Había pasado más de una semana desde aquella mañana de lunes en que las memorias de Clarke la golpearon en las puertas de su corazón con fuerza. Cada día su mente reproducía tiempos lejanos, tiempos en los que su vida había cambiado para siempre.
La joven Eliza Jane venía cada mañana a buscar a su hija Alycia para ir juntas al colegio, y cada mañana Clarke no podía separar sus ojos de aquella adolescente, aunque trataba duramente de no ser tan obvia y quizás molestar de alguna manera a Eliza. Pero su corazón simplemente latía estrepitosamente cuando la joven estaba frente a ella y la miraba con esos verdes ojos, o sonreía tenuemente como lo hacía "ella", ella la que apareció en su camino casi 20 años atrás.
Clarke nunca contó a nadie la historia que vivió camino a San Francisco hacía tanto tiempo atrás, fue un capítulo en su vida que prefirió siempre guardar para sí misma. Fue lo máximo que vivió en su vida, la mayor locura, el más grande amor y también la herida más profunda en su corazón y el mayor vacío en su alma.
Ella tenía sólo 18 años y se había lanzado a la locura mayor de su vida cuando decidió conducir el viejo clásico Chevy azul con rayas blancas de su padre a través del país para llegar al cálido estado del oeste.
Pero jamás imagino que encontraría en el camino el más grande amor de su vida, un amor al que se entregaría en cuerpo y alma, por el cual liberaría su mente y su corazón, por el cual rompería todas las reglas que conocía en su corta vida.
Ni siquiera su media hermana Raven conocía esa historia, simplemente la enterró en lo más profundo de su alma y trató de olvidar, de superar, de dejarlo atrás, pero la aparición de la joven Eliza Jane fue como abrir esas puertas cerradas con miles de candados y todas las memorias comenzaron a tomar parte de su cerebro y su corazón. Había algunas noches en las que se despertaba sudada y desesperada pues las memorias habían tomado posesión de sus sueños y lo odiaba, simplemente no quería recordarla, no quería sentir esos sentimientos nuevamente, no quería volver a sentir el dolor tan profundo que le dejó en su joven alma y corazón.
Sus pensamientos esa mañana de repente fueron interrumpidos por su hija parada al lado de su amiga Eliza...
- Ma... MADRE! Por Dios últimamente parece que estuvieras en una burbuja! Aquí planeta tierra, hija llamando a su madre...
- Qué quieres Alycia...? Sólo estoy algo distraída...
- Eliza me ha invitado a dormir a su casa esta noche, esta bien para ti que vaya?
- A dormir..?
- Si, además mañana es sábado, no tengo que ir al colegio. No te preocupes no saldramos a ningun lado, miraremos unos films y pizza.
- Hmmmm....
- No se preocupe Clarke, si quiere le doy el teléfono de mi madre, asi puede estar en contacto con ella.
- Ok... esta bien... y si, gracias Eliza, me gustaria tener el teléfono de tu madre, que por cierto como se llama?
- Lexa, su nombre es Alexandria, pero prefiere que la llamen Lexa. Aqui tiene su número de teléfono, puede textearle cuando desee, me dijo que no había ningun problema.
- Bien, gracias Eliza, lo haré.
- Madre acaso no nos crees?! Por Dios!
- No es eso Alycia, pero me gustará estar en contacto con la madre de Eliza, es lo más normal, y no tiene nada que ver con creerles o no. Les creo... ahora vayan y diviértanse esta noche. Alycia has agarrado tu pijamas y tu cepillo de dientes?
- Si Madre... no seas pesada...
- Alycia! No me hables asi...
- Ok, perdón... vamos Eliza... adiós Ma...
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Querido amor... [Completa]
FanfictionClarke es una reconcida doctora en el hospital general de la ciudad, tiene 36 años y es madre de Alycia 15 años y Jake 11 años, divorciada hace cinco años del arquitecto Bellamy Blake. Viviendo una cómoda y tranquila vida hasta que una mañana la nue...