84. Quiero un helado. [Cap. 6].

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✨Darliet✨

Daryl frunció el ceño, el peli-azul no podía estar hablando en serio.

Suspiró con pesar y sobó el puente de su nariz, al mismo tiempo que cerraba los ojos con fuerza.

—Lawliet, ¿Estás borracho?

—¡No, por supuesto que no!

—¿Estás cuerdo? ¿Perdiste la cordura? —puso una mano sobre la frente del contrario. —¿Te sientes mal?

El menor frunció el ceño y apartó su mano de un manotazó. Tomó al mayor del cuello de su camiseta y lo jaló hacia él, quedando a una distancia verdaderamente inapropiada.

Daryl se mantuvo firme, mirándolo directamente a los ojos. Vio un pequeño brillo en los ojos del peli-azul. Algo distinto.

—Estoy bien, Daryl. —bufó. —Dame lo que te pido.

El mencionado suspiró. Lo tomó de la mano y lo guió fuera de la habitación.

—Vayamos afuera.

Lawliet se soltó bruscamente.

—¿¡Afuera!? ¿¡Para qué!? —lo tomó de la muñeca y lo volvió a meter a la habitación, cerrando la puerta.

—¡Maldita sea, Lawliet! —se le acercó. —¿Cuántas veces tengo que colocarme y frotarme encima de ti para que veas mis intenciones contigo?

—¡Daryl! —se vio interrumpido.

—¡Te tengo aquí, EN MI HABITACIÓN, exigiéndome un beso! —exclamó. —Afuera me controlo... —se acercó más. —Pero aquí... en mi habitación, lo dudo...

Lawliet se quedó en silencio. Se quitó la camiseta.

—Hazlo.

—¿Qué?

—¡Hazlo! Eso aclararía todas mis dudas. —lo miró. —¡Hazlo!

—Lawliet, yo... —se vio interrumpido.

—¿No lo habías hecho ya? ¡Vamos! Demuéstrame lo que tienes.

Daryl mordió su labio, ¿Debería aprovechar la oportunidad?

—¡Al diablo! —exclamó besando al contrario.

Lawliet correspondió con algo de torpeza, hasta que logró ir al ritmo correcto. Daryl descendió a su cuello haciendo un pequeño chupetón.

—Da-Daryl…

—¿En verdad quieres hacer esto? —asintió. Suspiró. —Como digas...

Descendió sus manos, acariciando su abdomen y besando su pecho.

Las respiraciones de ambos comenzaron a acelerarse. El rubio lo empujó a la cama y se colocó sobre él.

Acarició su cuello, su pecho y su torso, notando la blanca y suave piel de Lawliet. Rio por lo bajo, cuando notó como al contrario se le erizaba la piel.

Se acercó a su rostro y le dio un beso, lleno de ternura, tratando de decirle que no pasaría nada malo.

Al separarse, unió sus frentes y le sonrió.

—No tengas miedo, Law. —se acercó a su oído. —Dime que pare y lo haré, no pienso seguir sino estás de acuerdo. No quiero obligarte a nada.

—T-tú todavía estas vestido... —desvió la mirada.

Daryl volvió a reír y se quitó la camiseta.

—Lawliet. —lo tomó del mentón. —Si no me dices "detente", seguiré hasta el final, así que si en algún momento ya no quieres seguir, me dices, ¿Bien?

—S-sí…

—Bien...

Lamió lentamente el cuello del menor, sintiendo como los dedos de Lawliet se enrollaban entre su cabello.

—¿Quieres que deje marcas?

—Di-dijiste que no te importaba lo que yo dijera... —se sonrojó. —Dijiste que ibas a besarme y tocarme cuando quisieras...

—Besarte y tocarte es una cosa. —le susurró. —Hacerte mío es otra. —le besó la mejilla.

—Daryl, yo... —negó.

—Bueno, te haré el amor. —le guiñó el ojo. —No te reclamaré como mío en ningún momento. Sólo hasta que tu me lo digas. —tomó su rostro entre sus manos. —Te amo, Lawliet.

—Si-sigue…

Daryl suspiró y volvió a besar su pecho, descendiendo hasta el inicio de sus pantalones.

—Pines, quítatelos tú primero.

Obedeció, se deshizo de sus últimas prendas. El peli-azul se cubrió los ojos.

—Vamos, Law. —le bajó sus pantalones y bóxers. —Ya me has visto así...

—A los cinco años... —murmuró.

El rubio negó divertido y lamió tres de sus dedos. Una vez lo suficientemente húmedos, introdujo uno en el interior del menor, el cual, se arqueó y gritó de dolor.

—¡Duele!

—Lo sé, yo también pasé por esto antes. —le acarició el cabello.

—¿¡Q-qué!? —cuestionó furioso.

Introdujo el segundo, con movimientos de tijera.

El peli-azul se aferró a los brazos del mayor, apretándolos con fuerza, tratando de expresar el dolor que estaba sintiendo.

—Lawliet, estás muy tenso... relájate. —sacó sus dedos. —¿Me detengo?

Solo negó.

—Hazlo, Daryl...

El mencionado comenzó a entrar lentamente, besando al contrario y dejando que este mordiera con fuerza su labio, reflejando el dolor.

Lawliet se separó de la boca de Daryl, la cual, ya asomaba un pequeño moretón por las múltiples mordidas. Se dirigió a su hombro, apretando un pedazo entre sus dientes.

—Tranquilo... —le volvió a acariciar el cabello.

Cuando entró completamente, se quedó quieto. Esperaría pacientemente a que Lawliet estuviera listo, no quería lastimarlo.

Sintió como dejaban de morderlo y miró como el de abajo suspiró.

—Oxigenado... —murmuró, besándole con ternura. —Muévete...

Daryl asintió y comenzó a embestirlo con lentitud, aumentando de poco a poco la intensidad.

Las piernas del peli-azul rodearon su cintura y los brazos su cuello.

—¡Ah, Daryl! —gimió sobre su oído.

El mencionado sonrió. Sabía que él y Lawliet ahora eran uno.

Panda&Polar Memories.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora