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DECIDIDO.
Me la voy a ganar de a poco.

Hoy por fin acabaron los exámenes finales del semestre. Salí de la revisión de uno de mis exámenes que por cierto me fue muy bien y la vi sentada en unas de las gradas de cemento y pasto del campus. Tenía las manos cerca de su cabeza, la saludé con una seña de mano que suelo usar mezclada con una sonrisa y ella me la devolvió con una sonrisa pequeña que trataba de ocultar algo, sus ojos enrojecidos la delataron. No tengo muy buena visión, uso lentes grandes con un armazón negro pero de todas formas le alcancé a detectar que algo le estaba pasando.

Me acerqué y me senté a su lado derecho a la vez que ponía una mano en su espalda en la búsqueda de reconfortala, en el cemento enfrente de ella había pedazos verdes de plástico y un destornillador plateado con negro.

Empecé a hablarle de lo exigente que soy conmigo mismo y contestó a mi pregunta, ella es igual consigo misma. Seguí hablándole suave y amistosamente ya que parecía que nadie había venido.

Entonces abrió la mano, dentro pude ver una pequeña lámina plateada con un agujero en el centro. La movía entre dos de sus dedos para si.

Ya no salían lágrimas de sus ojos y realmente no le hablé más de un minuto, pasé mi brazo por sus hombros en un gesto reconfortante y la acerqué un poco hacia mi. Sentí su impulso reprimido de aferrarse a mi camiseta con ambas manos y la apreté sólo un poco más antes de irme y dejarla donde estaba sólo que un poco más calmada.

Me fui a casa y en el camino le mandé un mensaje pidiéndole que fuera a tocar para mi, claro que se lo escribí amablemente y corto.

La noche llegó y ella no había venido, desbloquee mi teléfono y me metí a su contacto, no me contestó. Luego chequé el chat y ella no había abierto el mensaje aún.

Me dejé caer sobre mi cama con algo naciendo dentro de mi.

Todo Por Ti, Mi Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora