Keep Me In Secret - Keep Me #1

Capítulo 2, Parte 1 -Derek POV

 

Respiro profundamente. Mi mano izquierda aun sujeta fuertemente la manija de la puerta principal, donde sigo recargado. Mantengo los ojos cerrados, con fuerza, como si con eso pudiera sacarme de la cabeza lo que acaba de suceder. Sus profundos ojos azules se encuentran con los míos, me hipnotizan y de repente ya no soy dueño de mi cuerpo, y sólo quiero seguir teniendo sus carnosos labios junto a los míos, sentir sus piernas rodeándome, sus manos tomando mis hombros y mi mano sujetando su cintura. Es un beso salvaje, demandante, su lengua tratando de encontrar un lugar en mi boca, la mía haciendo exactamente lo mismo. Lo había deseado tanto, desde hace tiempo pero me decía a mí mismo que estaba mal. ¿Qué había fallado esta vez? Había derribado ese muro que había puesto para no hacer lo que acababa de hacer. De repente soy consciente que mis dedos -índice y medio- de mi mano derecha, recorren mis labios, recordando que hace un momento, los labios de ella estaban ahí. Sacudo mi cabeza, queriendo borrar su recuerdo, pero no funciona. Adentro, todo es silencio. Dudo si entrar nuevamente o irme realmente. No tengo ganas de estar fuera, quiero estar con ella, ahí dentro, pero todo mi ser me dice que está mal, mi mano izquierda se aferra a la manija, tanto que debo utilizar la otra para soltarla. Doy unos pasos y me vuelvo, me quedo ahí, viendo la casa, mirando hacia la ventana de la habitación de mi hermana, esperando a que ella aparezca y me pida que vuelva, pero sé que no lo hará, yo le pedí que no lo hiciera, yo le exigí que no lo hiciera, cierro mis ojos fuertemente. Toda mi vida he odiado levantarle la voz a Cass, pero esta vez, tenía que hacerlo. Doy media vuelta y sigo mi camino, sin rumbo.

  

Regreso al caer la noche. Papá, mamá y Cassie están en el comedor todavía. Parece un interrogatorio para mi hermana. Al entrar, papá me dedica su mirada cansada, pero acusadora y Cassie… Ella no me mira. Siento una punzada de dolor en mi pecho. Ella tiene su mirada atenta en mamá. Papá se levanta de su lugar y viene hacia mí. Suspiro, sé que se aproxima otra discusión con él y no tengo ánimos para ello, pero es demasiado tarde, está frente a mí, tomándome por la camisa, con fuerza y gritándome, escupiéndome en la cara, lo ignoro y sigo mirando a Cassie. Recibo un golpe, una bofetada por parte de mi padre y eso atrae mi atención hacia él. Mis manos estan cerradas en un puño, me digo que debo calmarme,  es mi padre y que si ya había hecho algo indebido con mi hermana, debía controlarme con mi padre. Lo miro con los ojos llenos de ira pero no digo nada.

—¡¿No te parece que ya nos has dado demasiados problemas en este año?! —grita a centímetros de mi cara —Parece que disfrutas haciéndonos esto. ¡¿Que vamos a hacer contigo, Derek?! —suelta por fin mi camisa y manotea al aire— ¿Por qué peleaste con ese chico? —mi padre ahora parece calmado y me mira esperando una respuesta.

—Porque es un idiota— miro en dirección a Cassie y la observo viéndome, bajo la mirada y me concentro en mi padre— Se lo merecía, ¿esta bien? El hijo de perra engañó a Cass y yo no iba a permitirlo.

—Modera tu lenguaje, niño —murmura mi madre desde el comedor.

—Lo siento —digo apenado.

Mi madre se levanta. Es un poco más bajita que Cass pero es igual de delgada y ambas tienen el mismo color de piel, de ojos y de cabello. Se acerca a mí, con una leve sonrisa en el rostro, desplaza a papá y toma mis manos, su pulgar hace una especie de masaje sobre mis nudillos, le sonrío con tristeza.

 Acaricia mi labio, justo en la herida. La herida que Cassie curó hace unas horas. —Entiendo que te haya molestado y sentiste la necesidad de defender a tú hermana, pero los golpes no son el camino— pasa su mano suavemente por mi mejilla morada.

—Lo siento, —digo de nuevo— pero...

—No hay pero que valga Derek, tu conducta deja mucho que desear —la voz ronca de mi padre se hace escuchar de repente.

—Él sólo defendió a su hermana —insistie mamá.

 Ése siempre es el problema, papá odia que mamá se entrometa cuando intenta reprenderme. Ella me defiende todo el tiempo. Nos defendía a ambos. Últimamente ha dejado que Cass gane sus propias peleas. Aunque el problema fue en aumento un par de años atrás, cuando comencé a confrontar y a cuestionar a mi padre. Eso realmente lo molesta. Pero está vez él tenía razón, mi conducta de hoy deja mucho que desear.

 —Lo siento. —es lo único que puedo decir —Lo siento —vuelvo la mirada a Cassie y me dirijo a las escaleras para ir a mi habitación.

La casa se encuentra en completo silencio, y son apenas unos minutos pasada la medianoche hace varias horas que todos estan en su habitación, para esta hora ya deberían estar profundamente dormidos, en cambio yo sigo sin poder hacerlo. Ya he dado demasiadas vueltas de la puerta a la pequeña ventana que abastece de un leve tono plateado a mi habitación, también logra colarse un poco de aire fresco, sin embargo, yo estoy empapado en sudor. Tomo una camiseta y unos pantalones deportivos de los cajones y me dirijo al baño. Una ducha de agua fría no me caería nada mal, pienso. Me serviría para aclarar mi mente.

  Abro la puerta del baño. Ella está ahí, secando su cuerpo con una toalla. No puedo evitarlo y me quedo ahí, disfrutando de la escena. Es tu hermana. Algo dentro de mí me recuerda mi maldición. Sacudo la cabeza, pero ya era demasiado tarde, ella me observaba ahora, sorprendida, mientras trata desesperadamente de cubrirse con la toalla.

—Lo siento, Cassie, —digo nervioso, pasando mi mano libre por mi cabello, Cassie dice que hago eso siempre que estoy que estoy nervioso, ahora sé que tiene razón—la puerta no tenía el seguro.

Intento marcharme pero no me di cuenta que mientras hablaba ella se había acercado lo suficiente como para tomarme por la muñeca e impedir mi huida.