Ese momento tan difícil fue acompañado por la cálida temperatura de la mano de Yuta. ―Amor mío llora, saca todo tu dolor que aqui estaré para ti ―me decía en susurro―, tranquilamente sonreí y no se aparto de mi lado. Los días a su lado se han vuelto los más brillantes; el trabajo que tenia mi padre me lo ha heredado; un par de casas de té han pasado a mis manos, ahora, mi madre y hermana a estarán a cargo de dos de las casas de té. Yuta y yo administraremos la que esta cerca de nosotros. Pasaron un par de años y la asistencia de la gente a la casa de Té ha disminuido y me preocupa que sea lo mismo con mi Madre y Hermana.
―He recibido una llamada de tu Madre, dice que la casa de Té esta en su apogeo al igual que el de tu Hermana ―dijo con una sonrisa― Cariño ¿Que es lo que haremos?
―No te preocupes, estaremos bien ―acaricio su rostro ―saldremos adelante de esto.
―Tengo una idea. ¿Que te parece si hacemos una casa de Té donde puedan entrar las mascotas de los dueños? ―mencionó con una enorme sonrisa.
―Es una esplendida idea.Y lo fue, ahora el negocio se ha vuelto la casa mas "famosa" de la zona para pasar el rato. Más y más años han pasado haciendo que nuestra relación se vuela indestructible o eso creía hasta que algo sucedió.
El día fue ajetreado, la noche era mi acompañante en cada paso que daba para llegar a casa, al llegar, me doy cuenta que las puertas están abiertas de par en par ―Tanabe ¿Cariño estas bien? ―hablé en voz alta pero lo único que escuché fue el eco de mi voz mientras cierto las puertas ―¡Tanabe amor, responde! ―dije aún más alto mientras corro por toda la casa en su búsqueda, solo mi corazón se calmo cuando lo vi salir de la ducha.
―¡Aqui estás! ―lo abrazo―, ¿Porque no respondías?
―Estaba en la ducha, .
―Las puertas estaban abiertas de par en par ¿Porque no las cerraste?
―Lo lamento, pero pensé que lo había hecho ―frunce el ceño― tal vez lo olvidé ―sonrió.
―Más vale que no vuelvas a olvidarlo, no sabría que hacer si algo te pasara. ―beso dulcemente sus labios― eres mi todo ―susurré.
―Y tú para mi, pero dime ¿Porque estás tan preocupado?Fruncí el ceño ante semejante pregunta ―Acabo de decírtelo ¿Estas bien? ―cuestioné ―Lo estoy, anda date un baño, te esperaré para dormir ―su sonrisa no ha cambiado sigue siento tan pura, tan sincera. Al salir de la ducha busco a Tanabe y de nuevo no esta, enredado en un toalla voy a buscarlo y esta sentado en el sofá ―Yuta ¿Que sucede amor?
―Nada cariño, solo te esperaba para ver la TV antes de ir a dormir.
―Vamos a dormir ―lo tomo de la mano― ¿Esta bien?
―De acuerdo. ―sonrió.Esa noche fue el inicio de su olvido, al pasar los meses algunas recetas que el amaba hacer se le complicaban al grado de olvidar los ingredientes que llevaba, perdía cosas que incluso traía en la mano, olvidaba nombres y rostros familiares. Una noche, escucho como alguien toca la puerta y salí "disparado" hacía aquel lugar ―¿Tanabe? ―dije al llegar a la puerta y ahí estaba él con una sonrisa tímida y acompañado de dos oficiales.
―¿Señor Suzuki?
―Si, ¿Que es lo que ha pasado? ―pregunté.
―De pronto me encontré afuera y he olvidado como regresar a casa.
―Afortunadamente se acerco a pedir ayuda y algunos vecinos lo reconocieron y nos han dicho que aquí vive.
―Suzuki-san, sé que ustedes son pareja y se aman, pero debe de llevar al doctor a Tanabe-san, esto me esta preocupando ―dijo el otro policía.
―Yo no estoy enfermo ¿Verdad cariño? ―me mira.
―No, no lo estás, pero aún así deberíamos de ir al doctor ―tomo su mano ―Espérame en la sala.Tanabe entró completamente feliz, como si nada de lo que ocurrió hubiera sucedido ―Gracias por su ayuda ―hice una reverencia ―Adoro ir a su casa de Té, pero ahora su prioridad debería de ser Tanabe-san ―dijo en susurro el policía ―¿Que le hace pensar que el no es mi prioridad? ―pregunté molesto ―No quise decirlo de esa manera, sé que lo más importante para usted es Tanabe-san, por favor cuide bien de él ―ambos oficiales hicieron una reverencia y se fueron.
Mis temores se hicieron reales al momento en que el Doctor me confirmo su enfermedad ―Tiene Alzheimer y debo de decir que lo mejor sería el llevarlo a un centro especializado para su cuidado ―me levanté de la silla y golpee el escritorio del Doctor ―¡Ese hombre es mi esposo y el amor de mi vida! ¿Que le hace pensar que dejaré a ese hombre solo? ¿Porqué cree usted que quiero llevarlo a ese lugar? ―Por más que no quería llorar, lo hice.
Al regresar a casa, busco en internet algun tipo de asesoría o capacitación para los cuidados de gente con tal enfermedad ―¡Dónde está! ¡Dónde está! ―gritaba Tanabe, con un paso lento me dirijo a donde él estaba ―¿Que sucede? ―pregunté, Yuta me voltea a ver y frunce el ceño, abre y cierra los ojos de una mera desesperada, lleva sus manos a la cabeza y comienza a gritar ―¡¿PORQUE?! ¡¿PORQUE?! ―el cae de rodillas y me acerco a él para levantarlo ―Cariño, por favor dime que te pasa, por favor ―imploraba ante su llanto ―¡No recuerdo! ¡No recuerdo tu nombre! ―sus lagrimas se deslizan tan rápidamente como las mías ―No te preocupes amor, mi nombre es Akira, Suzuki Akira y tu esposo ―le muestro su anillo y el mío ―Somos esposos y nos amamos, no tienes porque preocuparte, estaré por siempre a tu lado, lo prometo ―envolví su mano con la mía, escucho como el llanto del hombre que esta frente a mi se calma ―¿Nunca me dejaras cierto? ―preguntó ―¿A pesar de que te olvide? ―añadió ―¿Como podría abandonar a la persona que amo? ―respondí ―Akira, amor ¿Que hacemos en el suelo? ―cuestionó con una mirada diferente, con un tono de voz distinto.
