Querido amor... [Completa]

Capítulo 17: Home is where the heart is...

-    Díganos por favor doctor, esto ya ha sido demasiado largo... estamos preparadas para lo que sea... - suplicó Lexa mirando al Doctor Kane profundamente a sus ojos, sosteniendo la mano de su hija con fuerza.

-    Bueno, me complace en darle buenas noticias señorita.... – comenzó diciendo el doctor con una leve sonrisa en su rostro extremadamente cansado después de varias horas de operación. Lexa sintió que su corazón le daba un vuelco de felicidad al igual que su hija y su hermana mayor que de inmediato puso su mano sobre su hombro prosionándolo con cariño.

-    Oh por Dios doctor! Por favor continúe... - dijo sonriente Lexa

-    Bien.... Mi colega el profesor Thompson ha hecho un verdadero milagro allí dentro con ése corazón tan enfermo de su padre y le ha dado la posibilidad de seguir viviendo. Obviamente deberá someterse a un extricto tratamiento, y demás detalles que más adelante le explicaremos, pero si, su padre podrá seguir viviendo con cuidados, aunque esperamos en un aceptable nivel de vida.

-    Cielos santo!! muchas muchas gracias Doctor! Y a su colega por favor dele mis eternas gracias – Expresó emocionada Lexa levantándose junto a su hija, su hermana y el doctor, y sin mediar abrazó a ése agotado hombre con fuerza, a lo cual el profesional sonrió y tan sólo cerró sus brazos alrededor de la mujer.

Luego se separaron y el especialista se excusó para retirarse a descansar. Lexa le preguntó cuándo podrían ver a su padre, y éste le indicó que al día siguiente. Ahora a Lexa le tocaba la parte de tener que sentarse a contarle la historia a su hija. Quería que Eliza supiera la verdad antes de conocer a su abuelo. Sabía que podía llegar a ser algo delicado el resultado, pero conocía el enorme y dulce corazón que su hija poseía y de alguna manera algo le decía que lo entendería y lo aceptaría.

Pero había un detalle que nunca quería que su hija supiera, el hecho de que ella fue el reesultado de una vejación violenta que sufrió a manos de esos matones. Era una parte que no deseaba revelar a su Eliza. Quería que creciera sin esa pesada sombra del pasado en su mente. Asi que mantendría la historia de que había tenido un tonto descuido de adolescente, probando aquí y allí para descubrir su veradera sexualidad. Y que cuando dejó New York el padre de Eliza había fallecido de sobredosis, y ella no supo que estaba embarazada hasta que comenzó con los síntomas en ése viaje en que conoció a Clarke.

No era una decisión fácil de tomar, de seguir ésa parte en una mentira, pero Lexa sabía lo mucho que la terrible verdad podría afectar a su dulce niña. Prefirió dejarlo en el pasado, prefirió creer ella también en ésa historia, ya que de otra manera el dolor no podría terminar.

Mientras tomaban el desayuno al día siguiente, fue cuando Eliza comenzó a preguntar y Lexa luego de llevarla hacia el livingroom y sentarse en el gran sofá, comenzó a contarle la historia de su particular familia.

Eliza abría sus ojos como platos, tan sorprendida por el triste y terrible relato de su madre, mientras sostenía sus manos con fuerzas, no podía creer lo valiente que había sido su Mamá y también lo determinada que había sido para cambiar su vida, su destino. No podía admirarla más de lo que hacía en ése momento. Miraba a Lexa con ojos llenos de orgullo, emoción, tristeza pero sobretodo mucho amor.

Eliza no se sintió muy bien sabiendo el horroroso pasado de su familia, y al escuchar que su abuelo era un criminal que había trabajado para la mafia, le había puesto la piel de gallina, y le costaba creerlo. Lexa le explicó lo que ocurrió cuando ella dejó New York, que fue asaltada y que casi la matan, y le hicieron creer éso a Gustus en la cárcel y que a raíz de ello su abuelo comenzó a colaborar con el FBI, y le otorgaron un perdón momentáneo, una nueva identidad, y terminó viviendo allí en la misma ciudad que ellas vivían ahora, y que increíblemente conocía a Clarke porque era una clienta de su restaurante.