Y el diablo se vio en la más penosa y desconcertante situación; no sabía si él era muy listo o completo imbécil, pero jamás en la historia le habían pedido lo mismo a cambio de un alma. Aún recuerda:
-Te daré lo que me pidas a cambio de tu alma.
-¿Lo que sea?
-Así es.
-Entonces... Quiero, dos veces mi alma.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos De Una Noche
RandomPequeñas historias completas o inconclusas que escribo ocasionalmente.