3

391 29 0
                                    

Maldito Sea este día para la eternidad.

Desde que me levanté me han dolido todos lo huesos.

Estoy justo ahora corriendo de vuelta a la chica de ayer del salón de música por que vino a tocar otra vez el piano.

Antes de que salir ella caí al suelo sin sentido y empecé a gritar de dolor.

Se giró y se arrodilló a mi lado, no me tocó.

Vió el piano y luego de una rápida mirada se sentó en el banquillo y se puso a tocar para mi. Me rehusaba a escuchar sus melodías hasta que volvió a tocar la misma de ayer, a partir de ahí mis gritos de agonía retuvieron su intensidad y escuché embelesado todas las piezas que interpretaba.

Por la ventana pude ver que ya estaba oscuro y las luces del exterior ya estaban encendidas.

Ella seguía ahí, tocando para mi igual que hace horas.

Empezó a tocar Reunite de James Spiteri y esa melodía me dió la fuerza necesaria para levantarme del suelo y llegar a su lado.

Apoyé mi cabeza ahora mitad lobuna en el espacio vacío del banquillo y seguí escuchando mientras mi transformación terminaba.

Llegó la media noche y sus manos se alejaron de las teclas arrastrando los dedos. Su gesto se veía cansado y realmente se veía agotada pues había estado tocando para mi durante más de cuatro horas.

Me volteó a ver y esbozó una pequeña sonrisa.

-espero se sienta mejor Alfa.

Se levantó y al rato regresó con mi mochila en la que tenía un cambio de ropa por si acaso.
La dejó junto a mi y esperó afuera cerrando la puerta.

-oye, entra.

Obedeció sin abrir la boca y se quedó con la mirada baja y las manos juntas.

-gracias creo... Quiero que vallas a mi casa el fin de semana y toques el piano que tenemos allá. Ten mi número. Llámame y te avisaré el horario y en dónde pasará Julián a recogerte. Adiós.

Tomé mi mochila y llamé al chofer para ir a casa.

Todo Por Ti, Mi Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora