El Viaje por un sol; la historia de Lestat

Un barco en la tormenta

Circulo polar Ártico;
24 de abril del 2073.

Capitán -Barco pesquero Montblanc, quedamos atrapados en la tormenta, las olas son demasiado grandes, regresaremos a al base, cambio-

Radio -Aqui la base, encontraron a quien lanzó la bengala, cambio-

Capitán -Negativo, la tormenta no nos deja ver nada, y perdimos el rastro de la bengala, cambio-

Radio -¡Montblanc, encuentre a esa persona, tienen que encontrarlo!-

Un rayo ilumina el agitado océano, las olas se levantan furiosas sobre el barco, la nave se agita peligrosamente, a pocos metros de ser tragado por el mar, y formar parte, de los tantos, barcos hundidos en el mar.
Los marineros se aferran a sus puestos e iluminan el mar en un intento desesperado de encontrar al dueño de la bengala, bengala que se extingue con la lluvia furiosa.

Un marinero sobre la torre de vigilancia movía el foco en busca de algún indicio de vida, pero el movimiento del barco hacia imposible mantener la luz quieta más de 3 segundos, en el radio de la torre se escuchaban las órdenes del capitán, cuando entre las olas algo se asomó y se dejo ver bajo la luz del foco. Un barco pesquero muy pequeño se mecía dando su último viaje, estaba a poco de hundirse y la idea de que hubiera alguien allí era muy lejana, pero de pronto otra bengala salió del bote, mandando al demonio las probabilidades y mostrando que todo es posible.

Marinero -¡Hay un barco a estribor!-
El sonido de la tormenta apenas deja oír el mensaje en la radio.

Capitan -¿ Y que están esperando putos vagos? ¡Vallan a por el de inmediato!- El barco se dirige al auxilio de el desafortunado barco pesquero.

Dentro del barco pesquero se encuentran dos viajeros, mientras que uno hace lo imposible por evitar ser arrastrado al mar con todo y barco, otro se aferra para no hacer arrastrado a la muerte, tirado en la cabina que se mueve de un lado a otro.

Daniel -¡Aguanta Lestat, la ayuda está en camino, no puedes morir aquí ni de puto chiste!-

Lestat-Da...niel... Da...niel-
Los rayos iluminan la cabina por última vez, antes de que el cansancio por las heridas te arrastre al sueño más profundo en muchos años.

En el exterior te parece oír ruidos, lejanos y distantes, pero no parecen importarte, prefieres recordar, nunca se te ha dado bien el relatar una historia, recordar tu pasado, y mucho menos eres bueno hablando de el... Pero ahora todo es tan lucido y real, que no pareciera un sueño.

Toda historia que te contaron de niño comienza con un "había una vez" pero esta historia comienza distinto... Comienza con un... "Dejo de haber... Aquella vez"