© Artificial Love; pcy [book #1]

diez

Maratón (1/3)

—PARK CHANYEOL—

Aunque todos sabíamos que no era algo grave lo que tenía EunYeong, no pudimos evitar alterarnos cuando notamos que ningún doctor o enfermera podía darnos información sobre como se encontraba, y el hecho que no nos permitieran verla aún empeoraba un poco la situación caótica del grupo. KyungSoo y JongDae estaban a punto de darse una bofetada con tal de tranquilizarse, mientras que los demás, bueno, digamos que nos marcaban o mensajeaban cada dos segundos para saber que sucedía con EunYeong. El hermano de EunYeong parecía estar en su mundo, pues desde que había llegado no había hecho mucho, sólo sentarse y mover la pierna derecha durante intervalos de cinco minutos.

Un doctor se acercó a nosotros con una pequeña carpeta en manos, sentí que el alma se salía de mi cuerpo al ver su expresión. Rápidamente me puse de pie junto al hermano de EunYeong.

— ¿Ustedes son familiares de la señorita Lee?

— Soy su hermano, este tipo de acá es su novio —respondió el chico a mi lado, bajé la mirada apenado cuando se refirió a mí como el novio de su hermana—. ¿Está bien? ¿Podemos pasar a verla?

— Hemos logrado bajar la temperatura y ahora parece estar estable, pero se quedará hoy para supervisarla. Después de realizarle un par de pruebas, concluimos que todos sus síntomas son debidos al estrés que pudo presentar durante un par de semanas, nada de lo que preocuparse pero si deberían tomar en cuenta esto, si ella sigue manteniendo un estilo de vida estresante, puede presentar otros problemas graves a futuro —el hermano de EunYeong asentía frustrado a todo lo que decía el doctor—. La enfermera se encargará de darles una hoja con la dieta que debe seguir la señorita Lee y deben procurar que ella la siga tal cual lo indica.

— ¿Podemos pasar a verla?

— Claro, pero solo una persona a la vez, no queremos abrumarla. Los veré luego, cualquier cosa avisen a las enfermeras —hicimos una reverencia y el doctor se fue. 

— Entraré yo primero —dijo su hermano, todos asentimos y lo dejamos pasar a la habitación. 

EunYeong estaba cargada de responsabilidades por todo este asunto del comeback y si a eso le sumamos el tener que enfrentar las constantes críticas a su persona por el hecho de ser mi pareja, debía ser abrumador sin duda alguna. Debería convencer al jefe de staff para que le diera una licencia y pudiese descansar un par de días por lo menos, aunque esa sería una tarea difícil conociendo como es de estricto, sobre todo con las estilistas .

— ¿Estás bien? —preguntó JongDae mientras se sentaba a lado mío, suspiré y asentí mientras peinaba mi cabello hacia atrás— No lo parece. Dime, ¿Has arreglado ese asunto pendiente con EunYeong?

— Lo he intentado, pero cada vez que intento hablar con ella me ignora, o simplemente me dice que no le interesa y se va. Es irritante estar en una relación, hyung.

— Y eso que es algo ficticio, ChanYeol —dijo mientras me daba una palmadita, ¿Eso debía hacerme sentir mejor?—, aunque todos podemos ver que para ti no es así —voltee a verlo confundido—. Te gusta, corrección: te encanta EunYeong.

—suspiré y asentí mientras cubría mi rostro con ambas manos— Pero ella no me corresponde, hyung. Me atrevo a decir que me odia.

— ¿Y te rendirás tan fácil? —preguntó, me quedé varios segundos en silencio— ¿No eras tú el happy virus? No puedo creerlo, el mundo va a explotar —reí y negué mientras bajaba la mirada al suelo.

— ¿Crees que si sigo intentándolo, ella algún día podrá corresponderme? 

— No lo creo, estoy seguro.

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— ¿ChanYeol? ¿Qué haces aquí? —preguntó mientras me observaba sentándome a lado suyo.

— Fui yo quién te trajo al hospital. ¿No decías que no debíamos preocuparnos, uh? Si no quieres que lo hagamos, de ahora en adelante preocúpate un poco más en tu salud. Eso o permíteme preocuparte por ti en lugar de hacerlo tú.

— Fue solo un descuido, no volverá a pasar —respondió mientras se cruzaba de brazos, sonreí y asentí. 

— Quiero hablar contigo.

— Oh vaya, me ha entrado sueño de la nada —suspiré.

— Sólo escúchame, no te quitaré ni cinco minutos. Lamento tanto lo que hice, fue una tremenda estupidez el no haber podido controlar mis impulsos y de verdad no sé como arreglar mi error, realmente creo que no hay una forma para poder arreglarlo y me siento tan mal por ello. Sólo te pido me des una oportunidad para empezar de ceros, para llegar a ti y poder establecer al menos una amistad.

— ChanYeol, no—

— Déjame continuar, eso es solo una de las tres cosas que quiero decirte, lo segundo es referente a ShinHye y es que estoy cansado que pienses que nosotros pudimos ser algo, o somos. Ella es quien se acerca a mí, quien de la nada me roba besos y abrazos, he cometido errores al no detenerla, soy imbécil y lo reconozco, pero por favor deja de pensar que estamos en algo, no está en mis planes ser cercano a ella. 

— De acuerdo, te creo.

— No, no lo haces —respondí mientras la observaba directamente a los ojos—. Tus labios dicen algo pero tu mirada me dice que mientes, y lo entiendo. No puedes creer tan rápido lo que digo, sólo deja de aferrarte a que cualquier mínima interacción que tenga con alguien, significa que estamos en una relación. Ahora, lo tercero y por supuesto más importante.

Me pegué a ella y tomé su mano con delicadeza, tomé aire y continué.

— Me gustas EunYeong, me gustas tanto que mi corazón duele al verte de esta forma, pensar que pude haberte ayudado y no lo hice. Me gustas tanto que el solo pensar que en algún momento esto puede terminar me deprime durante horas. Me gustas tanto que estoy dispuesto a cambiar todo lo que soy si me lo pidieras, porque eres más importante que cualquier cosa en mi vida. Me gustas tanto que he escrito canciones para ti, esperando que algún día quieras escucharlas y puedas decirme "Wow, es una canción maravillosa". Me gustas tanto que cada que escucho alguna canción de amor, automáticamente vienes tú y tu sonrisa maravillosa a mi cabeza. Me gustas tanto que estoy dispuesto a terminar la relación ficticia que tenemos por tu bienestar, y no protestaría mientras tu fueses feliz.

EunYeong no dijo nada, solo me observó durante largos segundos, sus mejillas estaban rojas al igual que sus orejas, podía escuchar a su corazón latir con fuerza, por un segundo creí que podría gustar de mí, pero en el fondo sabía cuál era su respuesta ante mi declaración.

— No te dije esto para recibir una respuesta, no quiero que te agobies más al pensar como rechazarme —comenté divertido mientras soltaba su mano, no sin antes darle un pequeño beso—, sólo me confesé para hacerte saber que no juego contigo, de verdad me gustas, y espero que aceptes mis más sinceras disculpas por los errores que he cometido desde que nos conocimos. Te quiero —admití antes de darle un casto beso en la frente—, y te dejaré descansar ahora. Si quieres vendré a verte mañana, pero sólo si tu quieres.

— Ah, yo... No lo sé. Quiero un tiempo para descansar y...

— Entiendo, no te preocupes —sonreí y me puse de pie—. Cualquier cosa puedes enviarme un mensaje, te dejaré descansar ahora. Recupérate pronto. 

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Editado: 17 de Octubre del 2022