Capítulo 21

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Aidan comenzó a deslizar mi blusa fuera mientras nuestro beso se volvía cada vez más y más intenso. Con esta ahora en el suelo, estábamos pecho contra pecho sintiendo nuestros corazones latir velozmente.

Oh, Dios.

Solté un gemido cuando sentí sus labios en mi cuello, dejando besos y pequeños mordiscos. Acabábamos de tener sexo en menos de veinticuatro horas, pero actuábamos como si hubiésemos estado en abstinencia toda la vida. ¿Cuándo fue la última vez que Aidan se acostó con alguien antes de mí? ¿Louise, quizás?

Hice una mueca. Tenía que detener esto ahora o sino nunca pararía.

─Tranquilo, saltamontes ─puse mis manos sobre su pecho y lo alejé, ignorando la electricidad que me atravesó por tener su pecho desnudo bajo mis palmas─. Solo vine a hablar.

─ ¿Hablar? ─me preguntó incrédulo, con una de sus cejas levantadas y una sonrisa en sus labios.

─Sí ─me agaché y recogí mi blusa─. Hablar.

─ ¿Y el beso fue por qué...? ─me sondeó y me arrebató la blusa de las manos, lanzándome una mirada divertida.

─Porque... ─suspiré sin que se me ocurriese ninguna excusa y en cambio comencé a caminar hacia su cocina, encogiéndome de hombros.

─Oh, no, ven aquí ─él me abrazó desde atrás, sus brazos rodeando mi estómago desnudo, y apoyó su barbilla sobre mi hombro mientras caminaba conmigo.

─ ¡Basta! ─me reí, tratando de soltarme, pero su agarre era firme.

─No tienes idea de lo maravilloso que es escucharte reír ─susurró en mi oído.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y dejé de caminar.

─Aidan...

─ ¿Quieres algo de tomar? ─me soltó y se acercó a su refrigerador.

─Uhm, sí, solo agua por favor.

Me impulsé, sentándome sobre el mesón metálico y miré fijamente a Aidan mientras sacaba una jarra de agua y la vertía en un vaso de vidrio.

Él tenía el cabello mojado, como si acabase de salir de la ducha hace poco y estaba usando un jean, unas botas color caqui, pero sin una camiseta, solo su torso desnudo.

Al parecer justo en el momento en el que iba a ponérsela, yo toqué el timbre.

─ ¿Ibas a ir a algún lado? ─pregunté, sin poder ocultar mi curiosidad.

─Sí ─me tendió el vaso de agua y yo lo agarré con una media sonrisa─. De hecho iba a tu apartamento porque Lana me había dicho que hablaste con ella, diciéndole que todo estaba bien y que regresarías pronto.

─Y tú querías saber por qué me fui corriendo de allí ─adiviné.

─Yo sabía que no lo dirías, así que en realidad solo iba para verte ─me sonrió y su mirada bajó intencionalmente hacia mis senos─. Tú solo quieres provocarme, ¿cierto? ─él mordió su labio inferior.

─ ¿Qué? ─bajé la mirada y me di cuenta de que estaba usando un brassier de encaje blanco, bastante provocativo─. Para mi defensa ─empecé, sintiendo mis mejillas sonrojarse─ yo solo me puse lo primero que encontré ─me cubrí con mi brazo izquierdo─. Y ahora me siento realmente incómoda usando solo unos calentadores y nada arriba.

─Bueno, creo que puedo arreglar eso ─él se puso de cuclillas frente a mí y agarró el dobladillo del calentador, sacándolo fuera de un solo tiro─. Sí, así está mejor ─sonrió satisfecho.

DESTINOS CRUZADOS (Destino #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora