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Jungkook

La cena acabó y al ser ya tarde, nadie nos pediría fotos, así que Yoongi me ofreció dar un paseo por un parque que había cercano.

— Y mi perro se llama Wednesday — Finalicé sonriente.

— ¿Y eso? — Me sirvió más vino en la copa para luego servirse a él.

Sí, al ser Yoongi mi acompañante nos dejaron llevarnos las copas de vino y la botella.

— Le encontré un miércoles en la calle, me dio mucha pena, era un cachorro de apenas diez meses, le cogí y me lo llevé a casa — Expliqué como había encontrado a mi increíble perro.

— Mis padres me hubieran matado si metía otro animal en casa, bastante ya tenían con el gato — Se rió Yoongi.

— A mí casi. Me empezaron a gritar y a decir que sacara al perro de la casa, pero hice que se quedara, les convencí, no sé cómo, pero ahí sigue con mis padres, le dejé al tener que venir a tu casa.

— Puedes traerlo si quieres — Me miró con su bonita sonrisa.

— ¿En serio?

— Sí, estará bien tener un perro, soy más de gatos, pero por probar — Me sonrió.

— Pues lo traeré — Sonreí y él me agarró de una esquina de mi suéter.

— Perfecto.

— Ahora cuéntame tú algo de ti.

— A ver que te cuento... Conoces a mis padres, a mi hermano, a mis amigos... Sabes todos mis problemas...

— ¿Alguna vez te has enamorado? — Lo miré y noté cómo esa mirada alegre pasaba a ser una triste y gris. De verdad que sentía que se entristeciera pero quería saber de él, quería saber si lo había hecho y si había sido de aquél chico que había visto en la foto de su cuarto. Pero sobre todo quería saber si seguía enamorado de él en el caso de estarlo.

— Sí... Por desgracia sí...—Suspiró mirando al suelo. Se notaba a leguas que le costaba hablar del tema y que ese amor le había hecho mucho daño.

— Lo siento, yo no quería...— Me arrepentí. No quería que se sintiese forzado a contarme nada, todo llegaría a su momento.

— No, es normal, es lo único que creo que no te he contado sobre mi vida...

— ¿Es el chico de la foto?— Él asintió mirando al frente — No tienes por que contarmelo sino quieres, tranquilo.

— Llevo ya unas pocas copas encima, me será más fácil ahora que mañana — Sonrió leve — Se llamaba Hoseok y lo conocí en un concierto. Era un fan y tenía un pase para el Meet and Great, cómo has visto en la foto, es muy alegre, era más alto que yo, a decir verdad casi todos lo son.

— Eso es porque eres un enano, no es nuestra culpa — él rió y luego busqué su mano para entrelazarla con la suya.

—Todo fue bien— Continuó la explicación— Nos veíamos en secreto en mi casa o en la suya, siempre muy discretos, o él venía al concierto y nos veíamos en el backstage. Básicamente le conté todos mis mayores miedos y secretos, le confié todo, le dije que me cansaba de estar siempre de gira y de no ver a mi familia y todas estas cosas que conlleva la fama. Él era virgen, y quería dejar de serlo, no sabía cómo podía ser virgen siendo tan...bueno, eso no me cuadraba. Yo no quise hacerlo con él, me negué, quería que fuese especial, le dije que podríamos esperar, se lo dije varias veces, que yo podía esperar, de verdad creo que estaba muy enamorado de él... — Suspiró y me miró. —Él se enfadó, supongo que pensó que no quería hacerlo con él o que estaba junto a otro o no lo sé, además, por temas de publicidad tenía que estar junto a otros chicos para salir en las revistas y toda esa mierda... Yo le juré que él era único para mí... Él no me hizo caso y se fue, me dejó... — Miró al suelo cabizbajo—Pero eso no fue lo peor — Volvió a mirarme.

—Él estaba pasando por una mala racha económica y él.... Él me vendió, contó todo lo que sabía de mí a la prensa, aseguró que él había estado saliendo conmigo durante meses y que sabía todo lo que necesitaban saber. Contó todo y a las pocas semanas ya había millones de ejemplares llenos de mis secretos y cosas privadas... Por suerte, con ayuda de mi familia y de los chicos denunciamos todos a la revista por publicar contenido privado y al día siguiente las revistas fueron retiradas... Pero mucha gente ya las había comprado... Me sentí violado, me encerré en casa, no quería que nadie me mirara a la cara, no quería su pena... Acumulé un gran odio hacia Hoseok, no sé ni por qué guardaba aún aquella foto, supongo que para que me acordara el por qué no tenía que salir de casa. Pasaron semanas y yo solo bebía... Mis padres preocupados junto con todos los demás vinieron a mi casa y me encontraron inconsciente en el sofá... Yo no quería hacerles eso... Fue un accidente — Se le escapó una lágrima que enseguida se limpió — Desperté a la semana siguiente y volví a ser noticia... Todos me dijeron que necesitaba ayuda... Pero no me di cuenta y me volví a encerrar en mi casa. Y ahí fue cuando apareciste tú, la única persona por la que quiero salir y sonreír.

Sus lágrimas no parecían querer detenerse. Yo sonreí aunque también tenía cientos de lágrimas por mi cara. Me agache un poco para estar  su altura y lo besé. Lo besé, sabía que tanto él como yo necesitábamos ese beso. Yoongi me cogió la cadera y me pegó a él. Mi lengua se adentró en su boca y empezó a jugar con la suya. Quería decirle que me tendría para siempre, que no me iba a ir, yo no era así, yo no era como ese tal Hoseok, yo solo quería verle feliz. Nos separamos por la falta de aire y nos miramos algo sonrojados.

— Me gustas mucho — Dijo susurrando.

— Y tú a mí — Sonreí de oreja a oreja. Limpió mis lágrimas y yo hice lo mismo con las suyas. Nos quedamos un rato mirándonos el uno al otro nuestras sonrisas.

— Has pasado meses de tu descanso en casa, ¿lo sabes, verdad?

— Ahora puedo empezar a disfrutarlo y mejor aún, porque estaré acompañado— Sonrió y me besó.

Un click seguido de un flash apareció un poco alejado de nosotros mientras nos besábamos.

—Creo que esa foto mañana será portada — Dije y él rió levemente.

— A lo mejor la encontramos en internet, así me la puedo guardar— Sonrió dándome un suave y corto beso.

***

Yoongi

Desperté por la mañana feliz, me sentía grande y feliz. Miré a mi izquierda para ver a Jungkook dormido. Sonreí y lo arropé.

Menuda noche la de ayer, cenamos, dimos un paseo, nos contamos todo sobre nosotros y nos besamos, había sido nuestro primer beso y había sido increíble y mejor fue lo que vino cuando estuvimos en casa. Sonreí pícaro, lo quería repetir, me acerqué a él y besé su cuello lentamente mientras acariciaba su espalda desnuda.

— Mmm... Yoongi— Sonrió todavía con los ojos cerrados.

—Buenos días conejito — Seguí besando su cuello.

—¿Te levantas juguetón? — Se rió levemente.

—Así es— Dije y abrió los ojos. Se puso encima de mi sentándose en mi cadera y me miró mordiendo su labio.

— Pues vamos a jugar — Y me besó empezando lo que ahora sería nuestro juego.

drunk; ykDonde viven las historias. Descúbrelo ahora