos solo podía fijarme en como parecía que hubiese pasado un tornado.

Me agaché para agarrar una de las tantas hojas esparcidas por el piso. Era un dibujo de una chica con ojos grises, el cabello revuelto tan negro como la noche, piel pálida... ¡ERA YO! Agarré más hojas al azar y seguía encontrando dibujos de mí; de mis ojos, de mis labios, leyendo un libro, riendo, mordiendo mi labio, poniendo los ojos en blanco, de mi tatuaje e incluso había dibujado la escena del sillón y cuando nos quedamos dormidos mientras me rodeaba con sus brazos. Pero este último no estaba terminado, era como si lo hubiese estado haciendo antes de que viniesen por él.

Volví a dejar caer las hojas. Podía imaginarme la escena. Él aquí, tirado en el suelo con una sonrisa mientras dibujaba, hasta que llegaron "ellos" (quienes quiera que sean), entrando a la fuerza y tirando todo a su paso. Aidan tratando de huir de "ellos", encerrándose en su habitación o quizás en el baño y llamándome desesperado.

Solo han pasado treinta minutos desde que recibí esa llamada. La llamada en donde me suplicaba que lo encontrara.

─Parece que ha estado muy ocupado queriéndote.

Me sobresalté al escuchar la voz de Kean detrás de mí.

─No tengo tiempo para pensar en eso ahora, cada minuto que pasa, Aidan se acerca más a su muerte. Ellos se lo llevaron solo porque quieren jugar un poco antes. Quieren torturarlo o quizás solo dejarlo ahí, indefenso, que es mucho peor, porque estará aterrado y paranoico sin saber en qué momento van a hacerle daño.

─Lo sé. Cada minuto que pasa para nosotros, es como una hora para él. Una hora de suplicio.

Eché un grito de frustración. Me sentía tan impotente por no saber por dónde empezar a buscarlo.

─Yo solo...

─Sientes que su vida está en tus manos ─él adivinó.

─Sí. ¿No es eso patético? Yo mato a personas, lo disfruto, y ahora tengo que encontrar al chico que tanto detesto y evitar que alguien lo haga. Lo peor de todo es que ni si quiera sé por qué. ¿Quién es realmente Aidan Madden?

─Él es nadie, ni si quiera debería ser una opción.

Regresé a ver a Kean con los ojos bien abiertos.

─ ¿Qué acabas de decir?

Me miró extrañado, pero volvió a repetirlo.

─Que él es nadie, no debería ser una opción.

─Te oí la primera vez ─dije irritada.

─ ¿Entonces por qué me hiciste repetirlo?

De acuerdo a su expresión, no tenía idea de que estaba diciendo las mismas palabras que yo había pensado antes de que Aidan llamara.

─Solo quiero saber qué quieres decir exactamente con eso ─dije finalmente.

─Bueno... Me tomé la molestia de leer su expediente y está limpio. No tiene problemas con la ley, no hay absolutamente nada que pueda provocar que se lo lleven o que lo secuestren. A menos que...

─ ¿A menos que qué?

─Él trabaja en un bar, ¿cierto?

─Sí, podría decirse que es algo así ─respondí.

DESTINOS CRUZADOS (Destino #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora