El puerto amanecer

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El golpe en el hombro me despertó del largo e incómodo sueño en la parte trasera del jeep, el motor estaba apagado y realmente se sentía el fresco del día cuando la calefacción dejaba de calentarnos.

Llevábamos menos de 4 días de viaje intenso, sin paradas, turnándonos tramos largos de viaje, evitando pueblos y ciudades por caminos alternos, comiendo y durmiendo en el asiento trasero, duchándonos con trapos húmedos y acumulando cansancio a cada minuto.

Habíamos decidido parar esa noche en una colina elevada, entre una gran arboleda, con la intención de reducir el cansancio de ambos y parar a preparar fuego y cocinar algo de carne enlatada. El sol que se colaba por las ventanas mostraba que las nubes habían desaparecido con el frio viento del invierno que se avecinaba. Daniel me hizo un ademan en silencio, sus ojos estaban atentos a los binoculares color negro que miraban a lo lejos. Al sentarme para ver, observe a lo lejos un paisaje azul verdoso, el cual se perdía en el horizonte, a la orilla en la cosa, una serie de casas y edificios en estado de ruinas lucia fantasmal y calmada. La colina donde estábamos daba una vista amplia y perfecta de lo que la ciudad ofrecía, y mostraba el blanco de la espuma de las olas que azotaban a lo lejos. Daniel acerco a mí un telescopio de bolsillo color dorado con desgastes notables.

-Mira el edificio de al lado de la torre café, a las 11 en punto.-

Somnoliento aun, frote mis ojos antes de colocar mi ojo y buscar lo que decía, el techo del edificio parecía vacío, pero un movimiento me puso en alerta total.

-Lo veo- me pase al asiento de enfrente y apoye mis brazos en la puerta para ver- Son supervivientes.

De entre las sombras 4 sujetos con vestimentas oscuras salieron y se reunieron en el centro del tejado.

-Veo 4- dijo Daniel mientras pasaba saliva por sus labios.

- Hay un quinto- le rectifique- En el edificio de al lado, junto a la ventana vi un halo de humo, está oculto cuidándolos, posiblemente sea un francotirador-

-¿Crees que sea gente de Álvarez?-

-Lo dudo, pero deberíamos observarlos un poco más-

El grupo llevaba máscaras de gas y sudaderas negras, se pararon en el centro del edificio mirando a las escaleras que daban a los pisos de abajo, sobre esta dos de ellos esperaba con unas cadenas y un rifle plateado. Los hombres en el centro se agacharon, y de pronto corrieron al edificio del frente saltando y entrando por la ventana.

-Pero que Mier...- escapo de Daniel mientras no despegaba los ojos de los binoculares.

Todos saltaron como un juego, cuando desde la entrada de la puerta una sombra salió disparada. Un animal de 6 patas había aparecido, los hombres que sostenían las cadenas dispararon los rifles plateados para posteriormente lanzar las cadenas a los pies del animal furioso, el cual se movía como endemoniado mientras se enredaba más y más con las cadenas. Los hombres sobre el tejado saltaron sobre el animal para golpearlo con las cachas de los rifles, el animal se comenzaba a tambalear hasta ambos hombres cayeron al suelo. Las fauces de las bestias se abrieron, este alzo la mitad de su cuerpo, dejando un par de patas con garras largas al aire, y apoyándose en su cuatro patas traseras, los hombres en el suelo echaron a correr y saltaron de un edifico a la ventana del otro, sus compañeros asomaron a la ventana, mientras el animal cargaba carrerilla, comenzó a correr pero cuando este salto, la cadena le detuvo, lo justo para balancearse y estrellarse de regreso en el muro. El animal quedo a pocos metros del suelo, inconsciente.

-Son muy buenos cazadores- me recosté en el asiento mientras pasaba mi lengua por mis labios secos. Había visto todo el show con la boca abierta sin darme cuenta.

El Viaje por un sol; la historia de LestatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora