Todo Por Ti, Mi Alfa.

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no quiero ir a clases así que decido irme a las zonas de entrenamientos.

Algo me dice que encontraré a la que busco ahí.

Y cómo no si hoy tiene que entrenar extra para la prueba de en la tarde.

Ella es genial y tonta a la vez.

Salta, aterriza, rueda.

Si no aprende a rodar bien va a acabar lastimándose. Y hablando del Rey de Roma...

Su cabeza cae pesadamente contra el suelo mientras cierra los ojos y aprieta los dientes dejando ver sus blancos colmillos.

Intenta levantarse y desde donde estoy distingo la sangre en su pata delantera.

Suelto la mochila y me acerco en su dirección y antes de pisar el cuadro de arena donde entrenan me detengo.

Otro chico de nuestra generación que va saliendo de los vestidores la vió caer también y ya se acercó a auxiliarla.

Se arrodilla frente a ella y ella se sienta extendiendole su pata mientras el la toma con delicadeza y la examina.

En seguida se saca la camiseta y envuelve lo mejor que puede su pata y la carga para llevarla a con el médico.

Mis nudillos están blancos cuando acuerdo y regreso algunos pasos para recoger mi mochila.

Voy a los vestidores a cambiarme para poder hacer algo de físico.

Cuando salgo la encuentro cargando su bolso con una mano y con la otra un poco vendada.

Me acerqué a ella para entablar una conversación pero el chico de hace rato, sin playera aún, se acerca y logró escuchar lo que dicen.
- oye, me voy a llevar tu playera para limpiarla. Es que quedó sucia
-hum.. bueno, ya que, ahora tendrás que verme sin playera todo el día linda- le guiñó un ojo.