—Veo que has aprendido algunas cosas de mí, pajarillo— me toma de un brazo y baja su boca hasta mi oreja— Pero no pienso soltarte tan fácil, eres mía y te voy a recuperar.
Sus palabras no son una frase romántica sino que es una amenaza pura. Lo fulmino con la mirada queriendo soltarle un golpe en ese momento.
—Aléjate de mí o estarás en graves problemas— jalo mi brazo pero él lo aprieta- Y suéltame.
—Ella quiere que la sueltes— dice Derek colocándose muy cerca de mí, Alex lo mira por un momento y luego me deja ir, sus largos dedos dejan marcas en mi pálido brazo. Lentamente se da la vuelta y desaparece de mi vista.—
—¿Que fue eso?— pregunta Derek acariciando la piel enrojecida de mi brazo, yo me encojo de hombros.
—Fui solo yo mandando a Alex al diablo— me quedo seria considerando si no agrave el problema, pero sé que se mantendrá a distancia al menos hasta que encuentre un hueco por donde colarse.
Derek me sorprende tomando mi cara entre sus manos y plantando un beso fuerte pero corto en mis labios. Lo observo con sorpresa.
—¿Lo mandaste al diablo?— pregunta bastante animado. Yo sonrió y asiento — Bien, eso me gusta estoy feliz por eso— me da un rápido beso en la frente y me suelta — Ahora ve a la biblioteca, ya estas retrasada.
—De acuerdo— murmuro distraída queriendo definitivamente ocupar mi mente con otras cosas. Me despido con un gesto de la mano y con una mueca de tortura entro a la biblioteca.
La cuidadora es un ogro en toda la extensión de la palabra, sé que me odia en cuanto me ve. Sus ojos apenas me recorren durante un segundo y casi gruñendo me enseña lo que tendré que hacer en la biblioteca. No es demasiado pesado, solo acomodar libros, prestarlos, verificar que todos estén en su lugar, bastante aburrido. Después de su tediosa explicación y unas cuantas amenazas sobre lo que podría pasar si fallo, se excusa diciendo que va salir y regresará antes de cerrar. Le hago la seña grosera con mi dedo medio cuando sale del lugar.
Me siento detrás del escritorio pensando que podría hacer durante tantas aburridas horas cuando alguien llega y se recarga con delicadeza contra el escritorio, incluso sin verla directamente sé quién es, sonrió mientras miro mis manos.
—Hola Mia— saludo alzando mis ojos, encontrándome con sus ojos caramelo delineados con lápiz negro, haciendo ver su mirada más profunda.
—Hola mi pequeña rebelde— responde tomando un papel que esta sobre el escritorio, fingiendo que lo lee, yo apoyo una de mis manos sobre mi mentón.
—¿Que estás haciendo en una biblioteca Mia?— pregunto quitándole el papel de las manos y colocándolo en su lugar —Creo que me habías dicho que eras alérgica a este lugar.
—Dije que era alérgica a los lugares aburridos— con una seña de sus manos muestra el lugar semi vacío y silencioso —Pero como tú estás aquí tomé coraje y entré. Quería hablar contigo.
¿Hablar conmigo? Muy pocas veces Mia dice esa frase y cuando lo hace no me va muy bien. Me muerdo un poco el labio ansiosa.
—¿De qué hablaremos?— bajo la vista fingiendo que estoy ocupada, concentrada en algún trabajo que doña ogro dejo para mí pero mi intento es patético y Mia me conoce bastante bien.
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Keep Me In Secret - Keep Me #1
Romans"¿Acaso hay algo peor que enamorarse de tu propio hermano?" Cassandra y Derek Grey se torturan con esta pregunta después de haber probado los labios del otro por primera vez. ¿Qué es lo que puedes hacer si sientes algo prohibido? Ignorarlo por supue...