Ícaro

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"Mientras Dédalo miraba horrorizado, Ícaro caía en picada hacia el mar, batiendo frenéticamente las poleas de las alas con sus brazos. Cuando finalmente tocó el agua, no quedaba ni una pluma aun pegada." Fragmento de La Historia de Ícaro

Un estornudo rompió el silencio de la oscuridad de una pequeña habitación, las sabanas delgadas y desgastadas dejaban pasar el frio a través de sus rasgaduras causadas por el tiempo. Un par de ojos se abrieron y comenzaron a adaptarse al entorno carente de luz, el reloj con luces rojas que se encontraba en una especie de caja marcaba 12:33 PM, medio día.

La cama rechino con el movimiento lento de incorporarse, Lista se sentó en la cama y aspiro hondo el aire pesado de la habitación. <Brrr> se escuchó de nuevo en el eco de las paredes. Lista rasco su barba, el vello facial comenzaba a ser una molestia más constante que antes, pero había apostado que podía soportar una barba un par de meses. Se puso de pie y el suelo helado le provoco un escalofrió hasta su espalda, se acercó a la pared y movió la rejilla metálica que cubría la ventana, el rayo de sol cegó la vista de Lestat por unos instantes. Cerró la rejilla y se dirijo al pequeño armario de la esquina. Tomo su ropa y se preparó para salir. una chamarra verde oscuro que abrigaba bien del frio, pero que tenía el cierre roto a la altura del pecho, así que no cerraba del todo, una playera desgastada color negro, unos vaqueros azul oscuro, unas botas con punta metálica que se encontraban en mejor estado que el resto de ropa. un gorro de lana, unos guantes grises, que les faltaban las puntas de los dedos, y por ultimo una pequeña bolsa rectangular de cuero que contenía una libreta, un lápiz desgastado, y un par de herramientas útiles.

Salió de la habitación a un pasillo de escaleras un tanto oscuro, iluminado solamente por la luz del sol que se colaba por algunas muescas de la pared.

L:- mierda, el generador se apagó de nuevo.-

Estirándose el cuerpo comenzó a subir las escaleras, llego a la sala de control, lugares donde antes había cristales estaban cubiertas por cortinas metálicas que se alzaban con el mecanismo que el doctor y el habían diseñado. Al verlas recordó que el doctor había ido más temprano al refugio de Camelot, no recordaba bien que debía hacer así que se había ido más temprano para revisar que todo estuviera en orden. Fruncí el ceño, el doctor Alphonse tenia cada vez más mal su memoria, se había dedicado los últimos años a instruir todos sus conocimientos a los más jóvenes, siempre decía que lo que para nosotros era un día más, para él le parecía un día menos.

Lestat se sentó frente una consola de botones y palancas de colores rojos, azules y verdes. Presiono aquí y allá y un ruido de motor surgió de abajo de la torre. Las luces del techo parpadearon y se encendieron. Acciono una palanca y las cortinas que cubrían las ventanas se alzaron con un chirrido metálico más que molesto.

Un botón encendió un micrófono viejo y unas bocinas emitieron el sonido de la estática, comenzó a mover botones y a tratar de sintonizar las estaciones que usaban para comunicarse, asegurándose que todo estuviera en orden, logro sintonizar el mensaje en bucle que él y el doctor habían creado con la esperanza que los supervivientes lo escucharan y vinieran al refugio, sintonizo también la radio de comunicaciones interna que usaban los guardias de Camelot para comunicarse, también la estación de información de exploración, la estación que los religiosos del refugio habían creado y la estación de música. Busco en la libreta del bolso una hoja donde había una serie de números tachados en orden, "hoy toca 105.3" se dijo entre dientes y movió los números en la radio hasta llegar a ese número... estática, chasqueo la lengua y se reclino en la silla "supongo que aún no puede contactarme", apago la radio, y se dispuso a bajar las escaleras para salir, llego a la parte más baja y entro a la sala donde se encontraba el baño. Bebió agua y se lavó la cara, otro <Brrr> salió de su boca, el frio de la temporada había empeorado este año. Salió del baño y se paró frente a la puerta, junto a esta se encontraba colgado un cinturón con un revolver negro de empuñadura café, unas cuantas balas colocadas en el cinturón, un cuchillo largo y uno más corto. Se lo coloco y desenfundo el revolver para revisarlo, 6 balas donde debían estar. Coloco el tambor de nuevo y la coloco en su funda y se dispuso a abrir.

El Viaje por un sol; la historia de LestatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora