5. Luna

4 0 0
                                    

Cocol's POV:

A ella ya la conocía, miles de veces la observé pero sin entenderla. Me parecía incoherente y algo rebelde. Era hermosa, pero algo egocéntrica. Solo hablaba con los de su clase y marginaba a todos, bastaba solo una mirada para darte cuenta que no te quería allí —seas quien seas—.
Una fría noche, se atrevió a hablarme, fue un simple «Tienes frío», no era una pregunta, lo estaba afirmando, eso hizo que me enfurezca. No le respondí y me giré hacia la dirección opuesta.
Retrucó, «Ugh, estrellas y sus problemas» enojada, la fulmine con la mirada.
Luego, Amanecer me dedicó una nueva danza que había ensayado y me comentó como se había peleado con Chris; Una sonrisa y una canción de cuna, terminaron por concluir nuestra tan apreciada conversación de miradas y silencios. Era como una rutina de todas las noches.
Había calmado mi enojó, como si hubiese tomado calmantes o alguna pastilla para dormir. No lo sé, pero solo voltearme y volver a verla hizo que todo se descontrole. La miré, ella copió mi acción.
«Una chiquilla...», le pedí que se callará antes de que pueda decir algo malo de Amanecer.
Iba a volver a decir algo, cuándo antes de que pueda soltar sus asquerosas palabras, le arrojé un «Eres una idiota, Luna» —más bien, se lo escupí—
Me miro si entender, pero luego de un segundo, su rostro cambio por otro y soltó un «Perdón» —¡si!, y yo iba a creerlo *nótese mi sarcasmo*— fue tan hipócrita, que me provocó más odio del que sentía.
Volví a fulminarla con la mirada deseando que no volviera a abrir su boca, cerré los ojos un momento intentando buscar en mi mente algo que me haga olvidar lo ocurrido, jamás había hablado con Luna, ni mucho menos de esa manera. Seguía enojada casi a punto del irremediable llanto, la mire a lo que ella se acercó y me... abrazó, hacía mucho que alguien no me abrazaba, sentía que no debía devolvérselo, pero fui vencida por mi golpeado sentimiento de necesidad
—rompí en lágrimas—.
Fueron varios segundos, pero para mí se sintieron como horas. Cuando dejamos de abrazarnos mutuamente, seco sus lágrimas —la imité—, me miró directo a lo ojos y soltó un «Te entiendo».
Jamás creí que podríamos estar de acuerdo en algo.
Tuvimos una larga charla donde ella se soltó conmigo, al igual que yo. Hablamos de dudas, colores, planetas, sobre.. Amanecer.
Estaba en la misma que yo, perdida.
Necesitaba a alguien, teníamos la oportunidad de complementarnos y no íbamos a perderla. «Encontré a mi alma gemela», ambas dijimos al unísono —pero sin decirlo en realidad— todo se tornó en un rosa tempera a lo que antes había estado totalmente gris aseó.
Tuvimos sentimientos encontrados, cantamos toda la noche, yo era un amarillo pastel con tonos naranjas, ella era un azul eléctrico incontrolable, nos volvimos como una mezcla, ella tenia tanto azul como amarillo y yo tenia tanto amarillo como azul. Era una mezcla rara pero nos encantaba —nos estremecía— era una tonada rebelde a la vez que inalcanzable, con la que bailaríamos toda la vida.                                          

                                              Xoxo, Cocol.

Una Estrella Más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora