Durante la semana siguiente conseguí empleo en una panadería, también me he mudado con Tanabe; mis padres no están de acuerdo en que viva con él, pero es mi decisión ―No tuve el valor de hablarle a mi familia de lo nuestro, perdóname ―hablé con la mirada baja ―No te preocupes Suzuki-san, te entiendo.
Después de un tiempo les hablé y presente a mis padres a Tanabe ―Él es la persona que me gusta y la que quiero. ―Dije mientras tomaba la mano de Tanabe ―Cuidaré de su hijo ―hizo una reverencia y al incorporarse él observa la mirada de confusión de mi madre y el rostro molesto de mi padre. Cómo era de esperarse; no lo aceptaron ―No por eso me alejaré de tu lado. ―le dije después de salir de casa de mis padres ―Lo sé. ―Hemos terminado nuestros estudios; durante la graduación Tanabe me cita detrás de los baños ―Fue aquí dónde te vi por primera vez Suzuki-san ―lleva sus manos hacia el segundo botón de su saco escolar ―Fue aquí dónde vi tu sonrisa ―quita el botón y me lo da ―Y es aquí donde quiero darte esto, quiero que este botón siempre te acompañe, es como si mi corazón siempre estuviera contigo ―me di cuenta que me había enamorado por completo de él cuando; lo tomé del mentón y lo besé sin importarme que los compañeros que estuvieran a nuestro al rededor se dieran cuenta. También me desprendí del segundo botón de mi saco y se lo entregué ―Mi corazón también está en tus manos y siempre contigo, asi que, apartir de hoy deja de llamarme Suzuki-san y dime Akira ¿Esta bien? ―Tanabe sonríe mientras asiente con la cabeza. ―Si quiero estar con Yuta es hora de conseguir un trabajo más estable. ―pensé.
He conseguido un empleo en una fábrica empaquetadora, gano lo suficiente para que Tanabe no trabaje, a él le molesta por que dice que se la pasa solo en casa.
―No quiero estar solo, iré a trabajar contigo, todos los días contratan ¿Verdad?
―¿Estas seguro? ―acaricié su mejilla.
―¡Claro que si! ―su tono de voz denotaba alegría.
Nos besamos de una manera apasionada, nos despojamos de nuestras playeras, Yuta se recuesta en el sillón y yo sobre de él; beso su cuello y el pasea sus dedos por los músculos de mis brazos, tomó mi mano y la entrelazó con la suya ―Akira-san hagamos el amor. ―lo veo directo a los ojos y esbozo una sonrisa ―Aún no. ―respondí. Después de que Yuta trabajará por un mes; él se ha convertido en el supervisor de personal ―Sé que te lo ofrecieron primero a ti ¿Por que no aceptaste? ―preguntó ―Por que a mi me gusta empaquetar las cosas ―respondí ―Además ―pongo la palma de mi mano con la de él.
―Tus manos están dejando de ser suaves, no quiero que te lastimes.
―No me importaba el llegar fatigado, me gustaba estar contigo, ahora solo te cuidaré de lejos.
―No pongas esa cara ―busco el botón en la bolsa de mi pantalón ―siempre estas conmigo ―le muestro el botón.
―Akira ¿Aún lo tienes? ―dijo mientras me abrazaba ―Yo también lo tengo ―me muestra el botón ―¿Que es lo que esperamos para entregarnos por completo?
―Que sea el momento correcto, asi que no desesperes.
―¿No será que encontraste a alguien más? ―preguntó molesto
―Claro que no ―comencé a reír ―Tú eres el único que hace enloquecer a mi corazon Yuta, jamás te haría algo como eso.
Después de algunos meses, finalmente pude ahorrar lo necesario para darle una sorpresa a Yuta. Le pedí a uno de mis compañeros que me supliera por algunas horas y lo hizo sin chistar. Camino por el centro de la ciudad buscando el regalo perfecto y lo veo en una vitrina, solo que el costo es mayor al que pensaba. Al preguntar a una de las chicas me ha dicho que podría pagarlo por mensualidades y que si daba un poco mas de la mitad me lo podría llevar hoy mismo; asi que sin pensarlo dos veces lo compro de inmediato. Al regresar al trabajo veo a un Yuta completamente molesto, su rostro no podía disimular ni siquiera un poco su enfado. ―¿En donde estabas Suzuki-san? ―preguntó con los brazos cruzados ―Tenía que salir por un momento, lo siento ―hice una reverencia, al incorporarme veo un muy leve casi imperceptible sonrojo ―Mejor ponte a trabajar ―dijo lleno de nerviosismo, se da media vuelta dejándome trabajar. Esa noche prepare la cena mientras el esta en el baño.
―Yuta no tardes, esto se enfriara.
―Ya estoy listo, todo huele muy rico .
―Ven siéntate, aqui a mi lado.
―¿Acaso quieres reparar tu falta en el trabajo?
―¿Como adivinaste?
―Falta mucho para que deje pasar tu ausencia el dia de hoy ―dijo haciendo pucheros.
Disfrutamos de la cena, fue cuando me decidi a entregarle lo que habia comprado para él ―¿Un poco de vino? ―pregunté dándole la copa ―Akira sabes que no bebo ―habló ―Es zumo de manzana ―respondí con una sonrisa ―De acuerdo, ¡Kampai! ―Cuando Yuta iba a tomar, se le queda viendo a la bebida, toma un par de palillos y saca lo que le había llamado la atención. Una argolla de matrimonio esta en sus manos, sus ojos se llenan de lágrimas, cubre su boca con la mano que tenia libre ―Una vez te prometí no dejarte sólo y es hoy que con este anillo quiero sellar aquella promesa, quiero estar contigo hasta el día de mi muerte Yutaka; quiero que compartamos los buenos y malos momentos, deseo hacerte el hombre mas feliz del mundo ―sostuve su rostro entre mis manos mientras me le declaraba de esta manera, él, apesar de sus lagrimas escucho todas y cada una de mis palabras ―Yutaka Tanabe ¿Deseas ser la persona que me haga amar todos y cada uno de mis días? Quiero que ser el mi primer y único hombre que este a tu lado, que te pueda amar con locura, que logre observar tu hermosa sonrisa cada mañana, que sienta el calor de tu cuerpo por las noches heladas, ir un paso a la vez; apoyándonos, riendo juntos, llorar juntos, vamos a caminar tomados de la mano en un sueño del mismo color. ―Las lágrimas de Yuta no dejaban de correr por sus mejillas; al igual que las mías ―Si quiero Akira. ―Le puse el anillo el cuál llevaba y no noto; una inscripción ―"Always with you" ―En ese instante sus brazos rodean mi cuello, escucho sus sollozos y yo no puedo hacer más que abrazarlo. Yuta no dejaba de llorar a pesar de que ya había pasado 30 minutos desde la propuesta. Estamos recostados en la cama, la espalda de Yuta esta sobre mi pecho.
―Yo pensé que me ibas a abandonar. ―seca sus lágrimas. ―Jamás habías sido tan detallista conmigo.
―¿Lo ves? Aún no dejo de sorprenderte ―besó su mejilla
―Si que eres una caja de sorpresas ―observa el anillo ―Jamás me imaginé que llegará a ser así de feliz Akira. ―acomoda su cabeza sobre mi hombro ―Gracias.
―Gracias a ti por enseñarme a amarte sin limites.
Esa noche Yuta durmió abrazado a mí, llevamos 2 años de relación y no hemos sucumbido en la lujuria de tenernos, esta noche estaba listo para estar con Yutaka pero fue más la emoción de entregarle el anillo que no paso nada.
A la mañana siguiente, veo el como se viste; frente a un espejo se pone un pequeño y delgado collar; lleva sus manos hacia las clavículas mientras observa lo que cuelga de su cuello. ―Buenos días ―susurré, Yuta corre hasta la cama y se pone sobre mi, para después besarme ―Mira Akira, ahora lo tengo a la altura del corazón ¿Acaso no es perfecto? ―esta sonrisa, era diferente a cualquier otra que había visto, no sé como describirla, es como si estuviera llena de amor; un amor que solo es mío. Me levanté para poder besarlo, no lo podía evitar, ya no quería que nuestra relación solo fueran sonrisas, besos y caricias; quería ser de él y deseaba que él fuera mío de todas las maneras existentes.
