Estaba sentado debajo del árbol, en donde encontramos el refugio & el Diario.
Mordía mi lápiz, mientras intentaba descifrar un acertijo. Maldita sea, ya llevo varios años tratando de descifrarlos, pero simplemente, no logro acercarme a la respuesta.
Me agobia.
Suspiré con pesar & cerré aquel Diario, para después, ponerlo a un lado.
Comencé a maldecir en mi interior, cruzándome de brazos.
Dipper: ¡Odio no avanzar! –Grité–.
Si esto fuese como mi primer verano aquí, Mabel ya habría salido –De no sé donde– & seguramente, me habría dicho algo como: ¡Wow! ¿Qué te ocurre cerebrito?
& antes de que le contestará, ella ya me estaría hablando de su nueva cita.
Negué divertido ante semejantes recuerdos.
Bill: Oh, si... –Río–. Que recuerdos...
Me sobresalté & antes que cualquier otra cosa, tomé mi Diario.
Me volví a ver a ese triángulo, el cual, no paraba de reír por mi reacción.
Bill: ¡Wow! Oye, tranquilo cerebrito. –Me hizo una seña para que me calmara–. Debes relajarte. Últimamente estás muy tenso.
Dipper: ¡Eso no ha de importarte, monstruo!
& de un segundo a otro, apareció detrás de mi.
Bill: Ya, relaja tus nervios. –Me volví a verlo molesto, mientras ocultaba el Diario–. ¡Vaya! ¿Aún sigues con ese estúpido libro?
Dipper: ¡No es estúpido!
Bill: Oh vamos, pequeñín, debes divertirte, ¿No crees?
Dipper: ¿Pequeñín? –Cuestioné verdaderamente molesto–. ¡Mírame bien, Bill! ¡Ya no soy un pequeñín!
Creo que nunca debí de haber dicho eso...
Aquel triángulo, me admiro de arriba a abajo.
Bill: Hmm... –Se toma su tiempo para examinarme–. ¡Eso me queda muy claro, sabelotodo!
Fruncí el ceño.
Dipper: ¡Basta, largo de aquí!
Bill: ¡Huy! Hace algunos veranos que no nos vemos, ¿& me pides que me vaya? –Dijo con tono dramático–. ¡Ah! No sé si pueda vivir con eso...
Dipper: ¡Esos veranos fueron los mejores! ¡No tuve ningún problema! Si tu apareces, los problemas también lo hacen.
Bill: Admite que me extrañaste. –Se me acercó-–. Vamos, Pino. –Me metió un leve codazo–. Admite que tus veranos son mucho más divertidos, cuando estoy yo.
Dipper: Eso no es verdad.
Bill: Que mentiroso.
Dipper: ¡Yo no miento! ¡No soy como tú!
De un segundo a otro, aquel triángulo tomó una forma humana.
Era un chico, con traje dorado, rubio, ojos negros & un parche en uno de sus ojos.
Lo mire con confusión, sin embargo, no le dediqué una gran atención, pues sabía que era eso lo que quería.
Bill: Los humanos también mienten, incluso más que los demonios. –Se encogió en hombros–.
Dipper: ¡Eso no es verdad!
Bill: Dipper, lo digo enserio, necesitas divertirte.
Dipper: ¡Nada es bueno, viniendo de ti! En especial ese absurdo consejo.
Bill: Sólo quiero ayudarte.
Dipper: Lo único que quieres es que deje mis investigaciones, para que tú, puedas hacer de las tuyas.
Bill: Al menos yo sí me divierto con lo que hago.
Dipper: Ajá.
& en un momento, aquel chico tenía el Diario en sus manos.
Bill: ¿Qué pasa si tomó tu querido Diario?
Se lo arrebaté & lo aprisioné contra mi cuerpo.
Dipper: ¡No vuelvas a tocar este Diario!
Bill: ¿O qué? –Cuestionó, retándome–.
Dipper: ¡Te voy a golpear!
Él río.
Bill: ¿Qué? ¿Me bailarás el Baile de la Oveja?
Me sonrojé ante su comentario, pero de ninguna manera, me dejaría ver débil. Eso es lo que él quiere: Que me descuide.
Lo mire con odio & tomé una gran bocanada de aire.
Dipper: ¡No quieres que lea este Diario, porque sabes que tu debilidad se encuentra en él!
Bill: ¿Mi debilidad? –Río–. ¡Oh, por favor, Pino! –Negó divertido–. ¡Vamos, comienza a ojear ese Diario! ¡Dime cuál es mi debilidad!
Me mordí el labio & comencé a pasar rápidamente las hojas de aquel libro. Leía con rapidez, tratando de encontrar algo, que hiciera que aquel demonio se fuera de una vez por todas.
Dipper: P-Pues yo... Eh... Yo... –Me vi interrumpido–.
Bill: P-Pues yo... Eh... Yo... –Me imitó–. ¡Vamos, Dipper! Acepta que no tienes mi debilidad allí.
Dipper: ¡No me dejas concentrarme!
Sin previó aviso, aquel libro se vio envuelto en llamas azules, para después, volar hacia las manos de Bill.
Comencé a saltar, para tratar de alcanzarlo.
Dipper: ¡Devuélveme el Diario! –Bufé–. ¡Bill!
Rodó los ojos & chasqueó los dedos, haciendo que el libro flotara. Yo, en cambio, seguía con mis inútiles intentos por alcanzarlo.
Sentí como tomaba fuertemente mi muñeca, manteniéndola arriba.
Me quejé.
Dipper: ¡Ya fue suficiente! –Cerré los ojos–. ¡Dámelo!
Bill: ¿Quieres saber cual es mi debilidad?
Lo mire confundido.
Dipper: ¡Ya la descubriré!
Bill: No hace falta, te la diré yo.
Reí a carcajadas.
Dipper: ¡Espera que te crea, inútil!
Con su mano libre, me sostuvo del mentón & se acercó a mi rostro.
Bill: Eres tú.
& me besó.
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Panda&Polar Memories.
FanfictionEn este libro subiré las historias que no fueron concluidas uwu.