Capítulo 12. La boda de José y Aracey.

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El sol se pronunció con su resplandor, la emoción despertó a los habitantes del pueblo el Mar. El tan esperado sábado había llegado, la boda de José y Aracey era hoy.

Berenice y Adamari como damas de honor llegaron temprano a uno de los cuartos del casino Orluz, donde se hospedará Aracey para ayudar de la joven, otros ocho familiares de la chica también estaban ahí arreglándola.

En las bodas, los novios por tradición tenían que elegir el color que sus invitados debían vestir, así como el color del lazo que debían portar. El Lazo es un pedazo de tela bordada con la imagen del clan al que pertenecían con motivo de saber que clanes habían asistido y poder agradecerles. Estos lazos podían ser colocados donde sea, la única condición era que lo portarán con honor.

José y Aracey eligieron el color champagne para vestuario y lazo.

Los invitados tenían que llevar regalos para los recién casados, así como mostrar respeto al matrimonio con otro regalo extra para su hogar.

Otra condición para los invitados era diferenciar a los asistentes solteros y casados. En el caso de las damas eran obligatorias utilizar en la cabeza flores (Si aún no estaban casadas) y cadenas (Casadas u comprometidas). Mientras que los varones portaban flores en sus camisas u bolsillos (Si aún no estaban casados) y corbatines o corbatas (Si ya estaban casados).

Las damas de honor vestían un vestido largo color champagne, con la única diferencia en los bordados. Las ocho mujeres tenían el lazo con el bordado del clan García amarrado a su cintura. Mientras que Adamari y Berenice se colocaron el lazo del clan Rayan del hombro rodeando su cintura por último amarrándolo como moño en la parte trasera.

[...]

José salió del cuarto donde estaba hospedado en el casino, vio que de la habitación donde se encontraba su prometida solo entraban y salían mujeres. Sonrió.

Como tradición se ubicó en la entrada del casino "Orluz" recibiendo a los invitados. Ahí se llevaría a cabo la ceremonia y la fiesta.

Él vestía el tradicional traje negro, zapatos del mismo color y camisa blanca.

Vaya que, si estaba nervioso, quería que todo saliera perfecto y la pasarán bien. Su prometida Aracey era una mujer tan amable y buena, quería evitar que se preocupara por eso.

—Gracias por asistir clan Villa... gracias por asistir clan Brown... gracias por asistir clan... —el joven no dejaba de repetir ante la ola de invitados que se sumaron para celebrar su boda. Cuando sintió más no poder su madre llegó hasta él.

—José, tu esposa te busca en separador —Mari tomo de su rostro—. Tranquilo hijo estás haciendo un buen trabajo. Pero este día es tuyo así que disfrútalo —José tomo una de sus manos y depósito un beso—. Ahora ve y no tardes, pronto empezará la ceremonia. Nosotros nos encargamos de todo.

José corrió al separador, que era un cuarto que estaba en medio de él y de su prometida, este cuarto tenía un conjunto de telas para que al reunirse no se vieran.

—¿José? —Su voz fue melodía para sus oídos.

—¡Aracey! ¡Soy yo amor! —La joven intentó reír como si no hubiese estado tan nerviosa. Ambos no podían verse por las telas que los separaban.

—José, las flores blancas ¿Fueron puestas en el arco? ¡Olvide comentarle a tu madre! También se me olvido decirle sobre las fórmulas, se tienen que ir a recoger a la farmacia ya que solo se han traído fórmulas especiales... —la joven comenzó a dictarle un montón de cosas por hacer que José se sintió tan mal de no involucrarse tanto debido a que estaba ocupado.

Obligados a CasarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora