CAPÍTULO 7: COMIENZA EL JUEGO

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CAPÍTULO 7: COMIENZA EL JUEGO

A la mañana siguiente Blaine se despertó abrazado a Kurt. ¿En qué momento había sucedido eso? Una parte del moreno pensaba que eso estaba bien, que era lo que debía ser. Otra parte le advierte que no debería sentir nada por el castaño que duerme entre sus brazos porque lo único que ganaría sería sufrimiento. El despertador sonó, indicando que era el momento de levantarse. Blaine se duchó y arregló mientras el ojiazul se vestía y preparaba el desayuno ya que se ducharía cuando llegara a su casa. Apenas hablaron de lo sucedido, la mente de ambos chicos intentaba procesar lo que había pasado y el motivo por el que habían amanecido abrazados. Kurt sólo pensaba en lo feliz que se había sentido al tener los brazos de Blaine a su alrededor. ¿Acaso se estaba enamorando del moreno? La respuesta era fácil, si. El chico era todo lo que cualquiera podía desear, dulce, tierno, amable, cariñoso, leal y alegre.

– ¿Estás bien? – Quiso saber el mayor.

– Si... Creo que voy a ser capaz de enfrentarme a Sebastian. – Dijo el menor.

– Eso es bueno... ¿Quieres que te acompañe hasta el lugar donde te reúnes con él? – Ofreció el más alto.

– Me encantaría.

Los dos chicos salieron del apartamento y se dirigieron al hotel donde se alojaban los abogados. Cuando llegaron a la calle, Sebastian estaba fuera disfrutando del sol matutino. Cuando vio a Blaine, esbozó una sonrisa que enseguida desapareció al ver que caminaba de la mano de un chico bastante guapo. A Kurt el gesto no le pasó desapercibido y decidió que debía actuar antes de que el otro castaño se le adelantara y conquistara al moreno. Debía hacer algo o podría perder la oportunidad de su vida. No perdería a Blaine sin presentar batalla.

– Hola. Blaine, no sabía que tenías novio... ¿Me lo presentas? – Dijo Sebastian con una falsa sonrisa.

– No... no somos novios. – Dijo el moreno justo antes de presentarlos. Los dos chicos se dieron la mano y se dirigieron miradas desafiantes... El juego había comenzado.

– ¿Estáis todos listos? – Preguntó el ojimiel.

– Si. – Dijo Smythe. – Estoy deseando pasar todo el día contigo.

– Lo que digas... Será mejor que nos despidamos. – Dijo el moreno mirando a Kurt.

– Claro. Por cierto, esta noche te devuelvo la ropa. Muchas gracias por prestármela. No puedo esperar a repetir lo de ayer. – El castaño se acercó a Blaine y lo besó en la boca, sorprendiéndolo. – Hasta luego.

– Ha... Hasta luego. – Dijo el moreno sorprendido.

Después de este incidente se reunieron con el resto del grupo para comenzar la visita. Por la mañana visitaron un museo y varios lugares y acabaron en la Fontana di Trevi. Después de explicar todos los detalles de la fuente, dio al grupo un par de horas libres para comer y realizar compras en alguna de las tiendas que había por allí. Los abogados comenzaron a dispersarse y Sebastian se acercó a Blaine.

– Te invito a comer. – Dijo el castaño.

– No estoy de humor. – Respondió el moreno.

– No me importa, no vas a comer solo. – El ojiazul cogió la mano de su ex novio y lo guió por una de las calles que daban a la plaza en donde se sitúa la Fontana di Trevi. Se sentaron en la terraza de un restaurante y pidieron su comida. Cuando el camarero los dejó solos, Blaine comenzó a hablar.

– Te conozco... Bueno, al menos creo que te conozco algo. Sé lo que ha pasado esta mañana con Kurt. Te lo digo a ti y esta noche se lo diré a él. Olvidaros de vuestro enfrentamiento. Si alguien decide quién es el que se va a quedar conmigo soy yo, no vosotros. Que sepas que la decisión está tomada. No voy a tener una relación con ninguno de los dos. Tu me rompiste el corazón y jugaste conmigo y él... no sé si realmente siente algo por mi o sólo soy un capricho, porque hasta que no se ha sentido “amenazado” no ha hecho nada – Dijo el moreno y realizó un gesto de comillas mientras decía la palabra amenazado. – No quiero arriesgarme, no quiero sufrir. Así que si lo que quieres es ser mi amigo, puedo intentarlo. Pero nada de coqueteo, besos, halagos, insinuaciones o caricias... ¿Entendido?

– Blaine, lo siento. Sé que fui un estúpido. Mis deseos por ganar los regionales en mi último año de instituto me llevaron a acercarme a ti. Nunca pensé que realmente me enamoraría, eres la mejor persona que he conocido y no ha habido día en estos últimos 4 años que no haya lamentado lo que te hice... Te utilicé para conseguir un objetivo sin tener en cuenta el daño que te pude hacer. Lo siento.– Se disculpó el castaño.

– No te creo. Si eso fuera verdad, habrías cambiado de plan en cuanto te enamoraste. Humillarme y romperme el corazón no es algo que hubieras hecho si hubieras sentido amor por mi. No eres consciente de todo lo que hiciste. Yo te lo di todo, mi corazón, mi primer beso, mi primer amor, mi primera vez... tu rompiste todo en pedazos y me dejaste destrozado. Me costó mucho reponerme... ¡por el amor de Dios, si hasta me acosté con Puck! Además, poco después murió Finn y yo no pude superarlo. Estuve a punto de perderlo todo. Aun me sigo preguntando como habrían sido las cosas si no me hubieras hecho lo que hiciste y no paro de decirme a mi mismo que quizá habría entrado en NYADA y estaría subido a un escenario, como Rachel.

– No lo entiendo. ¿Por qué no hiciste como en los regionales? Nos ganaste tu solo y lo sabes. Jamás nadie puso tanto sentimiento y verdad en una canción. No he podido ver Grease desde entonces... Cada vez que escucho Hopelessly Devoted To You no puedo evitar llorar. Se me viene el alma a los pies... Y luego ese dúo con Santana... Nunca pensé que un gay y una lesbiana pudieran bailar juntos de manera tan sensual... ¡Hasta yo me excité! Y después Finn y tú liderando el número grupal...

– En los regionales tuve a muchas personas a mi lado que me ayudaron a salir adelante... No es que no estuvieran en mi audición, pero para entonces Finn ya había muerto y todos estaban muy ocupados lidiando con su propio dolor. Tengo una pregunta... Las prisas por acostarte conmigo... ¿Eran parte del plan?

– No, nunca. Las prisas las tenía yo... Quería poder disfrutarte antes de perderte... Fui un egoísta. Siento mucho todo el daño que te hice. Quiero que me des una oportunidad para compensarte y tratar de conquistarte. Me gustaría volver a lo que tuvimos hace años, me haría tan feliz...

– Lo siento, no quiero nada ahora y no quiero darte falsas esperanzas.

– No me rendiré tan fácilmente.

– Y yo esta vez no seré tan fácil.

Ciudad Eterna, ¿Amor Eterno? (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora