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Jeremy se despertó al sentir que el frío lo envolvía, se sentó un poco desorientado. No tardo mucho para darse cuenta de que estaba solo en la cama, Christian se había levantado y por alguna extraña razón, eso lo ponía de mal humor.

Salió de la habitación restregándose los ojos con pereza. Justo en ese momento Christian caminaba en dirección a la sala con un manojo de sobres en las manos.

—¿Qué es eso?— preguntó mientras bostezaba.

—Ah, hola cachorrito — le sonrió. Chris siempre le sonreía y cuando lo hacía sus ojos se iluminaban. — Es el correo, acabo de ir a recogerlo.

—Ya veo. — Se abrazó a si mismo porque sentía mucho frío, lo que era extraño, no se suponía que las bajas temperaturas le afectaran, pero así era. —¿Qué hora es?

—Las dos de la tarde.

—¿En serio me dejaste dormir tan tarde?

—Pues si, te veías muy comodo y no quise molestarte.

Chris siempre lo mimaba de más, no le decía no a nada, podía regañarlo y hablar de más, pero al final terminaba por cumplirle todos sus caprichos. Tal vez eran los beneficios de ser el hermano menor, si era así, Jer aprovecharía esos beneficios al maximo, le encantaba ser mimado de aquella manera.

—Supongo que debes tener hambre— Dijo el mayor mientras le rovolvía el cabello de manera dulce, esos pequeños gestos hacían a Jeremy sentir un poco extraño, sin embargo le gustaban.

—Si, mucha...

—¿Qué quieres comer?

—¡Hotcakes!— de solo pensarlo se le hacía agua la boca.

—Pero ya no es hora de desayuno.

—Ya sé, pero en casa, Mamá y Jenna no me dejan comer Hotcakes si no es para el desayuno. —Batió sus pestañas de manera exagerada. —¿Podrías preparármelos, solo por esta vez? ¡por favor!

Chris se quedó callado, observándolo detenidamente.

—De acuerdo, solo por esta vez.

Sonrio ampliamente y siguió a su hermano mayor hasta la cocina. Se sentó en uno de los taburetes frente al desayunador y recostó la cabeza sobre la superficie para observarlo mientras preparaba sus hotcakes.

Estando ahí, viendo a su hermano mayor, se sentía un poco culpable porque le había mentido. Jeremy no había planeado pasar un par de semanas con Miller, desde el principio su objetivo era estar con Christian. Y si no se lo había dicho era porque temía que se enfadara.

Aunque en el fondo no tenía porque sentirse culpable, porque lo único que Jeremy quería era saber más de su hermano, ya que desde que dejó la manada, prácticamente se había vuelto un desconocido.

Otra de las razones principales por las que había ido a buscar a Christian, era la navidad. Jer estaba harto de pasar tantos años celebrando con una familia incompleta y ya que Miller por fin había superado aquella época triste, era el momento justo para tener a su familia completa nuevamente y eso incluía a Christian.

En ese momento su hermano estaba concentrado mezclando los ingredientes  de los hotcakes en un bowl , era el momento justo para sacar el tema a colación. Jeremy se armo de valor y se decidió a hablar.

—Oye Chris ¿Qué harás para navidad?— el mayor simplemente se encogió de hombros. —¿Sabes que Miller e Ian iran a casa, ya sabes, para pasarlo en familia?

—¿De verdad? Eso es genial— sonrio a medias y se giró para colocar un sartén en la estufa, dejó caer un trozo de margarina para que se derritiera.

El Secreto de ChristianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora