ㄴ Y o u ...ㄱ

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🕚🕣🕖


—Me rindo —un agotado HyungWon se desparramó en el asiento de la cafetería en la plaza comercial —. MinHyuk, en serio, ya no puedo seguir. O todas las vacantes están ocupadas, o nadie está interesado en un joven ventiañero que sólo cuenta con su anciano padre que lo espera con hambre en casa, todo porque su despensa mensual está a punto de acabarse —dijo desanimado el pelinegro.

—¡Oh, vamos, HyungWon! —dijo animándolo su amigo —. Tranquilo, estoy seguro que encontrarás un buen puesto en una buena sucursal —aseguró con una sonrisa, bebiendo de su café negro.

MinHyuk se encontraba en su hora de almuerzo, y se había topado con su viejo y gran amigo HyungWon luego de un día entero en que no se veían, lo invitó a tomar un café en la plaza más cercana, y así HyungWon le contaba lo que estaba viviendo en esos momentos.

Algo verdaderamente dramático, porque no es mucho el tiempo de haberse distanciado uno del otro, es decir, tan sólo un día fue el que no tuvieron contacto entre sí. Se conocían desde el colegio, y su amistad fue creciendo al igual que ellos mismos, desde entonces se volvieron inseparables. Eso argumenta el sentimiento de vacío ridículo que MinHyuk sentía.

—Creo que por hoy lo dejaré, estoy exhausto, estuve caminando por cuatro horas seguidas. Hoy se acabó mi suerte, MinHyuk —dijo HyungWon con decepción y tomó el último sorbo de su capuchino, sacó su cartera y dejó todo el dinero que tenía dentro sobre la mesa en la que estaban —. Me voy a casa. Cuídate mucho. Que hoy sea un magnífico día para ti.

—HyungWon —lo detuvo el peliplateado —, no te preocupes, esta va por mi cuenta. —Le guardó el dinero que había dejado sobre la mesa en el bolsillo del gran abrigo que el pelinegro usaba —. Por cierto... —recordó. Tomando su cartera de cuero negra, le entregó una tarjeta de presentación que no era la propia.

—¿Q-Qué es...?

—Es de un buen compinche que tengo, no creo que te interese mucho, pero no sé otra forma de ayudarte —le dijo con un tono triste, bien sabía lo orgulloso que era su amigo, al momento de que le ofrecían ayuda monetaria sin nada a cambio —. Por favor, revisa en internet de lo que trata el empleo antes de llamar a ese número, ¿está bien? —aconseja el mayor de los dos.

—Pero, no sé, ¿qué busco?

—En la tarjeta viene una palabra clave, busca todo lo relacionado con esa palabra y si no te interesa en lo absoluto, puedes olvidarlo —explicó rápidamente ya que su tiempo de almuerzo terminaba en quince minutos y debía regresar en diez —. Sólo por favor, toma en cuenta que realmente lo necesitas, necesitas el buen dinero que te pagará y... —suelta un suspiro agotado —. Sólo..., sólo revisa y llama a este otro número para que te expliquen de lo que trata, ¿sí? Nos vemos luego, cariño.

MinHyuk soltó unos cuantos billetes en la mesa de café y salió corriendo con su saco en las manos hacia su trabajo. Moviendo la mano en despedida hacia su mejor amigo.

HyungWon se dirigió a su hogar, con sus billetes mal doblados en un bolsillo de su abrigo, mientras en el otro tenía las dos tarjetas que MinHyuk le había entregado.

Cuando estuvo frente su hogar, metió la llave en el picaporte de la puerta principal y empujó hacia dentro la misma, entrando por fin a su cálida y amada casa. La luz automática de la entrada lo recibió y él dejó sus converse negras a lado de las botas de su padre.

Entró de lleno a su hogar, dirigiendo su andar a la cocina, encontrándola vacía y con sobras de arroz en un plato servido; sonrió con dulzura. Miró la alacena y decidió hacer pasta con salsa, algo rápido y sencillo, para tratar de hacer rendir un día más el alimento.

—¿Disculpa? —escuchó el miedo en la profundidad de esa voz ronca. Sonrió.

—Tranquilo, papá —volteó su cuerpo y posó su mirada en la idéntica de su padre —. Soy yo, HyungWon, ¿recuerdas quién soy? —preguntó con paciencia. Recibió un asentimiento con la cabeza y una brillante y cansada sonrisa. Eso bastó.

—¿Ya has cenado? —cuestionó con duda, apresurando sus movimientos al preparar la salsa que acompañaría la pasta.

—Sí, cariño —contestó, tratando de recordar algo —Uhm, bueno, comí un poco de arroz como a eso de las dos, pero creo recordar que también comí cuatro fresas y dos bananas después —informó con orgullo, por haber consumido bastantes vitaminas en un sólo día.

—Me parece genial, papá —comentó alegre, pero después de revisar la hora en el reloj de pared que había en la cocina se sintió culpable.

Él había partido dos horas después de tomar el desayuno: a las doce del día. Y la hora en la que regresó, no lo enorgullecía del todo, siendo casi las siete de la noche: hora de la cena.

—Bueno, entonces debemos lavar nuestras manos, y después venir a deborar esta sabrosa pasta caliente —aconsejó HyungWon, llevando a su padre hasta el lavabo del cuarto de baño.

La rica cena fue consumida por ambos hombres. Que degustaron cada bocado como si pudiera ser el último, mientras HyungWon sí que lo creía el dulce anciano no lo sabía del todo. Una vez el festín se terminó, HyungWon llevó los platos al fregadero para poder lavarlos, pero su padre se ofreció a hacerlo por él, argumentando que seguramente vendría agotado del largo día tedioso de trabajo y que HyungWon desearía descansar en vez de seguir limpiando todo.

No lo contradijo, y aceptó, un poco inseguro, pero lo hizo.

Mientras se metía a la cama, luego de haber ayudado a su padre con el cepillado de los dientes y arroparlo en sus sábanas también, el joven chico recordó la tarjeta que su amigo le había dado y le recomendó utilizar como una última opción para obtener recursos monetarios.













🐶☕🐸

¿Qué tal va? Espero les esté gustando.

Beshotes 😚😘😘

Bye bye.

— 💚Andy💚©

"Or Nah?"  [HyungWonho/2Won]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora