El Viaje por un sol; la historia de Lestat

Palabras en sangre

Palabras de sangre, vuelvo hacia atrás Palabras de sangre escritas al final las horas marcadas dentro de mi piel el signo de muerte vuelve a renacer aun sediento clamo destrucción clavo los dientes por seducción la cruz de la muerte quiero yo escupir las balas del tiempo golpeando en mi -

 Palabras de Sangre. Hocico. Álbum Artificial Extinction

Mire horrorizado la radio que emitía el sonido de la estética con fuerza, mis pulsaciones se aceleraban por cada segundo y sentía un malestar generarse en el estómago. Estaba congelado, no sabía cómo reaccionar, quería llorar, gritar, correr a buscarle, quería volver en el tiempo, pero no estaba haciendo nada.

Una mano en el hombro me saco del trance; era el Doctor. Había despertado y se encontraba parado junto a mí, por su rostro corrían lágrimas, y su boca temblaba como si tuviera un frió de muerte.

-Debes ser fuerte Lestat- su voz temblorosa se rasgaba con una tristeza enorme remarcada en cada palabra – se fuerte –

-No- mi boca pronuncio por si sola- tenemos que ir-

El rostro del Doctor parecía cambiar rápidamente de triste a asombrado, no se esperaba tanta madurez de mi persona, estaba claro que pensaba que lloraría, o que sentiría dolor. Pero no, sabía que mi padre era sumamente fuerte y que el buscaría la manera de sobrevivir.

-Tenemos que salir a buscarle de inmediato- al pararme sentí un mareo y una ansiedad que me obligaron a apoyar la mano sobre el viejo escritorio. El doctor saco de su bolsillo un viejo inhalador. Durante un par de años lo había usado para controlar mis nervios y problemas de respiración, pero habían pasado más de 2 años sin necesidad de usarlo.

Tome e inhale una bocanada, se sentía más pesado de lo que recordaba, el doctor saco también un pequeño estuche que contenía 2 dosis más. Tome la medicina y la coloque en la mochila, dentro había la caja que me había dado Daniel, algunas medicinas y la libreta de su diario de inventario de cosas.

-Necesitaremos algo más grande, puede que necesitemos algunas provisiones- El doctor parecía serio, podía sentir que quería decirme algo, pero se quedó callado, algo preocupado.

-No te detendré, sabes que no podría, pero debes volver, sano y salvo- su mano en mi hombro me hacía sentir una confianza desbordante.

Apresure el paso por la escalera, entre al cuarto donde todas las provisiones se encontraban, tomando una de las mochilas de viaje de mi padre, algo me detuvo en seco, para cuanto tiempo sería razonable empacar. Por la ultima ubicación sabía que su padre estaba a menos de un día en vehículo, 2 a pie, y menos de 15 minutos a vuelo, seguramente estaría en algún campo o descampado, el evitaba siempre volar sobre las ciudades, así si llegaba a tener problemas podría aterrizar en una zona segura. Las dudas congelaron mis movimientos, pero los golpes en la puerta me hicieron volver a pensar. Los golpes eran acelerados y furiosos. Trote escaleras abajo, al mirar por la rejilla de la puerta solo podía observarse un color verde apagado, del tipo de verde militar. Algo confundido estaba por preguntar quién era cuando los golpes dejaron de ser furiosos y se convirtieron en morse:

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La tela color verde desapareció, quería abrir la puerta pero, tenía miedo de saber quién me había dado tal mensaje:

"Huye. Vehículo. Oeste. Noche. Escapa."

Estaba más que claro, las provisiones que debía empacar, eran todas las que pudiera cargar consigo.

El doctor estaba bajando, al mirarme se detuvo en seco en el escalón, le costaba bajarlos por la edad.