✨30✨|último capítulo|

414 22 5
                                    

Veía demasiado borroso.

Gire a mi lado izquierdo y había un chico.

Estaba en un auto, me encontraba en el asiento del copiloto.

— Shh.. tranquila pequeña.

Acarició mi cabello.

Volví a cerrar los ojos y caí dormida.

*

Tenía un tremendo dolor de cabeza.

Me hice bolita y puse mis manos en mi cabeza.

Abrí los ojos poco a poco, este no es el color de mis cobijas. ¿En donde estoy?

Me pare de golpe y miré que traía puesta una playera de hombre blanca que decía "Miami", la cual me quedaba como vestido.

Caminé hasta la gran ventana que había en la habitación, movi las cortinas un poco.

¡Oh por dios! Debo estar en un 10mo piso.

¿Me habían raptado? No, no creo eso no sea posible. 

¿Qué hice anoche?

Bebí tanto que no recuerdo nada.

¡Mitchell! Diablos.

Corrí hacia la puerta, pero me detuve y moví la perilla lentamente.

Al salir note que mi teléfono estaba en una mesita a unos cuantos metros de mi cargándose, caminé hacia el e intente desconectarlo, pero soy tan torpe que tropeze con una pata de la mesa haciendo un pequeño ruido y sufriendo un poco de dolor.

— ¡Al fin despiertas! - dijo alguien desde la cocina.

— !Puedo defenderme!

Hice pose de ninja.

— ¡Ey tranquila!

— ¿Joey? - iba a hablar pero no lo dejé - Me podrías explicar que hago aquí.

— Estabas muy muy pero muy  borracha, me acerque a ti pensaste que era una alucinación y te desmayaste. - le dio un mordisco a su sandwich - Así que decidí tratarte.

— Mierda - camine de un lado a otro - Mis hermanos debieron estar buscandome.

La cabeza está por estallarme

— Cameron les dijo que te quedarías con una amiga. - le dió otro mordisco al andwich.

— ¿Sara? Estaba igual o peor que yo. Por cierto, ¿Tienes una pastilla para el dolor de cabeza?

Señaló la mesa donde se encontraba un vaso con agua y aún lado la pastilla. 

— Intento besar a Cam pensando que era Leonardo Di Caprio.

Me senté en el sofa poniendo mis manos en mi cabeza.

Bufé

— Ya le había dicho un millón de veces que Dylan O'Brien es más sexy.

— ¿Sigue tu fanatismo por ese?

— Si. - me levanté del sofá-  Ese hombre es insuperable.

— Justo en el corazón.

— ¿Ah? - fruncí el entrecejo confundida - Ya veo, eso fue cosa de adolescentes Joey, era obvio que tenía que superarte.

— ¡Auch! - puso su mano izquierda en su corazón - Siempre ieres mis sentimientos.

— No seas dramático. - suspire - Tengo que irme, mi novio se va mañana y quiero pasar el resto del día con él.

Caminé hasta la habitación y cerré la puerta.

En un banco estaba mi ropa, tome el vestido y comencé a ponermelo.

Ahora que lo pienso ¿Quién me desnudó?

Subí mis manos tocando mis senos y si, tenía sostén.

Solté un suspiro.

— Pensé que tal vez podría haberte encontrado soltera, no te creí ayer cuando dijiste "tengo que ir con mi novio" pensé que era por el alcohol.

Hablo a través de la puerta.

— Joey yo... No era mi intención. Comprende que lo nuestro fue pasado.

— Todos los días pienso en ti, veo tus fotos en Instagram, como todo un acosador. - suspiró - Ví como esa chica se hizo fuerte a pesar de los problemas que la perseguían, termino una carrera y ahora trabajará en un hospital. Creo que tendré que  enfermarme a diario.

Sonreí

— No es necesario que te enfermes, podemos ir por un café algún día.

— Eso me gusta.

— Joseph..

— ¿Qué?

— Como amigos.

— Bien, pero aclarando las cosas, tú tienes la culpa por ser linda.

— ¿Puedo hacerte una pregunta?

— Dime.

— ¿Quién me...quito...la..

— No, yo no fui. Lox estaba aquí, ella fue la que lo hizo.

— Oh, era simple curiosidad.

— Yo jamás, a menos que tú lo quieras.

Abrí la puerta, sosteniendo con la mano derecha mis tacones.

— Toma - me entrego mi teléfono.

— Gracias. - sonreí.

Caminamos hacia la entrada.

Él iba detrás de mi.

— Llama a tus hermanos.

— Lo haré, les diré que mi amiga no me dejaba ir.

— Si te preguntan el nombre, se llama Hayley.

Solté una carcajada.

— Me tengo que ir Hayley. - mordí mi labio inferior - ellos aún no te perdonan.

— Lo se. ¿Y tú? ¿Ya me perdonaste?

Asentí.

— Tampoco te guarde rencor, no sabíamos lo que era amor. Todos cometemos errores.

Dejé un beso sonoro en su mejilla.

*

— ¡Al fin llegas!

Grito Brandon bajando las escaleras.

— Lo siento, pero ya no soy una niña.

— ¿Todo bien con tu amiga?

— Hayley - menciones el nombre de la susodicha - y exelente Cameron.

Enamorado de la hermana de los Rowland-Joey BirlemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora