Todo Por Ti, Mi Alfa.

8

Llevo todo el día sin pila y apenas logro prender mi pobre teléfono del año del caldo me llegan cuatro buzones de voz y varios mensajes de mi futuro Alfa.

Raios.

Le contesto un rápido llegó en quince minutos y me paso las manos por el pelo tratando de acomodarlo frente al espejo y agarro mis partituras y cuando estoy a punto de salir mi madre me detiene.

-Alari, ¿A donde con tanta prisa?
-Tengo que estar en la casa del Alfa en quince minutos.
-Olvídalo. No llegarás a menos que vallas por el atajo.
-No puedo correr bien, acuérdate de que me lastimé en los entrenamientos.
-Te vas a componer. Agarra una bolsa para que eches tu libro y arranca a correr de ya.
-ay... ok ya que, nos vemos luego.
-adiós tesoro, Cuídate.
-sii.

Ahora si se armó la gorda. Llegó al sendero que hace travesía hasta la mansión pero está lleno de ramas por el desuso y luego de un debate interno echo la bolsa con las partituras al suelo, agarro el teléfono con la boca y me transformo en loba. Adiós blusa nueva.

Ahora ya más libre corro por el sendero hasta llegar a la reja de entrada y sin detenerme me desvio hacia la izquierda y salto por encima de la barda, lo primero que veo es un lobo negro de frente a mi y en el lugar que planeaba aterrizar pero no se quita y no tengo forma de ajustar trayectoria y caigo sobre él y ambos rodamos echos una bola de patas y pelo.
Cuando nos detenemos estoy abajo y él está justo sobre mi con su cabeza a un lado de la mía, apoya las patas a cada lado de mi y se levanta hasta quedar a escasos centímetros de mi cara. Nos quedamos viendo a los ojos hasta que mi conciencia me recuerda que estoy justo abajo de mi futuro Alfa. Me sonrojo visiblemente y él cae en la cuenta de quien soy.

-Alari...-eso sonó más como un suspiro que como pregunta.

Sonrio un poco con nerviosismo en todos lados y es ahí cuando reacciona, se sacude y se me quita de encima.

-No creí que llegaras así.
-perdón por caerle encima Alfa.... soy una inútil saltando.
-pocos lobos pueden realizar ese salto, además no me llames Alfa, dime Rider.
-mejor....voy adentro a hacer.... bueno..... a tocar el piano.
-que mejor, ven sigueme. Necesitarás algo que ponerte.
-si, gracias.

Una vez dentro me conduce por varios pasillos hasta lo que creo que es la habitación de alguna dama.

-mamá, tengo una situación que requiere de tu ayuda.
-¿Ahora que hiciste Rider?
-yo nada, pero es que ella va a ocupar algo que yo no tengo.
-que pasé.- apenas entro a la habitación veo a mi Alfa que es una mujer de algunos treitaytantos años, se ve joven, es muy hermosa.- hum, ya veo. Bueno, no hay nada para ella, vallan de compras, sirve que la consideras para tu beta, la vi saltar el muro.
-no quiero que mi beta sea mujer.
-vallan de compras, luego discutimos este asunto Rider.
-si mamá. Ven Alari.
-si.

Salimos del cuarto de mi Alfa y nos vamos a su cuarto para que él se vista, mientras tanto yo me siento afuera de su puerta por un lado por respeto a su privacidad estoy dándole la espalda a la pared, me siento bien derecha y me quedo viendo al muro de enfrente mientras divago en mis pensamientos sin alejarme de la realidad.
Él no tarda en salir  y cuando me busca con la mirada me encuentra y se sorprende.

-valla, bien. Vamos.- por alguna razón sigue en su forma lobuna pero lleva una cartera en la boca, creo que él también va a comprar algo nuevo.
-si, claro, yo te sigo.

Salimos de su mansión y nos subimos a un auto blindado en el que nos trasladan hasta el centro comercial. Por el camino me permito ver por la ventana hacia el bosque que está a la derecha, ese bosque me lo conozco como la Palma de mi mano, me encanta.

Al llegar yo me bajo por un lado y uno de los guardias abre y cierra la puerta. Cuando llego a la acera él les está dando indicaciones de dónde y cómo esperar, sin previo aviso empieza a entrar sin que yo me quede atrás.

-bien, este es el plan: voy a ir a recoger un traje que mandé arreglar y luego vamos por algo para ti. ¿Ok?
-claro, por mi no te preocupes.

Entramos a por su traje y no tardó mucho en salir con él puesto, se ve realmente bien.

Íbamos por el pasillo y todas las personas volteaban a ver a su futuro Alfa de traje con una fea loba marrón a lado, inclusive unas chicas me gruñeron.

-primero lo primero.- levanté la mirada y vi que estábamos entrando en un local de Victoria's Secrets. Él se acercó a uno de los muros donde había todo tipo de ropa interior femenina- disculpa, ¿Cuál es tu talla de sujetador?.- wow! No puedo creer que me esté preguntando eso además no se lo puedo decir, que pena!!!
-34 B.
-bien, deja veo. Ve a probar te esto.- me acompaña hasta los probadores, deja la ropa en el banquito y cierra la cortina.- cuando estés lista sal para verte.- no puedo decirle que no ya que usó su voz de Alfa. Diablos.

El primer conjunto de dos es sencillo, color rosa. El sujetador es más chico de lo que necesito así que me lo pongo y cruzo los brazos sobre él. Enseguida salgo ya lista para que de su veredicto.

-creí que se te vería mejor. Prueba con el otro.

Vuelvo a entrar en el vestidor y me pongo el segundo, es gris, sencillo y el sujetador es más grande así que mis brazos vuelven a su lugar.

-no me gusta... bien, prueba estos tres.

El tercero es azul con líneas blancas y sencillo, el sujetador otra vez es chico.

-no te quedan las rayas.

El cuarto es violeta con lunares negros. El sujetador es chico otra vez.

-tampoco te ves bien con los lunares.

El quinto es blanco, sencillo, el sujetador es chico otra vez. Ya me estoy cansando.

-prueba este.

Es negro de encaje blanco, se ve realmente mal, ah se me olvidaba, el sujetador es chico.

-sabes que, ve a probar te este.

Ahora es uno gris borrado con blanco y un gris más oscuro, y por primera vez el sujetador si es de mi talla, maldito ciego.

-no me gusta, es lo último que faltaba probar y....
-¡Ya sé que nada me queda bien no tienes que recordarmelo! Yo no pedí que me tarjetas, es más: jamás voy de compras por que siempre pasa esto. NADA ME QUEDA BIEN, NADA ME SIENTA, ¡¡¡NADA!!!

Entré al vestidor, me quité la ropa y salí en mi forma lobuna del local a la carrera, sentía las lagrimas acumuladas en mis ojos amenazando con salir, ya no las puedo detener, salen y se pierden en el aire que voy provocando al correr. Salgo del centro comercial y me salto una cerca de alambre por un agujero que vi a la distancia. Mientras me adentro en el bosque siento cómo se encoge mi corazón, este día fue la gota que no sólo llenó el vaso, también fue la que inundó la estancia.

Voy llorando y corriendo hasta que me detengo de golpe frente a mi bolsa con las partituras que aventé al suelo esta tarde.