Capitulo 23

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Shesid..

Siento que algo caliente pega en mi rostro abro peresosamente mis ojos y una luz bastante intensa lastima mis ojos, con mis manos los froto lentamente hasta que logro tener mejor visión, intento moverme pero unos fuertes brazos me lo impiden y de inmediato unos vagos recuerdos llegan a mi mente, siento mi cara arder, apuesto a que me eh sonrojado.

Mi cuerpo se estremece al sentir unos labios recorrer mi espalda dejando tiernos besos.

-Despierta princesa -Escucho la voz de caleb y una sonrisa estúpida se dibuja en mi cara

-Buen día -Me giro para quedar frente de el, lo veo tiene una hermosa sonrisa que adorna su cara, admiro sus ojos y siento que me pierdo en ese hermoso tono Verde-Azulado

-¿Tienes hambre? -Asiento- Nos bañamos y luego vamos por algo para desayunar -Abro mis ojos al escuchar lo que acaba de decir, es que ¿acaso pretende que nos bañemos juntos?

-¿Nos bañamos? ¿Los.. Dos...? -Caleb me ve unos segundos y se hecha a reír, como si le hubiera contado un chiste. No entiendo nada -¿De que te ríes? -Le pregunto seria

-Ya te vi sin ninguna prenda puesta en tu muy sensual cuerpo, no veo el por que no nos podamos bañar juntos -Alza sus hombros - A ver cariño, no tienes por que tener pena -toma mi rostro- Tu eres hermosa con o sin ropa -Me regala una sonrisa coqueta y siento mis mejillas arder, el toma mi mano y me saca de la cama, vamos juntos hasta el baño, siento un poco de ardor en mi zona pero trato de no darle importancia, ya que sea efecto de lo que paso anoche. 

Caleb me hecha jabón y siento que me da pequeños masajes por cada parte de mi cuerpo, sin tener tiempo de pensar hago lo mismo, le hecho algo de jabón a la esponja y se la paso por todo su cuerpo. Es un momento único, me encanta esta caleb que estoy conociendo, no es frío, ni amargado, simplemente es un caleb distinto.

A si nos metemos en nuestra burbuja donde solo nosotros dos existimos, donde no hay barreras ni rencores, donde una vez más el me hace suya. Nos entregamos mutuamente una vez más y siento una alegría inundar mi pecho. 

Después de a vernos bañado, claro también de lo otro, nos dirigimos hasta la cocina, ayer cuando llegamos no tuve tiempo de apreciar este hermoso lugar, es una cabaña bastante acogedora, es grande y muy bonita, me hace recordar algunas cosas de mi infancia.

Caleb y yo hicimos el desayuno, quien lo hubiera imaginado nosotros dos casados y cocinando, claro solo será por un año pero aún así no deja de sentirse agradable, se siente bien tener su compañía. Terminamos de hacer nuestro desayuno y nos sentamos en el comedor, hay un silencio entre nosotros, no es un silencio tenso ni nada de eso al contrario es un silencio bastante agradable.

-Shesid tenemos que hablar -Caleb después de un rato decide hablar, dirijo mi mirada a la suya y no puedo percibir nada -¿Como es que a tu edad todavía conservabas tu virginidad? - Deja al aire la primera pregunta y digo al aire por que aún no le respondo es que no se que decir, obvio la verdad no, es algo que prefiero guardarme.

-No se, siempre me enfoque en mis estudios, no tenía tiempo para estar en una relación y sin darme cuenta el tiempo paso -Esa es otra mentira a medias creo que a este paso me iré al infierno

-Shesid yo también me enfoque en mis estudios y no por eso me conserve ¿Puro? -Oprimo una risita que quiere salir de mis labios al escuchar eso -Todo este tiempo -Prosigue

-Caleb, tu eres hombre -Pongo mis ojos en blanco -Mujeres es lo que te sobraban en la universidad o te sobran -Ahora soy yo la que alza sus hombros restandole importancia -Mejor dejemos ese tema por la paz - prefiero dar este tema como cerrado

-Me sobran preciosa, pero ahora ya no me importan por que estoy casado con una bella mujer -Otra vez esa sonrisa estúpida se coloca en mis labios -Damos ese tema por cerrado si así lo prefieres -Continua- Mejor dime ¿por que tu familia no vino a la boda? ¿Tienes mala relación con ellos? -Pregunta y siento que esta conversación ya no me esta gustando en lo absoluto

-Creo que ese tema también lo damos por cerrado

-No lo hemos ni empezado -Su rostro se torno serio

-Caleb Perdóname por discrepar pero tú no confías en mi, no me cuentas lo que te pasa, es más no se nada de ti ni de tu pasado, ademas ¿para que quieres saber? si en un año estaremos en tramites de divorcio y será mejor que mi familia no este involucrada -Creo que si me iré al infierno, estaré sentada en el pavimento caliente de las puertas del infierno, por todo esto

Sus ojos me ven penetrantes y creo que si las miradas mataran ya estuviera cinco metros bajo tierra.

-Bien al ver que ninguno va a ceder mejor damos este tema también por cerrado -Me esperaba de todo menos esto, la verdad es que conociendo a caleb creí que iba a explotar del coraje pero ¡No! En realidad lo tomo con mucha calma -Tenemos que salir a comprar la famosa pastilla del día siguiente, anoche no nos cuidamos y hace un rato tampoco -Me vuelvo a poner roja no se desde cuando comentarios como esos me afectan, ¡Mierda!

-No te preocupes, tomó anticonceptivos desde hace algunos años por los periodos irregulares

-Perfecto ese es un problema menos. Quiero llevarte a un lugar de por aquí cerca a si que en marcha -Nos levantamos de nuestros lugar y llevamos los traste que usamos al lavabo juntos los lavamos, nos fuimos a nuestro cuarto para cambiarnos, que nervios ¿A donde me llevara?

-Caleb

-Dime

-¿A donde vamos? Digo para ver que me pongo

-Shesid estamos casi en medio de la nada ¿Donde crees que puedo llevarte? -Me quedo pensando- Solo ponte algo cómodo que vamos a caminar -Camino directo hasta el closet y por la referencia que me dio caleb cosa que no me ayudo en casi nada, me decido en ponerme un pantalón de mezclilla este tiene rasgada las partes de las rodillas y una blusa color vino es tejida del cuello; de tanto pensarlo opto por dejar mi cabello suelto y natural (No lo plancho) me queda bien esta algo ondulado pero me gusta, por último al buscar mis vans y no encontrarlos, creo que no los metí en la maleta, me pongo unas bonitas sandalias doradas son bajas y cómodas, feliz por como me veo salgo de la habitación y bajo directo hasta la sala.

Veo a Caleb parado de espaldas, puedo notar que también lleva un pantalón de mezclilla y una camisa blanca se ve tan atractivo, es la primera vez que lo veo sin su costoso traje puesto y me encanta como se ve así con ese tipo de ropa informal, el se da cuenta de mi presencia y voltea lleva en su cara una sonrisa que hechiza, lo veo de pies a cabeza y es que se ve tan guapo

-¿Te gusta lo que vez? -Con una sonrisa coqueta y una mirada llena de diversión me hace semejante pregunta, yo solo retomó mi camino

-¿Nos vamos? -Ignoro su pregunta y prefiera hacer como que no lo escuché

-Se que te encanto -Me toma de la cintura y me susurra al oído -Soy tuyo, puedes hacer conmigo lo que quieras -Siento mis piernas temblar al sentir como muerde el lóbulo de mi oreja

-Eso será cuando regresemos  -Hago lo mismo y le susurro de forma muy sensual en el oído - ¿Nos vamos precioso? -Termino con un beso en su cuello

-Vamos -Su voz sale gruesa y puedo apostar que se ha excitado y no lo juzgo por que nada más sentir sus manos en  mi piel siento lo mismo.

Me toma de la mano y juntos salimos de la cabaña y a si emprendemos  la marcha en este hermoso lugar.







Mi Dulce ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora