Epílogo

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EPÍLOGO

Título alternativo: Final de los Tempos.

*****



Al día siguiente, martes, Poe apareció en su cuarto de hospital, asustado cuando se enteró por las noticias. Y precisamente Edogawa no le avisó para no verlo así.

–Estaré bien, Poe-kun. La bala entró y salió limpiamente. El doctor ya operó y vendó. Me darán de alta hoy mismo. No es tan grave.

–Pero si te hubiera seguido y estado ahí...quizás lo hubiera evitado– lucía querer llorar.

Y ¡Ni hablar! Le quiso gritar Ranpo.

–De hecho, estoy satisfecho con los resultados. Ésta herida y la cicatriz que quede serán como mi trofeo de guerra.

–¿Trofeo?...creo que no puedo verlo de una manera positiva como Ranpo-kun.

–¿Y tú, cómo estas? –una pregunta con más de una intención para reafirmar que había roto la cadena de sucesos.

–Sin nada qué decir. Después de tu mensaje regresé a casa, evitando precisamente la avenida de los accidentes, para saltar el tráfico.

–Poe-kun, esto que voy a preguntar es muy importante... ¿Alguien vio que recibías ése paquete y su contenido?

El mayor hace memoria, pero únicamente estaban la trabajadora y él, y eso que la señora se la pasó encantada por Karl. Él abrió el paquete sobre la vitrina y desechó la caja, que con su permiso la hicieron trizas en la misma oficina y desechado. Luego guardó el viejo celular en uno de sus bolsillos y salió.

Niega con la cabeza viendo al ojiverde.

–¿Estas recibiendo llamadas acosadoras?

Un poco más asombrado Allan vuelve a negar.

–Qué bien... –suspira aliviado.

–Ranpo-kun ¿cómo sabías que era un celular antiguo? En tu mensaje de ayer lo dijiste y apenas yo acababa de verlo.

–¿Podemos dejar eso para después? –dice con su voz infantil–. Acabo de terminar el interrogatorio de la Agencia, y antes eso, el interrogatorio de la policía.

–De acuerdo –Poe suspira entre resignado y feliz por ver al detective con ánimos.

–Aún no te deshaces del celular ¿verdad?

¿Por qué de nuevo tanto interés con el aparato?

–No. Aún no se me ocurre un lugar lo suficientemente bueno para perderlo.

–Yo sé dónde. Pero quisiera ir también ¿podrías esperar hasta que salga?

–Claro ¿pero no debes reposar?

–Ésta herida no me detendrá en absoluto.

–Ahora que lo pienso ¡¿Qué no hay en el equipo de detectives una doctora que sana al instante?! –pregunta animado.

–¡Ni lo digas! –no piensa pasar por el tratamiento de Yosano, que terror–. Además...sanarme de la manera clásica es parte del castigo.

–¿Perdón?

–Logré salvarme de todos los problemas que causé por los múltiples accidentes de autos, apresar a esos mafiosos, y gracias al Presidente, que el propio Ministro tomara asunto en esto, debido a que es una mafia extranjera...pero no me perdonan que no les dé detalles –fataliza lo último.

Rebobinar ::: RANPOEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora